No todo vale contra la violencia de g¨¦nero

El Congreso de los Diputados lanz¨® la semana pasada dos pol¨¦micas ideas en materia de violencia de g¨¦nero: que las condenas firmes por estos delitos lleven aparejada siempre, sea cual sea la gravedad de la conducta, tanto la p¨¦rdida de la custodia de los hijos como la posibilidad de relacionarse con ellos a trav¨¦s de un r¨¦gimen de visitas; y que estar borracho o drogado no sean considerados como atenuantes sino como agravantes. Los diputados dieron ayer marcha atr¨¢s. La comisi¨®n de Igualdad, que aprob¨® por unanimidad el texto definitivo de 50 recomendaciones al Gobierno para la mejora de la Ley de Medidas de Protecci¨®n Integral contra la Violencia de G¨¦nero, moder¨® sus controvertidas propuestas iniciales. Los diputados siguen pidiendo que no haya atenuante por embriaguez para estos delitos y que la condena prive de la custodia al maltratador, pero se han olvidado de la idea de cancelar el r¨¦gimen de visitas en todos los casos y de que el alcohol sea agravante.

La C¨¢mara pide que el alcohol no aten¨²e la pena, pero no que la agrave

Un penalista: "Una pol¨ªtica r¨ªgida puede generar situaciones injustas"

La ponencia no ha resuelto el problema del alejamiento forzoso

Echebur¨²a: "La alienaci¨®n parental, aunque no sea un s¨ªndrome, sucede"

Tanto las propuestas anteriores como ¨¦stas han vuelto a poner sobre la mesa el debate de hasta d¨®nde se puede llegar en la lucha contra la violencia de g¨¦nero a trav¨¦s del C¨®digo Penal. La ley integral aprobada en diciembre de 2004 incluy¨® una medida nunca vista: castigar m¨¢s a hombres que a mujeres por los mismos hechos, de forma que conductas que antes eran faltas pasaron a ser delitos si las realizaba un hombre. La raz¨®n era, seg¨²n se explicaba en la norma, que se estaba intentando combatir una discriminaci¨®n hist¨®rica sobre la mujer y que esas medidas eran necesarias para acabar con una profunda desigualdad.

El Tribunal Constitucional aval¨® en mayo de 2008 esta reforma legal -por siete votos frente a cinco- y zanj¨® jur¨ªdicamente la cuesti¨®n. Un buen n¨²mero de juristas, tanto defensores como detractores de la ley, se centran ahora en que no tiene sentido seguir endureciendo a¨²n m¨¢s las penas, que para luchar contra el maltrato hay que desarrollar las medidas educativas y sociales e invertir m¨¢s recursos en los juzgados, no ampliar la sanci¨®n penal hasta el infinito. Otras voces se?alan que, cuatro a?os despu¨¦s de la entrada en vigor de la ley, se han detectado algunas cuestiones en materia penal que no funcionan y que es necesario endurecer, como las relativas a las atenuantes y a la custodia de los ni?os.

"El C¨®digo Penal tal y como est¨¢ funciona bien", opina Inmaculada Montalb¨¢n, presidenta del Observatorio de Violencia de G¨¦nero del Consejo General del Poder Judicial. "Las atenuantes por consumo de alcohol apenas se aplican. En el ¨²ltimo estudio de sentencias dictadas por Audiencias Provinciales por este tipo de delitos se ve¨ªa que s¨®lo en 21 de las 530 resoluciones analizadas se hab¨ªa aplicado esta atenuante. Respecto a la custodia y el r¨¦gimen de visitas, deber¨ªa ser el juez el que valore en cada caso concreto el inter¨¦s de los menores. Si no, se pueden crear m¨¢s problemas de los que queremos evitar. La imposici¨®n en todos los casos de forma autom¨¢tica s¨®lo estar¨ªa justificada en delitos graves o muy graves".

"Estas propuestas parten de una fuerte desconfianza hacia los jueces", se?ala Jos¨¦ Luis D¨ªez Ripoll¨¦s, catedr¨¢tico de Derecho Penal de la Universidad de M¨¢laga. "Se trata de imponer medidas obligatorias, ya sea privar de la custodia o prohibir que el consumo de alcohol sea atenuante, para quitar a los tribunales la capacidad de adaptar las normas a los casos concretos. Pero una pol¨ªtica criminal r¨ªgida puede generar situaciones de mucha injusticia. Y en este caso, adem¨¢s, no hace falta. Con el uso del alcohol, por ejemplo, si la persona busc¨® la embriaguez para delinquir o pudo prever lo que suceder¨ªa, ya no se aplica la eximente. Cuando se hace, en contadas ocasiones, es porque realmente hab¨ªa motivos para ello. ?Por qu¨¦ vamos a eliminar esta posibilidad?".

"Ahora ya se pueden suspender las visitas de los hijos al maltratador cuando el juez lo considera adecuado", a?ade el abogado Alberto Jabonero. "Las reformas penales que propone el Congreso no son necesarias y en muchos casos pueden generar castigos desproporcionados. No podemos olvidar que s¨ª existen conductas aisladas y leves".

La mayor¨ªa de las asociaciones especializadas en malos tratos discrepan de estas apreciaciones y creen que s¨ª son necesarias las reformas, que muchos jueces no son conscientes de la magnitud de problema. "La ley prev¨¦ la suspensi¨®n del r¨¦gimen de visitas pero lo cierto es que los jueces no adoptan esta medida nunca", se?ala Altamira Gonzalo, presidenta de la asociaci¨®n de mujeres juristas Themis. "Es muy importante que tomen conciencia de lo que representa para los ni?os vivir en un ambiente en el que un progenitor ejerce violencia sobre el otro. Si no se toman cartas en el asunto, esos ni?os interiorizar¨¢n que esa conducta es algo normal y sin consecuencias. No podemos permanecer impasibles y los jueces no est¨¢n haciendo nada. No s¨¦ si la suspensi¨®n del r¨¦gimen de visitas tendr¨ªa que ser obligatoria, pero desde luego es algo que los jueces tienen que empezar a imponer. Con las atenuantes pasa lo mismo. Hemos constatado c¨®mo muchos agresores buscan el alcohol para cometer el delito. Es importante que esto nunca pueda ser aplicado como atenuante".

?Qu¨¦ va a hacer el Gobierno con estas recomendaciones? No est¨¢ decidido. El delegado de Violencia de G¨¦nero, Miguel Lorente, se?al¨® ayer que el Ministerio de Igualdad est¨¢ esperando recibir de forma oficial el texto para estudiarlo y valorar qu¨¦ medidas se pueden llevar adelante.

En el texto literal del Congreso se indica que el uso de alcohol o drogas "no debiera contemplarse como un atenuante o eximente en los delitos relacionados con la violencia de g¨¦nero" y recomienda "profundizar en la valoraci¨®n jur¨ªdica de dichas circunstancias". Sobre los hijos menores propone, aparte de la privaci¨®n obligatoria de la custodia para el maltratador, que "se suspendan las visitas cuando haya motivos para ello, entre otros, que se utilice la relaci¨®n con los hijos para seguir ejerciendo violencia contra la mujer o cuando los hijos revivan con miedo las situaciones padecidas cuando est¨¢n en compa?¨ªa del agresor".

El Congreso tambi¨¦n se pronuncia, para negar su validez, sobre el debatido S¨ªndrome de Alienaci¨®n Parental (SAP). Sus defensores lo definen como el s¨ªndrome por el cual el progenitor que tiene la custodia del ni?o lo programa para odiar al otro. Hay jueces que han quitado custodias por esta raz¨®n. Las asociaciones de mujeres, el Ministerio de Igualdad y ahora el Congreso niegan su existencia y lo tachan de invenci¨®n pseudocient¨ªfica. Otros hablan de la necesidad de estudiar la manipulaci¨®n de los padres sobre los hijos, se llame SAP o no. "A lo mejor no es un s¨ªndrome cl¨ªnico, pero es un hecho que esto sucede y hay que prestarle atenci¨®n", opinaba Enrique Echebur¨²a, catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa Cl¨ªnica de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, en un congreso sobre victimolog¨ªa celebrado la semana pasada en Madrid.

La comisi¨®n ha decidido no pronunciarse sobre dos de los temas m¨¢s debatidos por los juristas: la actual pena de alejamiento obligatoria en cualquier condena de violencia de g¨¦nero y la dispensa que permite a los familiares no declarar contra el acusado y que provoca que muchas mujeres que han denunciado no sigan adelante y sea imposible continuar con la acusaci¨®n. Esta dispensa estaba pensada, por ejemplo, para que una mujer no tuviera que delatar al marido si sab¨ªa que hab¨ªa delinquido. Pero no estaba prevista para cuando el testigo fuera tambi¨¦n v¨ªctima del delito. Eliminarla no es f¨¢cil, porque tampoco est¨¢ claro que sea positivo obligar a las mujeres a declarar contra su voluntad.

En cuanto al alejamiento obligatorio, es un hecho que algunas mujeres perdonan a sus agresores y vuelven a vivir con ellos. Como se ha impuesto la pena de alejamiento, al hombre se le puede meter en la c¨¢rcel por quebrantarla aunque sea con el consentimiento de la mujer, a la que se podr¨ªa llegar a considerar c¨®mplice del delito. Los jueces llevan tiempo pidiendo que se les deje decidir en qu¨¦ casos es necesario este alejamiento y en qu¨¦ otros, cuando no sea una conducta grave, pueden no aplicarlo.

La comisi¨®n de Igualdad, que trata estos temas en su informe, no se decanta por ninguna reforma en sus recomendaciones. S¨ª se han incluido otras cuestiones como que la orden de protecci¨®n pueda ser extensiva a los hijos, que no se aplique la mediaci¨®n familiar en casos de violencia machista, la asistencia psicol¨®gica y jur¨ªdica previa a la denuncia o flexibilizar el acceso al Fondo de Garant¨ªa de Alimentos para los casos en que los padres no pagan las pensiones.