Im¨¢genes in¨¦ditas de guerra para la mujer
Sitges expone las fotos que el periodista ingl¨¦s Henry Buckley hac¨ªa junto a Capa
El brit¨¢nico Henry Buckley (1904-1972) fue uno de los grandes corresponsales de guerra de la contienda civil espa?ola. Con su pluma describi¨® episodios tristemente famosos, como el asedio de Madrid y el final de la batalla del Ebro. Pero, casi sin querer, tambi¨¦n capt¨® con su modesta c¨¢mara momentos y detalles que otros fotoperiodistas no vieron. Unas 120 de esas instant¨¢neas se ver¨¢n hasta el 8 de diciembre en el edificio Miramar de Sitges (Garraf), donde el corresponsal pas¨® sus ¨²ltimos seis a?os de vida.
Se trata de la primera exposici¨®n sobre Buckley y en ella no s¨®lo hay im¨¢genes, sino tambi¨¦n cartas, objetos personales y sus cr¨®nicas. Coincidiendo con la exposici¨®n, se presenta una edici¨®n de las memorias de Buckley, Vida y muerte de la segunda Rep¨²blica, en catal¨¢n (Andana) y con pr¨®logo del historiador Paul Preston.
La exposici¨®n nace de un c¨²mulo de casualidades. El historiador Carles Querol descubri¨® hace tres a?os en Nueva York im¨¢genes in¨¦ditas de Robert Capa que retrataban la evacuaci¨®n de Tarragona ante el avance franquista. Querol identific¨® los lugares y organiz¨® una exposici¨®n y varias conferencias. Una de ellas la hizo en Sitges, donde un asistente le coment¨® que Capa y otros fotoperiodistas hab¨ªan pasado por Sitges porque ah¨ª viv¨ªa la mujer con la que Buckley se hab¨ªa casado meses antes: Maria Planas, hija de un ex alcalde de la ciudad. Al contactar con la nieta del corresponsal, Patricia, aparecieron en la casa familiar de Sitges tres ¨¢lbumes con 200 im¨¢genes in¨¦ditas que Buckley tom¨® durante la guerra para el brit¨¢nico The Daily Telegraph. Son esas fotograf¨ªas las que se exponen ahora.
Junto a Querol, Patricia Buckley ha participado en la exhibici¨®n, analizando las cr¨®nicas de su abuelo. Becada por el Archivo Comarcal del Alt Pened¨¨s, ha residido unos meses en Londres buscando textos que complementaran las fotograf¨ªas. Pero no estaban todas las que su abuelo envi¨®: "Las m¨¢s cr¨ªticas no se publicaron", dice Patricia. Bas¨¢ndose en que el diario segu¨ªa "una l¨ªnea pol¨ªtica conservadora", cr¨®nicas como las que escribi¨® sobre los denigrantes campos de refugiados franceses deb¨ªan incomodar.
Buckley, Capa y otros reporteros como Ernest Hemingway, Vincent Sheean y Herbert Matthews sol¨ªan ir juntos recorriendo los escenarios de la contienda. Por eso, muchas fotos de Buckley se parecen a las de Capa. "Se ve que est¨¢n tomadas el mismo d¨ªa y hora y desde el mismo metro cuadrado", dice Querol.
Buckley, referente para sus colegas de pluma, no era fotoperiodista como Capa; y se notaba: le delataban los contraluces y las sombras de su cuerpo que aparecen en algunas im¨¢genes. Por ello, su importancia reside en los momentos retratados m¨¢s que en su calidad. Querol apunta que Buckley, m¨¢s que nada, "hac¨ªa las fotograf¨ªas para enviarlas a su mujer para que supiera d¨®nde estaba". Quiz¨¢ por eso durante 70 a?os no vieron la luz, guardadas en los s¨®tanos de la casa familiar de Sitges, como un recuerdo m¨¢s.
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