A?o y medio de negociaci¨®n para lograr un 10% m¨¢s

M¨¢s dinero, m¨¢s autonom¨ªa fiscal y menos diferencias en recursos por habitante. El nuevo modelo de financiaci¨®n auton¨®mica podr¨ªa contarse as¨ª. Pero tambi¨¦n como una reforma que sacia las exigencias del Gobierno tripartito catal¨¢n (que tambi¨¦n conven¨ªan a Madrid y Baleares), que minimiza el sobrecoste que supone prestar servicios en territorios con poblaci¨®n escasa o dispersa. O que retrata al PP: los gobiernos regionales que dirige se abstienen y cogen el dinero, pero luego se opone en el Congreso.

? El precio del acuerdo. La reforma es la m¨¢s radical desde que, en 1994, el Gobierno acept¨® ceder a las comunidades parte del IRPF. El vuelco al sistema requiri¨® a?o y medio de complejas negociaciones. Pero, como otras veces, lo que sell¨® el pacto fue el incremento del dinero que se reparten las comunidades. Los ejecutivos auton¨®micos echaban en falta recursos para sanidad, educaci¨®n y nuevos servicios sociales y el Gobierno tuvo que pujar alto: 11.700 millones de euros adicionales, que suman un 10% al dinero que se distribuy¨® en 2007 (114.000 millones). Adem¨¢s, posterg¨® a 2011 la devoluci¨®n de los 6.000 millones (en tres a?os) que le deben las comunidades por el dinero que les anticip¨® de m¨¢s (la recaudaci¨®n real fue mucho m¨¢s baja) para 2008.

? La cesta tributaria se ampl¨ªa. El nuevo sistema explora los l¨ªmites del Estado de las Autonom¨ªas. Ahora, las comunidades recibir¨¢n un 50% del IRPF y del IVA, y un 58% de los impuestos especiales. De las principales figuras tributarias s¨®lo queda fuera del reparto el impuesto de sociedades. Casi la mitad de la recaudaci¨®n tributaria va ahora a las autonom¨ªas.

? La poblaci¨®n real. Aunque parezca mentira, el reparto del dinero en modelos anteriores se hac¨ªa en funci¨®n del censo de un a?o determinado. O sea, para la financiaci¨®n auton¨®mica, la poblaci¨®n no crec¨ªa y se distribu¨ªa siempre igual. El nuevo modelo parte de la poblaci¨®n real de 2009 y se actualizar¨¢ cada a?o.

? Nuevo sistema de reparto. Es el cambio m¨¢s profundo. Ahora, el 80% del dinero (75% de la cesta de impuestos, 5% del Gobierno) se repartir¨¢ con el objetivo de garantizar un mismo nivel de recursos por habitante. Con ello se quiere lograr una dotaci¨®n similar para sanidad, educaci¨®n y servicios sociales. El resto de competencias se financia con lo que queda de la cesta de impuestos. Un fondo estatal garantizar¨¢ que todas las comunidades reciben al menos el mismo dinero que antes si no les llega con su cesta.