Vacas con 'glamour'
La fot¨®grafa canadiense Sylvie Gouin inmortaliza los mejores ejemplares del mundo
Sus modelos no son talla 36. Las curvas generosas que lucen ni siquiera aspiran a una XL, aunque son modelos. Porque ante el objetivo de la canadiense Sylvie Gouin s¨®lo desfilan vacas. Los mejores ejemplares del mundo.Sylvie naci¨® bajo el signo de la vaca. Sus padres ten¨ªan una explotaci¨®n de carne en Quebec (Canad¨¢) y ella fue creciendo con los terneros. De joven, sol¨ªa retratar a sus vacas para el ¨¢lbum familiar. Luego se cas¨® con la profesi¨®n. Su marido era fot¨®grafo de vacas y con ¨¦l ejerci¨® de ayudante hasta que, en 1995, se puso a disparar por su cuenta.
Dicen que es la mejor entre los grandes especialistas, casi todos con pasaporte canadiense o estadounidense: "Para hacer una buena foto hay que saber de vacas", asegura. Por eso la reclaman desde ganader¨ªas de Francia, B¨¦lgica, Suiza, Irlanda y Espa?a. As¨ª que Sylvie se sube al avi¨®n en Montreal varias veces al a?o con destino a Par¨ªs, y luego alquila un coche y se interna por los caminos rurales que conducen a los mejores establos.
Cuando las modelos se descontrolan, la retratista les da aguardiente del pa¨ªs
Les lavan el pelo, se lo cortan e incluso les dan laca para realzar sus colores
En la Unidad de Transferencia Embrionaria de Bos, en Gu¨ªsamo (Bergondo, A Coru?a), le han encargado el book de ocho modelos. Son fotos de cat¨¢logo, para acreditar la buena gen¨¦tica de los sementales del centro. Esa es casi siempre la finalidad de las fotos: que el semen o los animales se vendan mejor. Sylvie carga en su coche todos los elementos de un estudio m¨®vil. En un alpendre monta flashes, un tr¨ªpode y un fondo buc¨®lico: un cielo azul sobre el que se recortan verdes monta?as y, al pie, macetas con flores amarillas y rosas y un suelo cubierto de hierba. El resultado es una estampa kitsch que deslumbra a los ganaderos de medio mundo. Otras veces, fotograf¨ªa al aire libre, hace posar a sus vacas en los escenarios m¨¢s peculiares. Pero la lluvia gallega, que inspira a tantos, agua su creatividad.
La sesi¨®n requiere una preparaci¨®n cuidadosa, porque la vaca debe estar perfecta para la ocasi¨®n: le afeitan el pelaje con el largo justo en cada zona para que la piel parezca terciopelo, la lavan con agua y jab¨®n hasta que est¨¢ reluciente, le dejan las pezu?as impecables y se afanan con el estilismo del rabo. Cuando Sylvie llega, se encuentra un animal impoluto al que todav¨ªa aplica unos ¨²ltimos retoques: laca aqu¨ª y espray all¨¢, va dando esplendor a lo que antes simplemente brillaba. Cuando acaba, la frisona tiene el blanco m¨¢s blanco y el negro m¨¢s negro.
La primera retratada es una vaca noble, que lleva un linajudo apellido unido al nombre: se llama Bos Allen Jeny ET. Jeny para los amigos es originaria de Bos e hija del semental Allen. ET son las siglas de "transferencia embrionaria", lo que significa que desciende de una vaca de alto valor gen¨¦tico y ha sido gestada en un vientre de alquiler.
No es f¨¢cil conseguir la pose adecuada. Hay que lograr un clima de tranquilidad para que el animal no se altere con el disparo del flash. M¨¢s de una vez, la artista se ha encontrado con una vaca a la fuga llev¨¢ndose por delante todo el escenario. Por eso, ahora exige que est¨¦n domadas. Esto requiere que los manejadores, especialistas en esta tarea, trabajen previamente con el animal para que no se espante. Si la modelo es asustadiza, existe un remedio que utiliza para casos extremos: un pelotazo de medio litro de aguardiente del pa¨ªs, que casi siempre funciona.
El plano ha de destacar su perfecta morfolog¨ªa, por lo que se necesita que varias personas preparen la foto. Sylvie viaja con una ayudante belga, Astrid, y con Mauricio, t¨¦cnico de Xen¨¦tica Fontao que la acompa?a en sus rutas y le sirve de int¨¦rprete. Entre los dos y el manejador van colocando a Jeny en posici¨®n. Las patas delanteras se suben a un altillo a fin de destacar el lomo, y se colocan las traseras una delante y otra atr¨¢s, para dejar a la vista la ubre, que permite distinguir a las buenas lecheras. Y mientras una tanza transparente controla las inoportunas interferencias del rabo, hay que conseguir que levante la cabeza, llamando la atenci¨®n del animal. Luego es cuesti¨®n de suerte disparar en el instante preciso, porque la vaca no mantiene la pose y sonr¨ªe como la modelo. Antes bien puede echar a perder el plano con una buena dosis de excrementos, por lo que debe haber un cubo siempre a punto.
Jeny luce guapa en su retrato, con una conmovedora mirada vacuna. No necesita retoques: "Matizo lo justo con Photoshop; es importante la naturalidad", asegura la fot¨®grafa. Al terminar, empaqueta sus b¨¢rtulos y escribe Chantada en el GPS. Hay un concurso de frisonas en el que va a fotografiar varios ejemplares de cat¨¢logo. Las im¨¢genes de Sylvie susurran al observador: "Tengo una vaca lechera / no es una vaca cualquiera".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.