La Autoridad Palestina se tambalea
La decisi¨®n de Abbas de no concurrir a las elecciones deja en el aire el futuro de la instituci¨®n - El proceso de paz con Israel se queda sin interlocutor
Es el ¨®rdago de un l¨ªder pol¨ªtico d¨¦bil que nunca hab¨ªa osado oponerse a todo el mundo, aunque hoy las especulaciones afloran sobre su capacidad para sostener el envite. El presidente palestino, Mahmud Abbas -mister Paciencia, como le apoda su estrecho colaborador Saeb Erekat-, resiste la presi¨®n pol¨ªtica de Estados Unidos y de l¨ªderes occidentales y ¨¢rabes, y se mantiene en sus trece. Tras convocar elecciones para el 24 de enero, y anunciar que no concurrir¨¢ a los comicios, ayer advirti¨® que adoptar¨¢ "otras decisiones a la luz de los pr¨®ximos acontecimientos". Se baraja la alternativa de que abandone tambi¨¦n la presidencia de la OLP, de Al Fatah y la vida pol¨ªtica. Erekat, jefe del equipo negociador palestino, fue m¨¢s all¨¢: "Si Abbas dimite, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) dejar¨¢ de existir".
Obama, Sarkozy y Mubarak presionan al presidente para que no dimita
Uno de los posibles sucesores, Maruan Barghuti, est¨¢ en una c¨¢rcel israel¨ª
Puede que la amenaza de Erekat no sea m¨¢s que un gesto desesperado de quienes se sienten enga?ados una y otra vez. De quienes han sido decepcionados por el tono conciliador del presidente de EE UU, Barack Obama, quien, de momento, ha claudicado y ya no exige que la construcci¨®n en las colonias jud¨ªas de Cisjordania se frene en seco, mientras reclama a Abbas que vuelva a la negociaci¨®n con Israel. Abbas rechaz¨® ayer en la Mukata de Ramala, durante la conmemoraci¨®n del quinto aniversario de la muerte de Yasir Arafat, pronunciarse sobre su anunciada dimisi¨®n. "No quiero hablar sobre mi decisi¨®n de no presentarme", afirm¨® ante una multitud.
Abbas reiter¨® su di¨¢fana postura y acus¨® a Israel de desbaratar el proceso de paz. "No podemos negociar si no es en el marco de las resoluciones de Naciones Unidas, que significan el retorno a las fronteras de 1967... Tambi¨¦n queremos un freno total [a la construcci¨®n] en los asentamientos. Si no es as¨ª, no aceptar¨¦. No aceptar¨¦", clam¨® ante sus fieles.
El tel¨¦fono del moderado mandatario, firme partidario de la negociaci¨®n con Israel, echa humo. Presidentes -Obama, el egipcio Hosni Mubarak y el franc¨¦s Nicol¨¢s Sarkozy- y reyes -Abdal¨¢ de Jordania y Abdul¨¢ de Arabia Saud¨ª- le han llamado para que se retracte. Porque la eventual dimisi¨®n de Abbas plantea interrogantes inquietantes. ?Qui¨¦n le suceder¨ªa? S¨®lo Maruan Barghuti goza del carisma necesario para hacerse cargo del fardo, pero cumple cinco cadenas perpetuas en Israel. Otro dirigente, Mohamed Dahlan, alberga aspiraciones, pero su expediente de represor de sus conciudadanos palestinos en Gaza le resta opciones.
La dimisi¨®n de Abbas es una inc¨®gnita, pero dado su tono y aparente firmeza no puede descartarse. La disoluci¨®n de la ANP es harina de otro costal. Esta instituci¨®n, fundada en 1994, deber¨ªa haber desaparecido cinco a?os despu¨¦s tras el establecimiento del Estado palestino. Han transcurrido ya 15 a?os y la colonizaci¨®n jud¨ªa de Cisjordania y el expolio de tierras siguen imparables. Sin Autoridad Palestina, el vac¨ªo pol¨ªtico ser¨ªa sumamente peligroso. ?Qu¨¦ ocurrir¨ªa con las donaciones de 700 millones de euros anuales, un soporte vital para 140.000 funcionarios palestinos? ?Qu¨¦ pasar¨ªa con los 3.000 soldados adiestrados por el general estadounidense Keith Dayton? ?Seguir¨ªan manteniendo el orden y persiguiendo a los islamistas como sucede ahora? ?C¨®mo se gestionar¨ªa un eventual renacimiento del proceso de paz sin interlocutor?
Complicado ser¨¢, si Abbas cumple su palabra, hallar a otro dirigente m¨¢s tenaz en su empe?o por negociar y en su condena de la violencia. Los l¨ªderes israel¨ªes -el presidente Simon Peres es el paradigma- son proclives a pronunciar frases rimbombantes sobre la paz. Acu?aron en el a?o 2000 una sentencia -"No tenemos socio para la paz"- que ha calado en Israel. Sin embargo, cada vez m¨¢s l¨ªderes pol¨ªticos rebaten la tesis. Bernard Kouchner, ministro de Exteriores franc¨¦s, proclam¨® el martes: "Creo, y espero estar totalmente equivocado, que el deseo de paz de Israel se ha desvanecido completamente".
Muchos opinan como Kouchner. "La conducta de Abbas es resultado de nuestras oportunidades perdidas. Es resultado de la arrogancia y de la falta de inter¨¦s sobre lo que sucede en la Autoridad Palestina...", escrib¨ªa el domingo el viceministro de Defensa israel¨ª, Efraim Sneh, en un art¨ªculo titulado El socio que no tuvo socio. Abbas se la juega a una carta, mientras la ANP se tambalea.
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