"Medir la droga del aire cambiar¨¢ la lucha contra el narcotr¨¢fico"
Combatir el tr¨¢fico de droga por tierra, aire y aguas residuales. Hasta 2004, no se dispon¨ªa de datos sobre el consumo de droga entre la poblaci¨®n. "Todo se basaba en encuestas y estimaciones", precisa Dami¨¤ Barcel¨®, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), dedicado desde hace cinco a?os a coordinar el proyecto Aquaterra de la UE, un programa para medir la contaminaci¨®n ambiental con m¨¦todos pioneros. La precisi¨®n con que los instrumentos detectan la presencia de droga tomando muestras del aire y de las aguas residuales cuenta con un amplio recorrido en el campo policial, asegura Barcel¨®. "Pa¨ªses como Alemania y Canad¨¢ emplean ya estas t¨¦cnicas para reforzar la lucha contra la droga. Estados Unidos tambi¨¦n ha empezado a copiar nuestro sistema", dice este doctor en Qu¨ªmica Anal¨ªtica.
"El Plan Nacional se basa en estad¨ªsticas y estimaciones. Es poco fiable"
Pregunta. ?Imaginaba que sus estudios dar¨ªan una nueva arma para la lucha contra el narcotr¨¢fico?
Respuesta. La anal¨ªtica del aire permite localizar las zonas en las que circulan sustancias ilegales. Esto revolucionar¨¢ la lucha contra el narcotr¨¢fico. Los an¨¢lisis de aguas residuales determinan con exactitud la cantidad de droga consumida en una zona determinada.
P. ?Hasta qu¨¦ punto medir el aire permite determinar la presencia de drogas?
R. Puede detectar en qu¨¦ zonas de la ciudad hay m¨¢s consumo que en otras y de qu¨¦ sustancias. Las mediciones identifican los puntos calientes de la ciudad: discotecas, bares, tambi¨¦n si hay tr¨¢fico de drogas en los institutos. Es un sistema de control que puede aplicarse a ciudades y establecimientos cerrados. Un proyecto realizado en Barcelona desvel¨® la enorme cantidad de drogas que circulan en la zona universitaria, similar a la detectada en S?o Paulo (Brasil). Otro estudio en el festival de Benic¨¤ssim analiz¨® las aguas residuales y se vio que durante los conciertos se consumieron 30 dosis de coca¨ªna por cada mil personas. Datos precisos y rigurosos. El Plan Nacional sobre Drogas se basa en estad¨ªsticas y encuestas, resulta poco fiable. Determinar si el bar de la esquina trafica con drogas requiere una precisi¨®n casi milim¨¦trica. La tecnolog¨ªa necesaria existe y est¨¢ contrastada. El observatorio de la droga de la UE recomienda este m¨¦todo desde hace cuatro a?os y cada vez hay m¨¢s pa¨ªses interesados en el sistema, como Estados Unidos. En Espa?a vamos algo atrasados pero algunos gobiernos como el de Cantabria nos han pedido an¨¢lisis para calibrar el problema de su territorio con las drogas. Las grandes ciudades y los edificios p¨²blicos se dotar¨¢n de estos equipos.
P. ?Habr¨¢ medidores de droga por aire en los hospitales?
R. Y de agua, si el edificio disponer de una v¨ªa de salida de aguas residuales. El ¨²nico inconveniente es el coste. Analizar las aguas residuales durante tres semanas cuesta unos 6.000 euros. Que se abarate es s¨®lo cuesti¨®n de tiempo. Los an¨¢lisis del consumo de drogas mediante muestras de aguas residuales empezaron con dudas sobre su credibilidad. En 2007, la ONU se?al¨® Miranda de Ebro (Burgos) como la segunda ciudad en consumo de coca¨ªna del mundo. El estudio de Miranda de Ebro hizo mucho da?o porque fue una chapuza. La tecnolog¨ªa ha mejorado mucho, entonces a¨²n no exist¨ªan los equipos de ¨²ltima generaci¨®n que realizan anal¨ªticas con una fineza extrema.
P. ?Qu¨¦ dice esa fineza del consumo de droga en Espa?a?
R. Que es de los m¨¢s altos de los pa¨ªses de la UE. Es dif¨ªcil hacer comparaciones porque a¨²n hay pocos estudios que empleen el mismo sistema que nosotros, m¨¢s fiable. En cuanto a cifras, el mill¨®n de ciudadanos que vierten sus aguas residuales al Ebro consumen tres kilos de droga al d¨ªa, m¨¢s de la mitad en coca¨ªna. Si el resto del pa¨ªs siguiera las mismas pautas, Espa?a consumir¨ªa 36 toneladas de droga al a?o, 21 de ellas en coca¨ªna. Se trata de una cantidad similar a la decomisada anualmente. Saberlo es b¨¢sico para orientar la lucha contra el narcotr¨¢fico. Tambi¨¦n para verificar el estado de drogadicci¨®n de un territorio. Aportar¨¢ datos fiables a los organismos que combaten la drogadicci¨®n, se podr¨¢ calibrar si el uso de drogas entre la poblaci¨®n aumenta o desciende; si las pol¨ªticas aplicadas surgen efecto. Pero la aplicaci¨®n principal es la policial: no se les escapar¨¢ nadie.
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