Pactos

Ya que estamos metidos de lleno en cerrar pactos por doquier, no estar¨ªa de m¨¢s que el Gobierno andaluz tuviera en cuenta otra oferta en este sentido como es la que va a realizar esta semana el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, con el fin de luchar contra la corrupci¨®n pol¨ªtica. Y para darle mayor realce, la propuesta surgir¨¢ de la celebraci¨®n en Sevilla de la Intermunicipal del PP, que ser¨¢ clausurada por Mariano Rajoy. Se tratar¨ªa de un gran acuerdo por la transparencia en los ayuntamientos. Todo ello ligado a determinar nuevas v¨ªa de financiaci¨®n para que no sea s¨®lo el urbanismo la principal fuente de ingresos, alejando as¨ª a las arcas municipales del peligro intr¨ªnsico que conllevan los negocios vinculados al ladrillo. Cuando anunciaba Arenas esta medida d¨ªas atr¨¢s, despu¨¦s de conocerse nuevos esc¨¢ndalos como el de la operaci¨®n Poniente en El Ejido, cont¨® con el inmediato rechazo de los socialistas que restan toda credibilidad al l¨ªder popular del que recuerdan que nunca fue capaz de cerrar acuerdo alguno con el PSOE.

Pero, a lo que se ve, corren nuevos tiempos y si el Ejecutivo de Gri?¨¢n ha sido capaz de mostrarse receptivo a otra oferta de pacto similar sobre los Presupuestos de 2010 cabe preguntarse por qu¨¦ no hacer lo mismo con el de la corrupci¨®n municipal. As¨ª que a la espera del resultado de esta nueva maniobra de Arenas con la que animar el patio pol¨ªtico, lo cierto es que estamos a las puertas de alcanzar el gran acuerdo esperado como es el de la Concertaci¨®n Social. En estos d¨ªas, Junta, sindicatos y gobierno cierran las negociaciones para transmitir a los andaluces un importante mensaje a favor del entendimiento para salir de la crisis en base al di¨¢logo, estableciendo compromisos muy concretos entre las distintas partes. Se trata de una caracter¨ªstica genuina de la acci¨®n pol¨ªtica andaluza hasta el punto de convertirse en una de sus se?as identidad.

Precisamente, ahora que se pretende incentivar un plan espec¨ªfico para estimular la autoestima de los andaluces, el ya conocido Andaluc¨ªa 10 que encabeza Paulino Plata, bien se har¨ªa con incluir este logro como uno de los exponentes de lo que pueden hacer los andaluces para contribuir a un mejor desarrollo de nuestra tierra. No obstante han de prepararse los firmantes de tan trascendental acuerdo contra aquellos que le restan todo valor a una iniciativa de la que no participan y que desprecian hasta el punto de considerarla como una simple muestra de sumisi¨®n al poder de unos y otros. En este sentido han de contemplar una severa estrategia explicativa para que los andaluces tengan debido conocimiento de la importancia de este entendimiento entre los agentes sociales y la administraci¨®n p¨²blica.