"Es muy dif¨ªcil luchar contra Ortega, salvo si se act¨²a como ¨¦l"

Eduardo Montealegre (Managua, 1955), el principal opositor al presidente Daniel Ortega, ha sufrido dos derrotas electorales en Nicaragua, la ¨²ltima empa?ada por denuncias de fraude masivo. En un pa¨ªs hastiado de sus pol¨ªticos, Montealegre es visto como un l¨ªder d¨¦bil, incapaz de frenar las ambiciones del presidente. "Nicaragua ha sufrido un deterioro significativo [tras el fraude en las elecciones municipales de 2008]. Hoy hay m¨¢s hambre, pobreza, desempleo y m¨¢s gente que se quiere ir del pa¨ªs", sostiene el l¨ªder opositor. "Eso no es atribuible simplemente a la crisis econ¨®mica mundial. Se debe en gran medida a la desconfianza que genera Ortega, su deseo de perpetuarse en el poder. El fraude electoral vino a profundizar la crisis institucional, la crisis de confianza de los inversores y a ahuyentar la cooperaci¨®n internacional".

Montealegre considera que el fallo del Tribunal Supremo que abre la posibilidad de reelecci¨®n al presidente Ortega es "inexistente, ilegal y abusivo": "La Corte no tiene la facultad de cambiar la Constituci¨®n. Solamente la Asamblea Nacional puede hacerlo".

"Contra una persona como Ortega, que no le importa la ley ni la Constituci¨®n ni las reglas, es muy dif¨ªcil luchar, salvo si se act¨²a como ¨¦l. Lo que tenemos que hacer es comenzar a actuar", advierte. "Este remedo de sentencia lo que ha hecho es abrirle los ojos a aquellos que nos consideramos oposici¨®n para unirnos. Nosotros sometimos a la Asamblea una iniciativa de ley que rechaza el contenido judicial de ese fallo y establece que los ¨²nicos que pueden cambiar la Constituci¨®n son los diputados".

Cree que hasta algunos diputados sandinistas se deber¨ªan sumar al rechazo: "No es f¨¢cil formar un bloque de oposici¨®n, pero estamos en camino. Parte de los problemas que hemos tenido a lo largo de nuestra historia es que los l¨ªderes pol¨ªticos de este pa¨ªs, con algunas raras excepciones, siempre han puesto sus intereses personales por encima de los intereses de la naci¨®n".

"Aqu¨ª la alternativa es agarrar las armas", se defiende Montealegre de quienes le acusan de estar ejerciendo una oposici¨®n d¨¦bil a Ortega, "pero creo que es una mal¨ªsima alternativa y tenemos que seguir encauzados en la democracia".