Pagar con tarjeta no sale gratis
La ley permitir¨¢ trasladar del comercio al cliente el coste del dinero de pl¨¢stico
Le ha pasado a todo el mundo. Saca su tarjeta de cr¨¦dito o d¨¦bito para pagar la compra de turno y el tendero en cuesti¨®n le pone mala cara, o directamente la rechaza. Le pide que le pague en euros contantes y sonantes. El motivo se llama comisi¨®n, la que las entidades financieras le cobran a los comercios por cada operaci¨®n con dinero de pl¨¢stico y que en el ¨²ltimo trimestre se situ¨® en una media del 0,83% del importe de cada venta. En un t¨ªquet de 100 euros, por ejemplo, ser¨ªan 83 c¨¦ntimos. Pero es un promedio: la m¨¢xima (del 1,59%) se paga en masajes, saunas y discotecas, y la m¨ªnima se sit¨²a en supermercados de alimentaci¨®n (0,49%), seg¨²n el Banco de Espa?a.
A partir de enero, si los comerciantes quieren, la mueca de fastidio podr¨¢ dibujarse en la cara del cliente porque las tiendas podr¨¢n aplicarle un recargo por la tarjeta, seg¨²n la Ley de Pagos aprobada hace unos d¨ªas por el Congreso de los Diputados, y que traspone una directiva europea de 2007.
Los comerciantes dicen que ahora no piensan aplicar la tasa de recargo
Fuentes del ¨¢rea de Competencia de la Comisi¨®n Europea consideran que "permitir el recargo es positivo porque mejora la transparencia para los consumidores". Adem¨¢s, critica que "estos costes ¨²ltimamente son siempre pagados por los clientes y generalmente no ven que lo est¨¢n haciendo", adem¨¢s de que si el comerciante tiene m¨¢s gastos por las tarjetas, ¨¦stos imponen "un coste escondido en otros consumidores".
El secretario general de la Confederaci¨®n Espa?ola del Comercio, Miguel ?ngel Fraile, se apresura a aclarar que "la vida de los espa?oles no va a cambiar en nada, ning¨²n comerciante se plantea aplicar ning¨²n coste adicional a sus clientes, y menos en este contexto de crisis en el que cae el consumo". Pero, ?ocurrir¨¢ as¨ª siempre? ?Y en todos los sectores? Fraile ve posible que aquellos negocios con m¨¢rgenes de beneficio estrechos y precios fijos, es decir, estancos, quioscos, o gasolineras, puedan aplicarlo.
La patronal de grandes superficies, ANGED, no se moja y se limita a valorar positivamente "el hecho de que sean los propios establecimientos quienes puedan gestionar los pagos como mejor les convenga y aplicar comisiones o descuentos".
Los consumidores se preocupan. "Habr¨¢ qu¨¦ ver qu¨¦ pasa en el futuro. ?Y si un d¨ªa se ponen de acuerdo todos los h¨ªper en aplicarlo? Creemos que esto est¨¢ prohibido porque es una cl¨¢usula abusiva repercutir al consumidor gastos propios del empresario, y ¨¦ste lo es", se queja Rub¨¦n S¨¢nchez, portavoz de FACUA.
Detr¨¢s se libra una vieja batalla entre la banca y el comercio a cuenta de unas comisiones que el ¨²ltimo ve abusivas, aunque han bajado casi a la mitad desde 2005. Las entidades tambi¨¦n se cobran entre ellas una tasa cuando el banco de la tarjeta y del comercio son distintos.
La pr¨¢ctica de cargar al cliente por compras con tarjeta no estaba expl¨ªcitamente prohibida por la ley. El Instituto Nacional de Consumo aclara que "todo precio anunciado debe ser el final, ning¨²n consumidor puede llevarse sorpresas a la ahora de pagar. Tampoco ahora. S¨ª se pueden aplicar descuentos a quien paga en efectivo". El coste para el cliente podr¨ªa variar en funci¨®n de los que la banca le cobre al comerciante -la llamada tasa de descuento- y en ning¨²n caso podr¨¢ sobrepasar ese porcentaje. De hecho, lo que el comercio le puede cobrar al cliente es la diferencia entre ese coste de la tasa bancaria por la tarjeta y lo que le cuesta manejar el efectivo. Es dif¨ªcil de calcular, pero fuentes del sector de tarjetas lo cifran en un 0,9%
Los comercios no han aplicado este recargo porque los contratos que ten¨ªan firmados con las entidades financieras sol¨ªan incluir una cl¨¢usula que lo prohib¨ªa. La nueva ley impide que esos pactos lleven tal cl¨¢usula, conocida como no surcharge rule en el mundillo de la tarjeta. As¨ª se da cobertura legal a una pr¨¢ctica que ya se llevaba a cabo en algunos negocios, como el de las compa?¨ªas a¨¦reas que venden billetes por Internet y aplican recargos sobre los dos euros por pagar con tarjeta. La Agencia de Consumo de Catalu?a, por ejemplo, ha expedientado a 13 aerol¨ªneas, bas¨¢ndose en que deben anunciar su precio final y que hay "discriminaci¨®n por sistema de pago".
La banca es contraria a la disposici¨®n de la nueva norma espa?ola. Puede producir un efecto contrario al que persigue la Ley "si se utiliza para penalizar el pago con tarjetas electr¨®nicas y, con ello, se incentiva un mayor uso del efectivo", explican desde la Asociaci¨®n Espa?ola de Banca.
La empresa de medios de pago Servired va m¨¢s all¨¢ y critica que una ley "aliente" el uso de dinero "negro", ya que las operaciones en efectivo son m¨¢s dif¨ªciles de controlar, adem¨¢s de que la medida puede conllevar un incremento de los precios para los ciudadanos. Tambi¨¦n se puede retraer el uso de tarjeta en Espa?a, que ya es muy inferior al de sus vecinos europeos, seg¨²n un informe de la consultora KPMG.
El resto de pa¨ªses europeos est¨¢n tambi¨¦n adapt¨¢ndose a la directiva y decidiendo qu¨¦ hacen con el famoso recargo. Hasta ahora, son muy pocos los pa¨ªses donde se aplicaba. En el Reino Unido era posible, pero no se hac¨ªa.
"Ha habido un esfuerzo importante en la reducci¨®n de las tasas en los ¨²ltimos a?os que se tiene que valorar", apunta Santiago Carb¨®, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad de Granada e investigador de FUNCAS. "Tambi¨¦n hay que apreciar el valor en s¨ª que supone para el comercio y las ventas la existencia del dinero de pl¨¢stico", a?ade Carb¨®.
Los comerciantes creen podr¨¢n negociar con m¨¢s presi¨®n. "Porque el cliente podr¨¢ decidir no comprar en una tienda, pero tambi¨¦n puede decidir pagar en efectivo", opina Fraile. Con la crisis, el uso de las tarjetas de cr¨¦dito ha bajado por primera vez en los 55 a?os desde que el dinero de pl¨¢stico circula por Espa?a.
Puntos del debate
- La directiva europea de Servicios de Pago dice a los estados miembros que no se puede prohibir el recargo de esta comisi¨®n por el uso de tarjeta, salvo que se quiera impulsar el uso eficiente de algunos medios. Espa?a se ha reservado esta facultad.
- La tasas del comercio han bajado desde 2005, tras un acuerdo entre la banca y el comercio, de una media del 1,52% a una del 0,88% en 2008, aunque no est¨¢ claro que haya repercutido en los precios.
- Lo que se podr¨ªa aplicar es la tasa de intercambio, que es la que se cobran las entidades financieras entre s¨ª. El temor es que se cargue en negocios con m¨¢rgenes estrechos, como estancos, quioscos o gasolineras. Servired cree que favorecer el uso de billetes impulsa el dinero negro .
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