"La inspiraci¨®n consiste en unas pocas notas de lucidez"
Un encuentro con el teclista y compositor portugu¨¦s, que act¨²a esta noche en Madrid
Lleva, como quien no quiere la cosa, 28 a?os subido a los escenarios de medio mundo, pero Rodrigo Le?o (Lisboa, 1964) conserva el rostro jovial y la sonrisa afable de quien sigue sintiendo un amor reverencial por su trabajo. Analiza hasta el hilo musical que acompa?a tenuemente la conversaci¨®n en la cafeter¨ªa de su hotel madrile?o, a¨²n se azora cuando le felicitan por su trabajo y admite que s¨®lo una cosa le apasiona m¨¢s que garabatear nuevas melod¨ªas sobre el pentagrama: trastear en casa con sus tres hijos, que hoy suman entre dos y ocho a?os.
Los chavales y la m¨²sica han sido, precisamente, los mejores b¨¢lsamos que encontr¨® para superar el peor trago de los ¨²ltimos tiempos, la muerte de su madre. A ella est¨¢ dedicado su extenso y emocionante nuevo ¨¢lbum, A m?e, que el compositor y teclista portugu¨¦s estrena este lunes en el teatro de la Zarzuela.
"Siempre pens¨¦ que la m¨²sica debe servirnos para vivir mejor"
Recapitulemos. Le?o era todav¨ªa un cr¨ªo cuando se coloc¨® al frente de S¨¦tima Legi?o, formaci¨®n de pop experimental, oscuro e inquietante cuyo aut¨¦ntico valor s¨®lo se ha comprendido con el paso de los a?os. La vida le cambi¨® para siempre en 1986 cuando fund¨® junto a Pedro Ayres Magalh?es los primigenios Madredeus, la marca seguramente m¨¢s influyente en la historia de la m¨²sica portuguesa (por mucho que sus ¨²ltimos derroteros la hayan dilapidado en gran medida). A m?e constituye su s¨¦ptimo trabajo en una carrera solista que arranc¨® en 1993 con Ave mundi luminar, un disco que vendi¨® tres veces m¨¢s en Espa?a que en Portugal. Ryuichi Sakamoto, Beth Gibbons o Pedro Almod¨®var engrosan desde entonces su extensa n¨®mina de admiradores.
Pregunta. Dadas sus circunstancias personales, ?concibi¨® la escritura de A m?e como una catarsis?
Respuesta. Muchos temas ya estaban compuestos antes de que muriera mam¨¢, as¨ª que he preferido guiarme por la melancol¨ªa y la nostalgia antes que abandonarme en brazos de la tristeza. El disco no pretende ser un peque?o manual filos¨®fico ni que el oyente se pregunte qu¨¦ hacemos en este mundo. Me conformo con lograr una cierta funci¨®n terap¨¦utica; siempre pens¨¦ que la m¨²sica debe servirnos para vivir mejor.
P. ?Qu¨¦ ocasi¨®n considera propicia para que nos adentremos en su universo musical?
R. Creo que A m?e puede transmitir tranquilidad, o melancol¨ªa esperanzada, as¨ª que me parece buena compa?¨ªa para esos momentos en que precisamos de un refugio frente al desasosiego. Ojal¨¢ sirva para olvidar las cosas m¨¢s mundanas, ya sea un atasco o una mala racha personal.
P. En los ochenta era un autor oscuro y ahora su banda se denomina Cinema Ensemble. ?Ha pasado del blanco y negro al color?
R. Es una buena manera de resumirlo. Ahora me siento m¨¢s colorista porque mis influencias son m¨¢s plurales, de la cl¨¢sica al pop o el tango. En Madredeus muchas de mis piezas actuales no tendr¨ªan sentido, ni habr¨ªa podido invitar a Neil Hannon, de Divine Comedy, para que escribiera conmigo Cathy.
P. ?Le gusta la nueva reencarnaci¨®n de Madredeus como una banda, digamos, de pop-rock c¨®smico?
R. Pedro est¨¢ intentando hacer cosas muy diferentes. No s¨¦ si son las mejores, pero en la vida hay veces que merece la pena cambiar. Yo mantengo una relaci¨®n cordial con ¨¦l, quedamos a comer un par de veces al a?o.
P. Sus piezas a veces dan sensaci¨®n de enga?osa simplicidad. ?Las melod¨ªas sencillas son las m¨¢s dif¨ªciles?
R. La inspiraci¨®n consiste en unas pocas notas de lucidez. Yo no tengo capacidad para escribir m¨²sica complicada o erudita, as¨ª que sigo rigi¨¦ndome por mi formaci¨®n pop. Los arreglos e instrumentos han evolucionado y en temas como O futuro puede sonar una orquesta completa de regusto antiguo, pero la esencia de mi producci¨®n reciente no queda muy lejos de lo que escrib¨ªa tres d¨¦cadas atr¨¢s.
P. ?Por qu¨¦ resulta tan cinematogr¨¢fico el conjunto de sus discos?
R. Me lo dicen mucho y no lo s¨¦ explicar bien, porque escribo de forma muy intuitiva. Nunca pretendo contar una historia espec¨ªfica, sino transmitir sensaciones, ambientes. Y supongo que esa forma de intimismo es propicia para que al oyente le vengan im¨¢genes a la cabeza.
P. Despu¨¦s de tantos a?os de buenas cr¨ªticas, ?c¨®mo mantiene a raya su vanidad?
R. Es bueno escuchar elogios y comprobar que tu m¨²sica llega a ciertas personas, pero procuro no pensar en nadie. Sigo siendo muy exigente conmigo mismo y grabando s¨®lo aquellos discos que siento necesarios, aunque pasen muchos a?os entre ellos. Eso pretendo: hacer lo que quiero y junto a los amigos m¨²sicos que me apetece.
Rodrigo Le?o. Teatro de la Zarzuela (Jovellanos, 4), hoy a las 20.00. Entradas: 10 a 20 euros en servicaixa.com.
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