Museo fastuoso, museo vac¨ªo
El Maxxi de Roma, ¨²ltima creaci¨®n de Zaha Hadid, abre sin obras de arte
"Ha sido duro y bastante largo, pero siempre pens¨¦ que iba a terminar bien". Eso ha dicho en Roma la arquitecta brit¨¢nica-iraqu¨ª Zaha Hadid. Once a?os y seis gobiernos despu¨¦s de que el ministerio de Cultura de Walter Veltroni diera luz verde al proyecto, Roma inaugura por fin el museo Maxxi de arte contempor¨¢neo. El deslumbrante edificio se ha abierto a medias, es decir vac¨ªo, porque la crisis manda y las 350 obras que formar¨¢n la colecci¨®n (todas, del siglo XXI) llegar¨¢n en primavera. Pero la ¨²ltima creaci¨®n de Hadid ha fascinado ya a todos los que la han visto.
Los elogios de los primeros visitantes ("imponente", "bell¨ªsimo", "un espacio para perderse") se resumen en la larga ovaci¨®n que los periodistas y colaboradores del museo, puestos en pie, han dedicado a la arquitecta en la presentaci¨®n.
Las 350 piezas contempor¨¢neas no llegar¨¢n hasta la primavera
El proyecto, nacido en 1998, ha costado 150 millones de euros y ocupa 27.000 metros cuadrados de espacio. El museo est¨¢ situado sobre una antigua instalaci¨®n militar, muy cerca del r¨ªo T¨ªber, al norte de Roma, en un barrio residencial de edificios de colores levantado en la d¨¦cada de 1930, a escasos 300 metros del auditorio construido por Renzo Piano.
Pero n¨²meros y datos dicen poca cosa frente a la grandeza y el espect¨¢culo (sobrio y desnudo) que ofrece el edificio, una especie de gran lazo a¨¦reo apoyado en pilares de acero y lleno de salas, paredes m¨®viles, escaleras, rampas, y aperturas al exterior.
"Es un proyecto simb¨®lico de mi nueva forma de relacionarme con el espacio", explic¨® la primera mujer que gan¨® el Premio Pritzker, en 2004. No se trata de un objeto, sino de un campus, de un centro cultural, ha aclarado. "El Maxxi es un lugar pensado para favorecer el intercambio de ideas, para ampliar la vitalidad cultural de la ciudad. Espero que el denso tejido de espacios internos y externos sea utilizado bien para que dialoguen entre s¨ª en un intrigante cruce de t¨²neles. No os perder¨¦ de vista".
La visita comienza en el antiguo patio del cuartel, una plaza ampl¨ªsima sobre la que vuela la proa (inacabada) del edificio, sostenida por pilastras de acero. En la fachada principal, la nueva estructura de Hadid engloba, o devora suavemente desde arriba, a la vieja estructura.
Mezclando tres tonos (blanco, negro y gris), la arquitecta combina el cristal, el acero (seis millones de kilos) y el hormig¨®n lijado (50.000 metros c¨²bicos), y traza pasillos paralelos, muy largos y anchos, con curvas y revueltas, que aumentan la sensaci¨®n de amplitud y de altura, con la estupenda luz de la ciudad llegando al ¨²ltimo rinc¨®n.
El actual ministro de Cultura italiano, Sandro Bondi, anunci¨® que su departamento destinar¨¢ cuatro millones de euros para financiar la Fundaci¨®n Maxxi. Este mismo fin de semana, el museo abrir¨¢ de forma extraordinaria, con una instalaci¨®n coreogr¨¢fica creada por Sasha Waltz.
"Roma es una ciudad a la que ven¨ªa mucho de peque?a", ha recordado Hadid. "Cuando sali¨® el concurso internacional, pens¨¦ que era una broma. Pero no lo dud¨¦", a?ade la arquitecta nacida en Bagdad. Ahora, el Maxxi competir¨¢, con sus l¨ªneas claras y blancas, con el Guggenheim de Bilbao. Ourousoff, cr¨ªtico de The New York Times, lo ha explicado en una sola frase: "A Bernini le habr¨ªa gustado".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.