Las elecciones espolean a los republicanos
Los dem¨®cratas pierden los Gobiernos de los Estados de Virginia y Nueva Jersey - Los comicios suponen un aviso para Obama, pero no un juicio a su presidencia
![Antonio Ca?o](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fbeac12ba-699c-4d3e-89c6-e30be1d9a86c.png?auth=74fed457e58f28ed1f5682cefdc437f0ffd7a482e0124e2212ab78e056c83af2&width=100&height=100&smart=true)
Con todas las precauciones necesarias respecto a unos resultados muy influidos por asuntos locales, las elecciones del martes en Estados Unidos representan un peque?o impulso para el Partido Republicano y una cierta llamada de atenci¨®n para los dem¨®cratas y Barack Obama. Mucho m¨¢s dudoso es que se pueda interpretar esta parcial convocatoria a las urnas como un refer¨¦ndum sobre la popularidad del presidente.
Los republicanos recuperaron los puestos de gobernador de Virginia y Nueva Jersey. En el primer caso, Bob McDonnell, un conservador de ley, orden y Dios, gan¨® holgadamente en un territorio que sigue estando mayoritariamente a la derecha. En Nueva Jersey, en cambio, Chris Christie, un moderado, destron¨® al actual gobernador en un Estado de larga tradici¨®n dem¨®crata.
La oposici¨®n pierde un esca?o en Nueva York que controlaba desde la guerra civil
La popularidad de Obama no repercute por s¨ª sola a favor de los dem¨®cratas
El doble triunfo en dos lugares en los que Obama hab¨ªa ganado el a?o pasado ha sido considerado por el liderazgo de la oposici¨®n como el punto de apoyo para el relanzamiento del partido de cara a las legislativas del pr¨®ximo a?o y a las presidenciales de 2012. "Esto permitir¨¢ vigorizar a nuestros voluntarios, a nuestras organizaciones y a nuestros donantes", manifest¨® ayer el presidente de la Asociaci¨®n de Gobernadores Republicanos, Haley Barbour.
La gran noche republicana tuvo, sin embargo, un lunar de cierta trascendencia. La oposici¨®n perdi¨® un esca?o de la C¨¢mara de Representantes por un distrito de Nueva York que hab¨ªa ganado desde la guerra civil. Y eso fue posible ¨²nicamente porque los conservadores extremistas impusieron a un candidato de su l¨ªnea y obligaron a renunciar a la elegida por los responsables locales, m¨¢s moderada, lo que provoc¨® una divisi¨®n interna que acab¨® beneficiando a los dem¨®cratas.
Cada una de estas elecciones tiene su importancia y tendr¨¢ sus efectos. Pero la gran inc¨®gnita de la noche era la de saber qu¨¦ indicaban estos resultados respecto a la pol¨ªtica nacional, y en ese sentido su interpretaci¨®n es m¨¢s compleja. El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo que el presidente no hab¨ªa seguido de cerca la aparici¨®n de los resultados.
Por un lado, estas elecciones vuelven a demostrar el sentido del equilibrio que orienta a los votantes norteamericanos. Desde hace 20 a?os, estos comicios en Virginia y Nueva Jersey los gana el partido que no est¨¢ en la Casa Blanca, sea cual sea.
Por otra parte, hay diversos factores que tener en cuenta en ambos Estados mucho m¨¢s determinantes que la popularidad de Obama o la pol¨ªtica de su Gobierno. En el caso de Nueva Jersey, uno fundamental es el desprestigio del gobernador dem¨®crata, Jon Corzine, a quien se reprocha una p¨¦sima gesti¨®n de la crisis econ¨®mica y que estaba m¨¢s de 10 puntos por detr¨¢s en las encuestas antes de que Obama participase en la campa?a. Acab¨® perdiendo por cinco.
En Virginia, el fracaso del candidato dem¨®crata, Creigh Deeds, se ve¨ªa venir ya desde los primeros d¨ªas de una campa?a electoral que ha sido considerada como un monumento al disparate. Marginando a la poblaci¨®n negra -muchos de sus principales representantes ni siquiera le dieron su apoyo- y urbana, Deeds destruy¨® la coalici¨®n que hace un a?o hab¨ªa puesto a Virginia del lado dem¨®crata por primera vez desde 1965. Cuando Obama acudi¨® al rescate Deeds llevaba ya una desventaja de 20 puntos.
Tanto en Virginia como en Nueva Jersey las encuestas reflejan una popularidad del presidente cercana al 60%, en torno o por encima de la media nacional, aunque muchos de los que votaron por ¨¦l en 2008 no se han sentido ahora llamados por el mismo movimiento. En Nueva Jersey, un 57% de la poblaci¨®n aprueba la gesti¨®n de Obama, pero un 20% de ellos vot¨® por Christie.
Al mismo tiempo, estas elecciones s¨ª aportan algunos datos que pueden ser motivo de inquietud para los dem¨®cratas y de preocupaci¨®n para la Casa Blanca. Entre los primeros, eso mismo, el hecho de que la popularidad de Obama no repercuta autom¨¢ticamente a favor de cualquier candidato del partido del Gobierno. Eso es un problema que puede ser serio cuando la suerte de muchos de los proyectos de la Casa Blanca est¨¢ en manos de congresistas que deben someterse a elecciones dentro de un a?o.
Algunos congresistas dem¨®cratas pueden entender, por err¨®neo que resultara el c¨¢lculo, que ¨¦ste es el momento de que cada uno se salve por su cuenta y que el respaldo a la reforma sanitaria y otros proyectos no s¨®lo no es garant¨ªa de ¨¦xito sino que puede ser un obst¨¢culo para la reelecci¨®n.
Para el presidente, el indicador m¨¢s alarmante de la noche del martes es, sin embargo, el comportamiento de los electores que se definen como independientes. Un 60% de los que responden a esa denominaci¨®n se inclinaron por el candidato republicano en Nueva Jersey.
Los independientes no s¨®lo jugaron un papel fundamental para elegir a Obama sino que fueron un factor muy importante durante la campa?a electoral para demostrar el esp¨ªritu bipartidista que inspiraba la candidatura del actual presidente. Sin el apoyo de los independientes, decepcionados porque consideran que la Casa Blanca est¨¢ atendiendo demasiado los intereses de la tradicional clientela dem¨®crata, Obama se convierte en un pol¨ªtico tradicional y su fuerza renovadora pierde fuelle.
Todos los efectos detectados en esta jornada electoral parecen a¨²n fr¨¢giles y, probablemente, sencillos de revertir. Existe un factor psicol¨®gico que, sin duda, hay que tener en cuenta y que ayudar¨¢ a los republicanos a superar la depresi¨®n en la que estaban sumidos. Pero quedan a¨²n muchas batallas por librarse hasta el pr¨®ximo duelo en las urnas.
![El gobernador electo de Nueva Jersey, Chris Christie (izquierda), y la subgobernadora, Kim Guadagno (centro), tras el anuncio de la victoria.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/X7FX5BQ5AGANJNMVVMXSBRSOAI.jpg?auth=80c2fabe9ba793d3550ed7af0dae47059b69117e0d7377ef0f4f368319bac6e4&width=414)
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