Lo viejo es hermoso
En un mundo en el que ¨²ltimamente hay que pasar por legiones de empleados y publicistas para conseguir una triste declaraci¨®n, asombra que para hablar con Imelda May haya simplemente que marcar el n¨²mero de su m¨®vil y ella misma responda al otro lado. Est¨¢ en su Irlanda natal, "voy en un coche camino de Belfast, esta noche tengo concierto", dice. "Me encanta. Ahora vivo en Londres, pero vuelvo a casa, a Dubl¨ªn, siempre que puedo".
May, 35 a?os, lleva casi 20 recorriendo los clubes de las islas y media Europa. "Empec¨¦ con 16 a?os, ha sido un largo camino". En 2005 public¨® su primer ¨¢lbum (que acaba de ser reeditado) y en 2008, el segundo, Love tattoo. Su mezcla de rockabilly, swing y jazz, su est¨¦tica cincuentera y el sincero amor que destila por la ¨¦poca de los pioneros llamaron la atenci¨®n de Jools Holland. El m¨²sico y presentador de televisi¨®n brit¨¢nico la llev¨® a su programa y, despu¨¦s, de telonera en una gira que termin¨® con un concierto en el Royal Albert Hall londinense. Fue su despegue. "Todo se ha vuelto un poco loco en los ¨²ltimos meses. Pero lo llevo bien. En parte, supongo que ha sido por haber tocado tanto. He hecho esto durante mucho tiempo d¨¢ndome exactamente igual si ten¨ªa ¨¦xito o no. Y al final parece ser que gracias a hacerlo al viejo estilo funciona. Que seas capaz de agradecer que se aprecia lo que haces y al mismo tiempo sepas que seguir¨ªas en ello aunque no fuera as¨ª hace mucho m¨¢s f¨¢cil lidiar con la atenci¨®n".
"Ahora parece que las chicas intentan aparentar que tienen ocho a?os. En los cincuenta lo 'cool' era ser muy mujer. Me encanta"
Y tanto. Hace poco que se cumplieron 10 a?os del momento en que se mud¨® a Londres y hasta 2005 no mont¨® su propia banda. Casada con el guitarrista de su grupo y, seg¨²n cuentan, lo m¨¢s alejado a una diva que quepa imaginar, Imelda May es parte de esa oleada de m¨²sicos de las islas fascinados por la cultura popular estadounidense de los cincuenta, entre los que tambi¨¦n destacan Kitty, Daisy & Lewis. Ella proviene de una familia obrera de Dubl¨ªn, cinco hermanos creciendo en una casa de dos dormitorios. "Mi m¨²sica es una mezcla de todo lo que amo. Est¨¢ influenciada por lo que escuchaba de ni?a. Uno de mis hermanos o¨ªa mucho rockabilly, Buddy Holly, Gene Vincent, es la banda sonora de mi infancia. En mi casa hab¨ªa mucho amor y la m¨²sica era parte de eso. Mira, un d¨ªa escuch¨¦ a Billie Holiday en la radio y aquello me puso del rev¨¦s. Y fue mi hermano el que me llev¨® de la mano a la tienda de discos y me compr¨® un grandes ¨¦xitos. Lo escuchamos juntos toda la tarde. Es un recuerdo maravilloso".
A ella, haber mamado ese estilo parece haberle proporcionado una perspectiva nueva. Como los ya mencionados Kitty, Daisy & Lewis, es una artista que parece haber dado con la piedra filosofal para sonar exactamente igual que sus modelos, pero al mismo tiempo no ser retro. As¨ª han salido del circuito rockabilly. De hecho, Imelda May se curti¨® en los clubes de burlesque, esa especie de cabaret er¨®tico de los cincuenta que Dita Von Teese, la ex de Marilyn Manson, ha sacado de las catacumbas y ha convertido en un estilo de moda. "Yo cantaba mientras las chicas hac¨ªan su espect¨¢culo. Era muy divertido. Me encanta esa est¨¦tica. No es que intente disfrazarme como una mujer de los cincuenta, es s¨®lo algo que me gusta. Me levanto por la ma?ana, me peino as¨ª y ya me siento bien para salir a la calle. Desde peque?a he pasado la vida intentando encontrar lugares donde hubiera ropa del estilo de los cincuenta. A los 15 me compr¨¦ mi primer abrigo de imitaci¨®n de piel de leopardo. Yo quer¨ªa parecer mayor. Es un estilo muy femenino. Me encanta esa ropa, ahora miras los peri¨®dicos y parece que todas las chicas quieren aparentar que son ni?as de ocho a?os, pero entonces lo cool era ser muy mujer. Me encanta esa imagen".
Sin embargo, sobre toda mujer que practica un estilo reconocible del pasado planea la sospecha de ser, de alguna manera, una seguidora de, siento tener que decirlo, Amy Winehouse. "No te agobies", dice riendo, "sale en todas las entrevistas. El ¨²nico punto que tenemos en com¨²n es que ambas somos mujeres".
Es el misterio de las modas: por qu¨¦ repentinamente un estilo marginal encaja en todas partes. La semana que viene comienza su gira espa?ola. De las cuatro fechas programadas, una es un festival de m¨²sicas del mundo en Canarias, y otras dos, en Cartagena y Barcelona, sendos festivales de jazz. "Tiene gracia, porque son las generaciones que crecieron en los ochenta y noventa las m¨¢s curiosas con ese tipo de m¨²sica. La ¨²nica raz¨®n que se me ocurre es la m¨¢s sencilla: es buen¨ªsima. Los gustos del p¨²blico son como un columpio, van hacia delante y hacia atr¨¢s. Hasta cierto punto, el paso atr¨¢s es fundamental, porque hay que conocer la historia para valorar el presente: y eso vale para los que fabrican muebles o los dise?adores de moda. La m¨²sica tal y como la conocemos hoy no existir¨ªa si no fuera por el rockabilly. Pero tambi¨¦n escucho cosas contempor¨¢neas, no creas". n
Love tattoo est¨¢ publicado en Universal. Imelda May act¨²a el 14 noviembre en Las Palmas de Gran Canaria (Festival WOMAD); el 19, en Madrid (Sala Caracol); el 20, en Cartagena, Murcia (29? Cartagena Jazz Festival), y el 21, en Barcelona (Festival Internacional de Jazz de Barcelona).
![La cantante irlandesa Imelda May, <i>pin-up</i> del siglo XXI.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/X5WRIGR5XUMJ5PBGALU2PNZH74.jpg?auth=63068196e5b28070a2fb4b75348fb882e1638e3980ad211ab48fba863226c9e6&width=414)
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