El huerto en macetas
Con cuatro macetas (eso s¨ª, tienen que ser cuatro, y no tres o seis) se puede cultivar cebollas, zanahorias, lechugas, acelgas y tomates saludables y sabrosos. Y adem¨¢s, con muy poca agua y sin cultivar la tierra, usar productos fitosanitarios (ni siquiera ecol¨®gicos) o tener buena mano con las plantas. S¨®lo hay que seguir los seis principios del m¨¦todo creado por el experto en agricultura ecol¨®gica Gaspar Caballero de Segovia conocido como parades en crestall.
1. Tierra sana y f¨¦rtil. Lo primero es conseguir una superficie que propicie la vida. En macetas y bancos de cultivo, crear la base con 5 cent¨ªmetros de material de drenaje (como la arlita) y, sobre ¨¦ste, disponer 15 cent¨ªmetros m¨¢s de tierra. En un terreno basta con delimitar las franjas de siembra y aflojarlas hasta unos 15-20 cent¨ªmetros de fondo y despu¨¦s rastrillarlas para dejarlas a nivel y sin piedras gruesas. Conseguida la superficie, hay que cubrirla con 5 cent¨ªmetros de compost, pero, y aqu¨ª radica el secreto, sin mezclar con la tierra.
2. Vida microbiana. Para que las lombrices se cr¨ªen de forma natural y puedan, junto con el resto de la fauna microbiana del subsuelo, construir galer¨ªas por donde circule el aire y el agua, no hay que alterar la tierra. "La tierra ni se pisa ni se trabaja ni se mezcla con el abono. Hay que proteger la vida que hay en ella para que brinde alimentos sanos", advierte Caballero de Segovia.
3. Abono org¨¢nico. Seg¨²n este experto, el mejor compost es el esti¨¦rcol de corral. En su finca Sa Feixeta (Mallorca), ¨¦l utiliza compost aut¨®ctono modificado formado por los residuos org¨¢nicos que se producen en la casa y se tiran al corral "para devolver a la tierra parte de lo que hemos obtenido de ella". Para ahorrar agua, este abono se mezcla con 1/4 de arena que favorece un riego uniforme y, en terrenos arcillosos, mejora la calidad de la tierra.
4. Siembra densa y mixta. Como las plantas s¨®lo necesitan el espacio justo para su desarrollo, la siembra se realiza de forma m¨¢s densa que en la horticultura tradicional. De este modo, cuando las plantas crecen, las hojas se tocan y crean un microclima que evita que se pierda la humedad de la tierra y que crezcan malas hierbas. Para mantener alejadas a las plagas, los cultivos se protegen con peque?as plantas arom¨¢ticas (albahaca, or¨¦gano o tomillo) y grandes (manzanilla, lavanda, hierbaluisa), que se disponen dentro o en los alrededores del huerto.
5. Humedad constante. Con un sistema de riego exudante se liberan cantidades muy peque?as de agua, pero de una forma continuada, lo que permite mantener una humedad constante y uniforme que favorece la actividad de las lombrices y microorganismos necesarios para una tierra f¨¦rtil.
6. Rotaci¨®n cada cuatro a?os. En cada superficie de cultivo se tienen que sembrar plantas de la misma familia porque tienen las mismas necesidades (hay cuatro clases). Y cada a?o, rotar el cultivo a otra superficie, y as¨ª durante cuatro a?os, para permitir que la tierra recupere sus nutrientes, no desarrolle enfermedades ni plagas y beneficie los cultivos sucesivos. Por eso, cada huerto consta de cuatro zonas de cultivo (o m¨²ltiplos de cuatro). Las familias bot¨¢nicas son: lili¨¢ceas y umbel¨ªferas (cebollas, zanahorias y apio), solan¨¢ceas (pimientos, berenjenas, tomates?), compuestas, quenopodi¨¢ceas y cucurbit¨¢ceas (lechugas, remolachas, acelgas, pepinillos) y leguminosas y cruc¨ªferas (jud¨ªas, coles, rabanitos).?
Para espacios urbanos
En un balc¨®n: se necesitan cuatro macetas, que deben tener un ancho de 50 cent¨ªmetros y, como m¨ªnimo, una altura de 30 para que se pueda reproducir la fauna microbiana. El orificio de drenaje se tapa con un trozo de tiesto. Las plantas arom¨¢ticas (albahaca, or¨¦gano, tomillo, manzanilla, lavanda o hierbaluisa), y que mantienen las plagas alejadas, se pueden ubicar en macetas m¨¢s peque?as. Para crear un muro verde es muy ¨²til dejar trepar por unas ca?as o una estructura enrejada enredaderas Luffa cylindrica (o planta de las esponjas) que una vez secas sirven de estropajo.
En una terraza: son necesarias cuatro mesas de cultivo, que tienen que tener 60 cent¨ªmetros de ancho, 140 de largo y, como m¨ªnimo, 30 de fondo. Para que el calor no perjudique las ra¨ªces de lo plantado, se recomienda que sean de madera (y no met¨¢licas). Las de la foto, de tablones recuperados, las comercializa la Fundaci¨®n Aret¨¦. En s¨®lo 84 cent¨ªmetros cuadrados, que es la superficie de una mesa de cultivo, se puede obtener una cosecha de 10 escarolas, 5 lechugas maravilla, 3 lechugas romanas y los frutos de dos plantas de pepino.
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