Luthiers contra el paso del tiempo
Hace tiempo que Les Luthiers trascendi¨® la categor¨ªa de grupo de humor para acercarse al concepto de marca internacional. Y eso que en el fondo la f¨®rmula sigue siendo la misma desde los lejanos sesenta, cuando echaron a andar. Acaso no haya raz¨®n para cambiar, cuando en sus giras llenan teatros por todo el mundo. Y m¨¢s en Espa?a, donde cuentan con una parroquia fiel que abarrota sus actuaciones. El lleno est¨¢ asegurado hasta el pr¨®ximo domingo en el Palacio de Congresos.
Lo nuevo de Les Luthiers se llama Los Premios Mastropiero y es una incisiva parodia de una gala de entrega de galardones. En ella se acercan mucho m¨¢s al teatro que a la m¨²sica. Aunque la mezcla de Tip y Coll con el absurdo franc¨¦s del periodo de entreguerras sigue ah¨ª como marca de la casa. "Tambi¨¦n queda la misma alegr¨ªa de que el p¨²blico celebre y comparta nuestra idea de que hacer humor es algo as¨ª como regalar un poco de felicidad", se?ala Carlos L¨®pez Puccio. Daniel Rabinovich a?ade: "De los or¨ªgenes quedamos casi todos, en bastante buen estado por suerte, y dispuestos a seguir por mucho tiempo m¨¢s...".
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Claro que en estos a?os han pasado muchas cosas. "?Qu¨¦ hemos ganado? Novias, muchas; dinero, bastante; fama, toda; ¨¦xito, el merecido. ?Qu¨¦ hemos perdido? Cabello, mucho; dinero, bastante; novias, todas...", explica Rabinovich, mientras L¨®pez Puccio, m¨¢s seriecito, recurre a la profesionalidad y la experiencia. "Nuestros espect¨¢culos son, sin duda, mejores que entonces". Pero el camino recorrido juntos ha sido tan largo que, como un viejo matrimonio, se conocen todos los tics de unos y otros: "La analog¨ªa con un viejo matrimonio funciona en este caso. Si se lo toma con cari?o, o con amor, pesa y a la vez aligera. Los horribles defectos de mis compa?eros a veces me han sido muy ¨²tiles. Y hasta creo que he llegado a quererlos; adem¨¢s es mucho m¨¢s aburrido tener que pelearse siempre con el mismo que poder elegir entre cuatro".
Rabinovich se suma a la definici¨®n de la relaci¨®n como algo complicada. Y en cuanto a si pesa eso de conocerse las neuras, man¨ªas, vicios y fobias de todos ellos, se?ala rotundo: "Repase sus libros de f¨ªsica elemental. Ver¨¢ usted que los elementos que ha mencionado no pesan. Algunos de ellos molestan a veces, pero no pesan, de verdad", se?ala este hombre que adem¨¢s de cantante y actor es notario.
Ellos, como profesionales de la risa que son, tienen muy calados a los personajes que no saben mofarse de s¨ª mismos: "Mire usted a su alrededor y se dar¨¢ cuenta enseguida de qui¨¦nes son. ?No es cierto que no le gustan c¨®mo son los que no saben re¨ªrse de s¨ª mismos?... Pues a nosotros tampoco", apunta Rabinovich. L¨®pez Puccio se suma a la moci¨®n. Quienes pueden re¨ªrse de s¨ª mismos son aquellos con poca soberbia.
Babelia
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