Matriculado en la euforia y licenciado en el desastre
Espa?a vive el drama de una generaci¨®n que termina la carrera sin apenas perspectivas de trabajar - Buscan desesperadamente empleo sin importar ya las condiciones, el sueldo o la precariedad
El d¨ªa que Cristina Carb¨® asisti¨® a su primera clase en la escuela superior de dise?o Elisava, el 3 de octubre de 2005, el Ibex-35 de la Bolsa espa?ola alcanz¨® los 10.880 puntos. La tasa de paro estaba en uno de los niveles m¨¢s bajos de las ¨²ltimas d¨¦cadas, en el 9,33%. La f¨¢brica inmobiliaria espa?ola puso en marcha aquel a?o hasta 716.035 viviendas, un dato esperanzador para una estudiante como ella, reci¨¦n llegada a los estudios de dise?o, con especialidad en interiorismo, en Barcelona. Espa?a, en definitiva, sacaba pecho en Europa, con un crecimiento econ¨®mico del 3,4% aquel a?o, casi el triple que la zona euro.
Tres a?os, ocho meses y 13 d¨ªas despu¨¦s, el 16 de junio de 2009, Cristina present¨® su proyecto de fin de carrera en la escuela y, al salir de ella con su t¨ªtulo de graduada superior bajo el brazo, el escenario hab¨ªa cambiado: el desempleo castigaba al 17,93% de la poblaci¨®n activa y Espa?a cumpl¨ªa su primer a?o en recesi¨®n, con una ca¨ªda del 4,2% respecto al junio anterior. El n¨²mero de viviendas que se iniciar¨ªan en todo 2009, dec¨ªan esos d¨ªas los constructores, no pasar¨ªan de las 200.000. Y la Bolsa, que probablemente a ella le importaba poco, estaba en 9.498 puntos. El llamado "milagro econ¨®mico espa?ol", en resumen, fue dado por muerto por todos aquellos expertos que en su d¨ªa lo jalearon.
"El joven se lleva lo peor porque es m¨¢s f¨¢cil despedirle", afirma un experto
Se han perdido 440.000 personas activas menores de 30 en dos a?os
Los j¨®venes alargan sus estudios en espera de tiempos mejores
Los veintea?eros est¨¢n optando por hacer 'masters' o posgrados
"Estudiar te da la opci¨®n de lograr hacer pr¨¢cticas", dice una alumna
Con todo, los m¨¢s formados son los menos vulnerables a la crisis
Desde entonces, Cristina ha enviado al menos una treintena de curr¨ªculos. A constructoras: agua. Estudios de dise?o: agua. Bolsas de trabajo: agua. Ni una sola llamada de respuesta, ni una entrevista de trabajo, ni un proceso de selecci¨®n en marcha.
Hay casi 1,3 millones de j¨®venes de entre 20 y 29 a?os en Espa?a que buscan un trabajo, un 52% m¨¢s que hace un a?o. Son m¨¢s de mill¨®n y medio si contamos desde los 16 a?os. Casi 127.000 de ellos buscan su primer empleo, seg¨²n los datos del tercer trimestre de la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA), el mejor term¨®metro del mercado laboral. Y si se acerca la lupa a esos j¨®venes en paro, m¨¢s de 290.000 tiene formaci¨®n superior, de los que 26.000 no ha trabajado nunca (ver cuadro).
Los licenciados sufren menos paro que los que tienen formaci¨®n inferior. Aunque la gente de menos de 30 a?os tiene mayor tasa de desempleo (de casi el 30%) que la media (17,9%).
Perdida en la ensalada de estad¨ªsticas, la de Cristina es esa generaci¨®n de universitarios que se matricul¨® en los a?os de la euforia econ¨®mica, la m¨¢s duradera ¨¦poca de bonanza que vivi¨® Espa?a en d¨¦cadas, y ha ido a aprobar su ¨²ltimo examen ahora, en el desastre. "Al principio o¨ªas noticias de la crisis y pensabas que eso no iba contigo, pero el miedo nos empez¨® a entrar en febrero, cuando empezamos a preparar el proyecto. Lo peor es que tambi¨¦n tus padres creen que cuando acabes la carrera ya empezar¨¢s a ganar tu dinero, a tener una nueva vida", reflexiona esta barcelonesa a punto de cumplir los 22 a?os.
El acceso al primer empleo ha sido un trance dif¨ªcil para todas las promociones de universitarios, por el c¨ªrculo vicioso de que sin experiencia, no hay trabajo, y, sin un trabajo, nunca se logra esa experiencia. Pero ahora, con la crisis, aquel primer empleo precario -contrato de pr¨¢cticas y ayuda al empresario mediante-, ha ca¨ªdo en picado en las bolsas de trabajo. Con lo que muchos j¨®venes optan por alargar su etapa educativa.
Ayer, una encuesta de la Fundaci¨®n Bertelsmann se?alaba que la mayor inquietud de los espa?oles de 18 a 30 a?os es el paro y ni siquiera les preocupa que el trabajo que encuentren est¨¦ mal pagado y sea precario. Y a m¨¢s de la mitad le gustar¨ªa constituir su propio negocio frente a los que quieren ser funcionario.
El catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad Aut¨®noma de Madrid Fernando Vallesp¨ªn, que ha dirigido el estudio, record¨® que Espa?a ocupa los primeros puestos europeos de desempleo juvenil. Por ello, consider¨® l¨®gico que s¨®lo a un 4% y 7% de los j¨®venes, respectivamente, les parezca un problema los salarios bajos o los contratos precarios: "Hay tal ausencia de empleo que lo ¨²nico que importa es tener trabajo, aunque est¨¦ mal pagado".
Pero es que ese primer jornal en pr¨¢cticas ya no es tan accesible. Para muestra, un bot¨®n: la Fundaci¨®n Universidad y Empresa suele facilitar un primer empleo de pr¨¢cticas a entre 1.500 y 2.000 titulados, pero este a?o calculan que la oferta est¨¢ bajando un 30%. Y en el Servicio de Orientaci¨®n Laboral de la Universidad de Las Palmas, por ejemplo, el n¨²mero de empresas que se ha acercado por all¨ª solicitando titulados universitarios ha ca¨ªdo un 40%, mientras que los j¨®venes pidiendo ayuda han subido un 15%. Adem¨¢s, "hemos notado un importante aumento en la demanda de formaci¨®n por parte de los estudiantes, tanto en especializaci¨®n de posgrado como en las solicitudes de acceso a la universidad", explica el vicerrector Nicol¨¢s D¨ªaz. En este ¨²ltimo caso, "en lo que respecta a los alumnos mayores de 25 a?os, se ha duplicado la demanda con respecto al a?o anterior, y rondan las 2.000 solicitudes s¨®lo en este colectivo", a?ade D¨ªaz.
Y es que, con este panorama, muchos j¨®venes han optado por estudiar un posgrado o master de turno para progresar ante la tan esperada recuperaci¨®n econ¨®mica. "La poblaci¨®n activa se ha reducido desde el tercer trimestre de 2007 y, en concreto, entre los menores de 30 a?os hay 440.000 personas que ha dejado de trabajar o buscar trabajo, debido en buena parte a que la gente alarga sus estudios", apunta Antoni Espasa, el director del Bolet¨ªn de Inflaci¨®n y An¨¢lisis Macroecon¨®micos de la Universidad Carlos III.
Si hubiese que poner nombres y apellidos a todos esos n¨²meros, los de Cristina ser¨ªan unos de ellos: "Me llevo moviendo desde junio y no he encontrado nada, as¨ª que ahora me he metido en un posgrado de Per¨ªmetros privados [traducci¨®n para profanos: interiorismo, pero espec¨ªfico para el sector residencial]. Seguir estudiando te da la oportunidad de conseguir pr¨¢cticas en empresas, aunque con menos sueldo".
La crisis no ha pasado de largo por ning¨²n sector y ning¨²n grupo de poblaci¨®n, pero el paro s¨ª se ha cebado especialmente con los j¨®venes. De los 1,4 millones de puestos de trabajo que se han destruido desde hace dos a?os, el 90% lo ocupaban personas de menos de 30 a?os. "Los j¨®venes se est¨¢n llevando la peor parte de la crisis porque es m¨¢s f¨¢cil despedirles a ellos que a los mayores. Es necesaria una reflexi¨®n sobre el mercado de trabajo a la que, si se hace de forma pausada, rigurosa y con la intenci¨®n de llegar a conclusiones consensuadas, nadie se debiera oponer. Si tenemos una tasa de paro que dobla a la europea, algo estaremos haciendo mal", reflexiona Espasa.
La psicosis se instala ya en las conversaciones de las pandillas de amigos. El paso del tiempo s¨®lo le hace a uno desesperarse. Marta Gim¨¦nez, de 22 a?os, estudi¨® Psicolog¨ªa en la Universidad de Barcelona y acab¨® sus pr¨¢cticas en febrero. "Primero buscaba trabajo de lo m¨ªo, pero apenas hab¨ªa y, si hab¨ªa, requer¨ªan experiencia. Cuando lleg¨® abril, volv¨ª a coger trabajos puntuales como azafata de ferias y congresos, como hac¨ªa cuando estaba estudiando. Al principio no quer¨ªa, pero ahora voy cogi¨¦ndolos", explica.
Jos¨¦ (nombre ficticio) es ingeniero t¨¦cnico de Obras P¨²blicas en Valencia y su curr¨ªculo estuvo en la lista de espera de McDonald's durante casi un a?o. "Pero ni de all¨ª me llamaban, ten¨ªa gente por delante. Desde que acab¨¦ los ex¨¢menes en septiembre de 2008, busqu¨¦ empleo en todas partes", relata el joven de 26 a?os.
Hace menos de un mes, le llamaron de una constructora y le ofrecieron un trabajo de becario, por 600 euros al mes. La suya y la de sus compa?eros de estudios es una situaci¨®n peculiar: "Preferimos no presentar nuestro proyecto de final de carrera porque entonces tendremos la licenciatura y ya no nos podr¨¢n contratar en pr¨¢cticas, que les sale m¨¢s barato. Tendr¨ªan que pagarnos m¨¢s de 600 euros y nos podr¨ªan echar". Jos¨¦ prefiere no decir su nombre para no tener problemas en esa empresa.
Ampliar los estudios, opina Antoni Espasa, es una buena estrategia, ya que la crisis pasa una factura muy desigual en funci¨®n del nivel formativo. Mientras los j¨®venes de entre 20 y 24 a?os con formaci¨®n superior tienen una tasa de paro del 29,9%, los que se quedaron con la educaci¨®n secundaria la tienen del 36,7%. Lo mismo ocurre de los 25 a los 29 a?os, la tasa de paro se sit¨²a en el 16,3% para los licenciados, pero alcanza el 28% para los de secundaria.
Las cifras son tozudas: a mayor formaci¨®n, menos paro. Y, en general, m¨¢s dinero. Otra cosa es que esta ¨²ltima diferencia, la brecha salarial entre licenciados y no licenciados, es decir, el incentivo econ¨®mico para seguir estudiando, se haya estrechado en los ¨²ltimos a?os, tal y como puso de manifiesto la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE), que agrupa a los pa¨ªses m¨¢s desarrollados.
Pero los m¨¢s formados siguen siendo menos vulnerables a la crisis. Otro de los elementos que critica la OCDE es que el 22,7% de los trabajadores indefinidos y el 40,27% de los eventuales de entre 16 y 30 a?os desarrolla un trabajo que requiere menos preparaci¨®n de la que tiene.
Jordi Planas, licenciado en Econom¨ªa y doctor en Sociolog¨ªa por la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB), acaba de realizar un estudio sobre las universidades catalanas y asegura que "la mayor parte de los estudiantes afirma que su formaci¨®n s¨ª le sirve en el trabajo". Otra cosa es que cada licenciado se dedique exactamente a aquellos para lo que te¨®ricamente estudi¨®. "Pero yo no creo que haya un empleo predeterminado para un tipo de titulaci¨®n. ?Qu¨¦ debemos pensar? ?Pobre Javier Solana, que por formaci¨®n es f¨ªsico, y no ha conseguido ser f¨ªsico, s¨®lo ha llegado a secretario general de la OTAN o a representante de la Uni¨®n Europea en Asuntos Exteriores?", espeta. "O Jordi Pujol, que no pudo ejercer de m¨¦dico y s¨®lo fue presidente de una comunidad aut¨®noma durante 20 a?os...".
El director gerente de la Fundaci¨®n Universidad y Empresa, Fernando Mart¨ªnez G¨®mez, explica que los licenciados en carreras de humanidades suelen tener m¨¢s incertidumbre al principio, pero defiende que el mundo de la empresa deber¨ªa abrirse m¨¢s a este perfil de futuro profesional: "Les explicamos a los empresarios que los licenciados en Filolog¨ªa inglesa, por ejemplo, pueden trabajar en el departamento de internacional, o los psic¨®logos en el de recursos humanos".
M¨¢s de 1,3 millones de j¨®venes se matricularon en las universidades espa?olas el a?o pasado, para el curso 2008-2009. Ellos, al rev¨¦s que Cristina, Marta o Jos¨¦, empiezan sus estudios superiores en la recesi¨®n, y la cuesti¨®n es cu¨¢l ser¨¢ el clima econ¨®mico cuando acaben. Dice la Comisi¨®n Europea que Espa?a soportar¨¢ una tasa de desempleo superior al 20% hasta 2011, aunque sit¨²a la salida de la recesi¨®n para la segunda mitad de 2010. El presidente espa?ol, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, la adelanta a finales de este a?o o principios de 2010.
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