'El mayor espect¨¢culo'
Richard Dawkins, uno de los mayores cient¨ªficos evolucionistas, ha publicado The greatest show on Earth: the evidence for evolution; el libro es una deliciosa e impagable pieza en contra del creacionismo imperante en muchos pa¨ªses occidentales. Curiosamente, el libro, a pesar de ser un serio y riguroso texto cient¨ªfico, tiene el mismo t¨ªtulo que una pel¨ªcula de los cincuenta, dirigida por Cecil B. DeMille, sobre el mundo circense; en Espa?a recibi¨® el t¨ªtulo de El mayor espect¨¢culo del mundo.
Dicho espect¨¢culo, y tambi¨¦n sobre aspectos cient¨ªficos, ocurre cada a?o en nuestro sistema de I+D+i.
Resulta muy reconfortante ver lo mucho que ha avanzado nuestro sistema cient¨ªfico (tan fundamental en tiempos de crisis) en los ¨²ltimos 10 a?os; y a muchos de nosotros nos hace muy felices observar c¨®mo centros como el CNIO (en Madrid), el CRG (en Barcelona), como comentaba en su peri¨®dico Mariano Barbacid el 4 de noviembre, u otros de m¨¢s reciente creaci¨®n, como los centros-gune en el Pa¨ªs Vasco (gune es un sufijo en vasco, para indicar "todos juntos"), adquieren una muy buena, y merecida, reputaci¨®n a nivel internacional.
Sin embargo, tambi¨¦n nos entristecen los pobres resultados que obtienen en los rankings internacionales nuestras universidades (Susana de Pablo, 2 de noviembre en EL PA?S) y el CSIC. En estas instituciones cada a?o se repite uno de los m¨¢s grandes espect¨¢culos, no naturales, pero s¨ª cient¨ªficos, de la ciencia espa?ola: el sistema de selecci¨®n de candidatos mediante oposiciones p¨²blicas. En ambas instituciones se desprecian las recomendaciones de otras agencias nacionales independientes (palabra clave) de evaluaci¨®n cient¨ªfica, tales como la ANECA; en esta agencia se establecen los criterios de excelencia de cada investigador, basados exclusivamente en sus m¨¦ritos. Resulta interesante observar c¨®mo en algunas universidades, los tribunales de oposiciones para un determinado puesto (profesor o catedr¨¢tico) est¨¢n elegidos a dedo por el candidato propuesto de la universidad, y hay orden (por supuesto no-escrita) desde el correspondiente rectorado de no permitir la entrada a otro candidato externo, que tambi¨¦n est¨¦ "acreditado por ANECA" para el correspondiente puesto, y con mejor curr¨ªculum, so pena de castigar al departamento correspondiente con la ausencia de m¨¢s personal sine die.
En el CSIC, agencia estatal, y por tanto con mayor libertad, si cabe, que las universidades, hacen caso omiso de las recomendaciones ANECA, y personas con la acreditaci¨®n de catedr¨¢tico (la m¨¢s alta posible en la escala de ambos organismos) son incapaces de superar las oposiciones de acceso a la escala de cient¨ªficos titulares, el primer escal¨®n en la escala cient¨ªfica del CSIC. Posiblemente tengamos casos en nuestra Pen¨ªnsula de creacionismo de excelencia cient¨ªfica, que se me escapan, y que el libro de Dawkins refuta, o posiblemente, como se?ala Mariano Barbacid, es hora de que las Administraciones hagan algo para cambiar nuestro sistema cient¨ªfico, dej¨¢ndonos de espect¨¢culos anuales que nada tienen que ver con la ciencia.
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