Rodr¨ªguez M¨¦ndez y el nacionalcatolicismo

Me entero con tristeza del fallecimiento de mi amigo, el autor y director teatral Jos¨¦ M. Rodr¨ªguez M¨¦ndez. Fuimos compa?eros en la Facultad de Derecho de Barcelona, y tambi¨¦n en el campamento de Milicias Universitarias del Montseny en 1947, en la misma tienda de campa?a. Lo recuerdo culto, modesto, delicado, amable y honrado. En aquel campamento ocurri¨® un incidente caracter¨ªstico de su personalidad y a la vez del nacionalcatolicismo entonces imperante. Un universitario aragon¨¦s dirig¨ªa todas las noches el rezo del rosario, "por el Papa, por Franco y por Espa?a". Un d¨ªa Rodr¨ªguez M¨¦ndez confes¨® que ¨¦l era agn¨®stico, aunque cre¨ªa necesario tener una moral. Entonces algunos de los compa?eros, por cierto francamente inmorales, lo increparon duramente, como si fuera un monstruo, hasta el extremo que se espant¨® y les suplic¨® que no divulgaran su increencia, porque pod¨ªan expulsarlo de Milicias. Es lo que ocurri¨®, aquel mismo verano, con otro compa?ero, que desapareci¨® sin explicaciones. Joan Revent¨®s, que tambi¨¦n estaba all¨ª, me dijo que lo hab¨ªan expulsado al descubrir que era hermano del socialista Josep Pallach. M¨¢s tarde supe de otro expulsado por ser protestante.

Aquel nacionalcatolicismo daba lugar a incidentes como el que refer¨ªa el humorista Chumy Ch¨²mez. Poco despu¨¦s de la guerra cumpl¨ªa las pr¨¢cticas de alf¨¦rez de Milicias en Jerez de la Frontera. Lleg¨® un nuevo reemplazo y un escribiente les tomaba la filiaci¨®n: nombre, apellidos, lugar y fecha de nacimiento, religi¨®n. Todos contestaban "cat¨®lica", y se escrib¨ªa "C.A.R.", siglas de "cat¨®lica, apost¨®lica y romana". Hasta que lleg¨® un mozo que contest¨®: "Ninguna". El escribiente pregunt¨®: "?Acaso eres protestante?" "No", contest¨® el mozo, "no tengo ninguna". "Pero aqu¨ª hay que poner alguna religi¨®n", insisti¨® el escribiente. Y el recluta contest¨®: "Pues ponga: la actual".

Refer¨ª esta an¨¦cdota en una conferencia y uno de los asistentes, en el coloquio que sigui¨®, cont¨® que a ¨¦l le hab¨ªa ocurrido algo parecido. Cuando dijo que no ten¨ªa ninguna religi¨®n, el escribiente, para evitar problemas, le dijo: "Si te parece, pondremos C.A.R.". ?l pregunt¨®: "Y eso, ?qu¨¦ significa?" "En tu caso", explic¨® el escribiente, "significar¨¢ 'carece de actividades religiosas".