Karzai promete luchar contra la corrupci¨®n
El presidente afgano invita a los "hermanos talibanes" a aunar esfuerzos
El hombre que acaba de ganar unas elecciones basadas en el fraude ha prometido luchar contra la corrupci¨®n. En su primera rueda de prensa tras su proclamaci¨®n como presidente de Afganist¨¢n para los pr¨®ximos cinco a?os, Hamid Karzai reconoci¨® que es "un problema que ha provocado un serio deterioro de la imagen de su Gobierno" y prometi¨®, en respuesta a las presiones internacionales, entre ellas la del presidente de EE UU, Barack Obama, "lanzar una campa?a para limpiar el Gobierno de corruptos". Despu¨¦s puntualiz¨® que la corrupci¨®n no se resolver¨ªa destituyendo a personas, sino con la elaboraci¨®n de nuevas leyes.
Karzai es presidente de Afganist¨¢n desde 2004, aunque dirigi¨® el Gobierno interino a partir de 2002. El a?o pasado, Afganist¨¢n ocup¨® el cuarto puesto de 180 de los pa¨ªses m¨¢s corruptos del mundo, seg¨²n el ¨ªndice de Transparencia Internacional.
El mandatario reelegido intentar¨¢ formar un Gobierno de unidad nacional
Tambi¨¦n dijo el presidente reelecto que buscar¨¢ un Gobierno que ayude a unificar el pa¨ªs (la UE le exige uno "cre¨ªble y competente"), aunque evit¨® pronunciarse sobre si ese Ejecutivo de amplia base tratar¨¢ de incluir al opositor Abdul¨¢ Abdul¨¢, que el domingo se retir¨® de la segunda vuelta al no existir, en su opini¨®n, garant¨ªas de que las elecciones ser¨ªan limpias. La Comisi¨®n de Quejas Electorales, nombrada por la ONU, detect¨® m¨¢s de un mill¨®n de irregularidades en la votaci¨®n de agosto, aunque se sospecha que la cifra real es mayor, pues s¨®lo revis¨® un 10% de los colegios. El presidente calific¨® ayer la retirada de Abdul¨¢ de desafortunada y reiter¨® que le hubiera gustado que se celebraran los comicios y ganar en las urnas.
La forma y el contenido de esta intervenci¨®n son s¨®lo un cap¨ªtulo m¨¢s en un proceso de deterioro creciente que ha llevado a la pol¨ªtica afgana, y arrastrado a sus aliados occidentales, a un estado de ficci¨®n en el que los ¨²nicos actores que parecen trabajar con la realidad son los talibanes. Mal asunto, cuando ¨¦stos llevan la iniciativa militar desde 2007, y Obama debe decidir el env¨ªo de 40.000 soldados de apoyo y una nueva estrategia pol¨ªtica capaz de ganar "los corazones y las mentes" de la gente, que es la frase que se dice cuando se han perdido, como sucedi¨® en Irak.
En su intervenci¨®n, el presidente llam¨® "hermanos" a los talibanes y les invit¨® a sumarse al esfuerzo de normalizaci¨®n. La respuesta no tard¨® en llegar en forma de comunicado, en el que califican a Karzai de "marioneta" occidental y prometen que la lucha armada continuar¨¢. "Lo m¨¢s sorprendente", escriben los talibanes, "es que hace dos semanas se dec¨ªa que el presidente marioneta Karzai estaba implicado en un fraude, y ahora que ha sido elegido bas¨¢ndose en esos mismos votos fraudulentos, es felicitado por Washington y Londres".
Entre los principales corruptos de Afganist¨¢n est¨¢ el hermano del presidente, Ahmed Wali Karzai, al que se le considera adem¨¢s un destacado narcotraficante, y autor de la fabricaci¨®n de decenas de miles de votos en la provincia de Kandahar, donde ejerce de virrey; el general uzbeco Abdul Rashid Dostum, acusado de la muerte de miles de prisioneros talibanes y uno de los se?ores de la guerra m¨¢s sanguinarios tras la retirada sovi¨¦tica, y el ex ministro de Defensa Mohamed Qasim Fahim, otro hombre relacionado con el narcotr¨¢fico a gran escala.
Para vencer en estas elecciones presidenciales, que han terminado por ser un disparate que se ha llevado por delante la escasa credibilidad que ten¨ªa Karzai, un hombre muy impopular en Afganist¨¢n, ¨¦ste firm¨® acuerdos con otros se?ores de la guerra, como Ismail Khan, jefe de Herat, ciudad donde se halla el grueso de las tropas espa?olas.
?stos son algunos de los nombres que la comunidad internacional exige como pago anticipado a la pol¨ªtica de dar por bueno el simulacro electoral y tratar de avanzar en alguna soluci¨®n que permita recuperar la iniciativa militar y pol¨ªtica. Se han invertido m¨¢s de 64.000 millones de d¨®lares en Afganist¨¢n (unos 43.300 millones de euros) desde 2001. De ellos, s¨®lo el 14% ha tenido un impacto real en la vida de las personas. La presencia internacional no se mide en obras p¨²blicas, hospitales y escuelas, sino en soldados fuertemente armados.
La corrupci¨®n se debe a la desestructuraci¨®n de una sociedad que se basaba en la autoridad de los ancianos de los clanes. En un pa¨ªs que produce el 92% del opio mundial, poco puede hacer un polic¨ªa que cobra al mes el equivalente a 150 d¨®lares (102 euros). A diferencia de la corrupci¨®n en Europa, aqu¨ª ¨¦sta frena el acceso a servicios, comida, trabajo y educaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.