Lo popular
A menudo se comenta que, frente a la tradicional dicotom¨ªa p¨²blico-privado, en Euskadi existe una tercera categor¨ªa: lo popular. Bajo este paraguas se acogen diversos organismos culturales, entidades educativas y asociaciones de diversa naturaleza cuyo denominador com¨²n es su tendencia a pedir subvenciones a las instituciones sobre la base de una supuesta labor social.
Los dirigentes de las organizaciones "populares" explican a todo el que quiera o¨ªrles que su car¨¢cter privado s¨®lo se refiere a la autonom¨ªa en la toma de decisiones y que, dado que est¨¢n abiertos a la participaci¨®n de todo aqu¨¦l que lo desee, su filosof¨ªa estar¨ªa muy cercana a lo "p¨²blico", especialmente a la hora de recolectar dinero.
Lo cierto es que la mayor¨ªa de estos organismos populares y mendicantes de las arcas del Estado no nadan precisamente en la abundancia. Sin embargo, qui¨¦n nos iba a decir que nuestro admirado Athletic iba a engrosar la n¨®mina de este tipo de asociaciones para poder hacer frente a la construcci¨®n del nuevo San Mam¨¦s.
En la asamblea de compromisarios de la pasada semana se plante¨® la cuesti¨®n de forma muy clarita, para que no hubiera lugar a equ¨ªvocos: todo el dinero p¨²blico para la realizaci¨®n de la nueva maravilla de Bilbao -como la denomina Macua- ser¨¢ bienvenido, pero la gesti¨®n y explotaci¨®n de la infraestructura corresponder¨¢ al club de Ibaigane.
No vamos a ser tan hip¨®critas de rasgarnos las vestiduras ante una declaraci¨®n de este tipo. A fin de cuentas el calificativo "municipal" en casi todos los campos de Primera, Segunda y Segunda B no es sino un eufemismo para maquillar la utilizaci¨®n en exclusiva del recinto por el principal club de cada ciudad. La pista de atletismo de Anoeta no deja de ser un inc¨®modo adorno, ya que el uso lo monopoliza la Real, igual que la SD Eibar es el ¨²nico inquilino de Ipur¨²a y el Alav¨¦s de Mendizorroza.
Pero qu¨¦ le vamos a hacer; en Bilbao no gustan esos juegos de palabras y se llama a las cosas por su nombre, por lo que el Gobierno vasco no ha tenido m¨¢s remedio que amenazar con no poner un euro para San Mam¨¦s Barria si no se garantiza el uso p¨²blico del estadio.
Y hete aqu¨ª que nos encontramos en plena carrera para ver c¨®mo encajamos bajo la tribuna del futuro coliseo alguna instalaci¨®n que pueda merecer tal consideraci¨®n. Desde Ezker Batua plantean construir un polideportivo, pero el listado de usos para atraer los millones de Lakua podr¨ªa ser aun m¨¢s variado: un ambulatorio, una guarder¨ªa, un hogar del jubilado...
Ya s¨¦ que en nuestro pa¨ªs constituye un sacrilegio, con riesgo de excomuni¨®n social, poner en tela de juicio la actuaci¨®n de los organismos populares, pero que clubes de ¨¦lite mantengan esa querencia por el dinero de todos, cuando pagan a sus jugadores sueldos con los que un obrero no podr¨ªa ni so?ar tras trabajar varios siglos, no deja de ser un esc¨¢ndalo.
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