Convivir sin mimos ni mendigos

Primer d¨ªa con la ordenanza de la Convivencia en vigor. Un mendigo se levanta del banco de la plaza Bib-Rambla en el que pide limosna antes de que la Polic¨ªa Local llegue, pero la pareja lo alcanza ya que el hombre camina lento con la ayuda de una muleta. "A partir de hoy (por ayer) no puede usted pedir dinero en la calle", le explica uno de los agentes. ?l no entiende demasiado y se abre la chaqueta para mostrar que ¨²nicamente lleva una bolsa de pl¨¢stico con algo de alimento y un cartel con el que pide ayuda. Es rumano y lleva tres a?os en la calle. "No trabajo", apunta tras ese primer aviso. Y como buen caballero se despide de los agentes quit¨¢ndose el sombrero.

"?S¨®lo puedo decir que lo siento!", exclama una se?ora que presencia los hechos. A ella tambi¨¦n le dedica una reverencia este indigente que, pese a todo, sonr¨ªe amablemente y se marcha de la c¨¦ntrica plaza a otro lugar quiz¨¢ menos molesto. Desde ayer est¨¢ prohibido la mendicidad en las calles de Granada. Y la prostituci¨®n. Y vender pa?uelos de papel o limpiar cristales en los sem¨¢foros. Ejercer de gorrilla o hacer malabares para sacar algo de dinero. Escupir, tirar pipas al suelo, ofrecer romero a los turistas, leer la mano a cambio de una voluntad que no suele ser inferior a cinco euros...

La ordenanza de la Convivencia, que proh¨ªbe m¨¢s de 250 conductas, entre ellas la prostituci¨®n que llega a multar con hasta 3.000 euros, regula un sinf¨ªn de cuestiones de la vida cotidiana. Los agentes de la Polic¨ªa Local comenzaron ayer a avisar de todas las prohibiciones, que fueron aprobadas en el pleno municipal por PP y PSOE. El alcalde de la ciudad, Jos¨¦ Torres Hurtado (PP), conf¨ªa en que la ciudadan¨ªa asuma en pocos meses el "esp¨ªritu" de la norma para mejorar la convivencia y no sea preciso "recurrir a la autoridad". A priori, parece bastante complicado.

Varios colectivos ya han mostrado su rechazo porque "aumentar¨¢ la fractura social", har¨¢ "m¨¢s vulnerable" a la poblaci¨®n que ya lo es y, por supuesto, no va a contribuir a que desaparezca ni la prostituci¨®n ni la mendicidad. De los 40 agentes que antes hab¨ªa como m¨¢ximo de patrulla, ahora podr¨¢ llegar a haber hasta 60, gracias a una reestructuraci¨®n que desarrolla el Ayuntamiento para hacer frente a la ordenanza y reducir las horas extras de la plantilla.

Desde hace varias semanas la Polic¨ªa Local avisa a las prostitutas de la prohibici¨®n, ahora volver¨¢ a hacerlo porque antes de sancionar tiene que informar de la entrada en vigor de la norma.

Los trabajos ayer se centraron en otros colectivos. Mar¨ªa, una mujer que habitualmente monta su puesto de medias en una calle del centro, replicaba a los agentes tras la advertencia: "?Para dos cajas de cart¨®n que tengo puestas...?" Pida permiso o no, casi con toda probabilidad no podr¨¢ montar su puesto en ese espacio. S¨®lo algunos, como el de sellos o abanicos artesanales que los fines de semana se colocan en la Acera del Casino, han logrado el permiso del Consistorio.

Ni m¨²sicos, ni mimos pueden estar ya en la calle. Tampoco los mendigos. Ayer mientras uno era apercibido, opt¨® por tomarse el ¨²ltimo trago de vino que le quedaba en el cart¨®n. Y es que beber en la v¨ªa p¨²blica tambi¨¦n est¨¢ prohibido.