"Falta voluntad para una pol¨ªtica exterior com¨²n"
El historiador brit¨¢nico Charles Grant es uno de los m¨¢s acuciosos analistas de temas comunitarios. En 1998 dej¨® la revista The Economist para dirigir el Centro para la Reforma Europea, un think tank londinense que promueve activamente la agenda de reformas en la UE. Acaba de estar en Madrid invitado por la fundaci¨®n FRIDE.
Pregunta. ?Dar¨¢ el Tratado de Lisboa m¨¢s proyecci¨®n internacional a Europa?
Respuesta. Contribuir¨¢ a ello. El tratado simplifica las reglas en pol¨ªtica exterior, con las figuras del presidente del Consejo y el Alto Representante, que ser¨¢ la voz de Europa, sin las rivalidades actuales. El tratado nos permitir¨¢ centrarnos en los verdaderos retos, que son externos: cambio clim¨¢tico, seguridad, comercio mundial, inmigraci¨®n... No obstante, la raz¨®n principal de que Europa haya tenido una pol¨ªtica exterior bastante pat¨¦tica no han sido las malas instituciones, sino la falta de voluntad pol¨ªtica.
"Espa?a est¨¢ al margen en debates como Rusia, China o los derechos humanos"
P. ?Y podr¨¢ el tratado modificar esa pauta de falta de consenso?
R. El solo hecho de crear el Servicio de Acci¨®n Exterior impulsar¨¢ instituciones donde la gente pueda pensar en com¨²n y aportar enfoques europeos a cuestiones concretas. Quiz¨¢s he sido un poco brusco: de hecho a veces s¨ª tenemos una pol¨ªtica exterior. Hemos estado muy unidos en los Balcanes en los ¨²ltimos 15 a?os, hasta que Espa?a y otros pocos rompieron esa unidad al no reconocer a Kosovo. Encabezamos las negociaciones internacionales con Ir¨¢n. Tenemos tambi¨¦n un enfoque com¨²n en cambio clim¨¢tico o pol¨ªtica comercial. Gracias al tratado tendremos instituciones m¨¢s eficientes para presentar esas pol¨ªticas al resto del mundo.
P. ?Cu¨¢les deben ser las prioridades de la pol¨ªtica exterior europea?
R. En primer lugar, los Balcanes. Somos una potencia en la regi¨®n y a¨²n hay problemas por resolver. En segundo lugar, Rusia. Para m¨ª, es la prueba definitiva para la pol¨ªtica exterior de la UE. Si no podemos hablar con una sola voz sobre Rusia, nadie nos tomar¨¢ en serio. Alemania e Italia tienen mucha culpa, porque quieren tener su propia pol¨ªtica energ¨¦tica. Mientras no tengamos un enfoque europeo en el tema de la energ¨ªa, no tendremos una aproximaci¨®n com¨²n a Rusia. Eso llevar¨¢ tiempo.
P. ?Es realista aspirar a una diplomacia com¨²n?
R. S¨ª, porque ning¨²n pa¨ªs lograr¨¢ sus objetivos actuando por su cuenta. Tenemos los mismos intereses en China, y sin embargo no trabajamos juntos. Igual ocurre en Oriente Pr¨®ximo, y ¨¦sta es la tercera prioridad. Europa es el mayor donante de los palestinos y la mayor potencia comercial con Israel. Pero no tiene gran capacidad de presi¨®n porque no estamos unidos. Los pa¨ªses grandes tienen que impulsar el consenso. Espa?a deber¨ªa jugar en ese n¨²cleo y, sin embargo, est¨¢ al margen en debates clave como Rusia, China, Cuba o los derechos humanos. Espa?a es el pa¨ªs menos dispuesto a que los derechos humanos influyan en la pol¨ªtica exterior de la UE.
P. ?Prefiere un presidente europeo fuerte, que ejerza un verdadero liderazgo, o un buscador de consensos de bajo perfil?
R. Blair no es el candidato perfecto, porque es controvertido, pero al menos tiene la estatura para ser respetado internacionalmente. Me gustar¨ªa una figura fuerte como ¨¦l, pero eso no va a pasar. Tendremos una figura menor.
P. ?Cu¨¢l es el balance de Solana?
R. En general, positivo. Solana ha sido muy bueno a la hora de construir relaciones. Se lleva bien con la gente. Logr¨® la confianza de israel¨ªes y palestinos y ha trabajado mucho en Ir¨¢n. Si no ha logrado resultados, ha sido porque Europa estaba dividida. Su gran ¨¦xito es la paz en Macedonia, junto a George Robinson en la OTAN.
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