Las alucinaciones de Tim Burton

Calaveras y esqueletos, beb¨¦s con clavos en vez de ojos, payasos con ojos saltones, platillos volantes, j¨®venes con tijeras en vez de manos,animales imaginarios y monstruos inquietantes pero simp¨¢ticos forman parte del universo creativo del cineasta estadounidense Tim Burton (Burbank, 1958). Esta peculiar familia y su extensa parentela se reparten entre cuatro plantas del MoMA de Nueva York en la mayor retrospectiva que este museo ha dedicado a un cineasta en su historia.

La muestra que permanecer¨¢ abierta desde el pr¨®ximo domingo hasta el 26 de abril re¨²ne cerca de 700 piezas y ofrece un exhaustivo repaso por el mundo imaginario que ha desarrollado este artista desde sus d¨ªas como estudiante en un instituto en California hasta la actualidad. El MoMA programar¨¢, adem¨¢s, todas las pel¨ªculas de Burton y una selecci¨®n de filmes que le han influido o inspirado. Los comisarios Ron Magliozzi y Jenny He concluyen que Burton y su mundo en ocasiones de apariencia g¨®tico, entronca con la estirpe de pintores pop californianos. "Han buscado a fondo en mis armarios y cuando he visto lo que han encontrado casi me da un infarto. ?De d¨®nde hab¨¦is sacado todo esto?", bromeaba el director ayer durante el acto de presentaci¨®n.

La cabeza de un monstruo cuyas fauces hacen las veces de puerta marcan la entrada a la exposici¨®n para la que Burton ha dise?ado algunas piezas espec¨ªficas como un tiovivo que brilla en la oscuridad de la primera sala. La cronolog¨ªa de la muestra arranca en 1971, cuando el adolescente Burton film¨® La Isla del Dr. Agor y Houdini, sus dos primeros cortometrajes con un grupo de amigos en el jard¨ªn trasero. Nacido y crecido en la misma ciudad donde Walt Disney erigi¨® la sede de su empresa de animaci¨®n, Burton trabaj¨® varios a?os en la compa?¨ªa antes de decidir montarse por su cuenta. Vestido de negro con sus caracter¨ªsticas gafas de cristal azul y su alborotada melena, el director hablaba ayer de su querencia por los monstruos simp¨¢ticos. "Es algo que se me qued¨® dentro desde peque?o. La sociedad te pone una etiqueta y te meten en el saco de los raros. En las pel¨ªculas de ciencia-ficci¨®n y de terror comprend¨ª que todos sentimos las mismas emociones".