Las ¨¦lites dan la espalda a la mujer europea
La discriminaci¨®n hist¨®rica femenina se materializa estos d¨ªas dram¨¢ticamente en las quinielas para repartir el poder en la UE - La pol¨ªtica de cuotas se vislumbra como la ¨²nica eficaz
Algunas de las mujeres m¨¢s poderosas de Europa est¨¢n en pie de guerra por la escasez de candidatas para ocupar los dos m¨¢s altos cargos de la UE. S¨®lo cuatro de los 21 pa¨ªses que han comunicado hasta ahora el nombre de su aspirante para integrar la futura Comisi¨®n Europea han elegido a una mujer. La falta generalizada de candidatas ha indignado a un grupo de eurodiputadas (y eurodiputados) -amenazan con bloquear el futuro Ejecutivo que debe nacer de la mano del Tratado de Lisboa- y ha puesto en evidencia que la te¨®ricamente ejemplar Uni¨®n no es tan igualitaria como asegura ser.
La discriminaci¨®n hist¨®rica de la mujer de los ¨¢mbitos de decisi¨®n pol¨ªtica se est¨¢ imponiendo frente a cualquier declaraci¨®n de principios, incluida la del Tratado de Lisboa que va a entrar en vigor en breve. "Las instituciones reclaman por una parte la igualdad de oportunidades, pero cuando se llega a un cierto nivel, el n¨²mero de mujeres desciende", dice Juana Lahousse-Ju¨¢rez, que acaba de ser nombrada directora general de Comunicaci¨®n del Parlamento Europeo. "Hay mucho recelo por parte de los pol¨ªticos que toman los mandos; siguen existiendo los prejuicios en torno a la mujer", afirma Lahousse-Ju¨¢rez, que en la actualidad es la funcionaria espa?ola de mayor nivel en la Administraci¨®n comunitaria.
"A veces ning¨²n curr¨ªculo es suficiente", dice la ministra A¨ªdo
"Siguen existiendo prejuicios", afirma una alta funcionaria
"Los hombres deciden qui¨¦n es competente", dice la eurodiputada Rivasi
"Parece incre¨ªble que al final haya menos comisarias", afirma Jim¨¦nez (PP)
?Qui¨¦n esconde a las mujeres en Europa? El poder est¨¢ en manos de hombres y ellos lo reparten, afirman las expertas consultadas. "Hay pocas candidatas para los altos puestos de la UE, porque tambi¨¦n hay discriminaci¨®n en las ¨¦lites; es una situaci¨®n heredada del pasado, de cada uno de los pa¨ªses", afirma la fil¨®sofa Amelia Valc¨¢rcel. La discriminaci¨®n ya es un problema en los mandos intermedios. ?stos son una barrera para muchas mujeres, que por lo tanto llegan con dificultades a la c¨²pula, tanto en la pol¨ªtica como en la empresa. "Las mujeres de la UE no est¨¢n escondidas, sino que las est¨¢n ocultando", sentencia.
Un buen indicativo es el hecho de que, pese a que en la larga vida de la UE se han aprobado directivas para casi todo, no hay ni una que garantice la igualdad entre hombres y mujeres -¨¦stas suponen un 53% de la poblaci¨®n europea- en los ¨¢mbitos de toma de decisi¨®n. "Es lamentable: no puede haber una democracia europea moderna sin igualdad de g¨¦nero. En la UE tenemos mujeres muy capacitadas y hay donde elegir, pero a veces da la sensaci¨®n de que ning¨²n curr¨ªculum es suficiente", afirma la ministra de Igualdad, Bibiana A¨ªdo, en una entrevista telef¨®nica. "Todo esto es una clara muestra de que las cuotas son necesarias", a?ade.
S¨®lo cinco pa¨ªses de la UE han regulado por ley las cuotas. Uno de ellos es Espa?a. En resto se limita a dar libertad a los partidos para que garanticen un lugar m¨ªnimo a las mujeres en sus listas electorales. En algunos pa¨ªses, ni si quiera eso.
Cada vez son m¨¢s las voces que piden que Bruselas pase de las palabras a los hechos y tome medidas similares. "Ya hemos tenido bastante con 50 a?os de gris y azul", afirma Pilar L¨®pez-D¨ªaz, profesora experta en comunicaci¨®n y g¨¦nero, en referencia a los trajes de hombre que predominan en Bruselas. "Los varones llevan siglos aplicando sus reglas de discriminaci¨®n positiva, que s¨®lo les benefician a ellos; ellos se eligen entre ellos, se devuelven sus favores", a?ade L¨®pez-D¨ªaz, defensora de las cuotas. "Las mujeres que llegan a la cima son bastante buenas; muchas tienen m¨¢s formaci¨®n de la necesaria, y ni siquiera as¨ª son respaldadas", a?ade Valc¨¢rcel, que defiende la necesidad de crear una directiva que promueva una igualdad real.
Pese a los grandes avances registrados en los ¨²ltimos a?os, la posici¨®n de la mujer en el ¨¢mbito pol¨ªtico de la UE es todav¨ªa reducida. Tanto el presidente de la Comisi¨®n Europea, como el del Parlamento son hombres. Y todo indica que los otros dos altos cargos (presidente del Consejo y alto representante) acabaran siendo ocupados por hombres. "Qu¨¦ fracaso que, entre esos cuatro puestos, cuatro, no haya ni una sola mujer", destaca Pilar L¨®pez-D¨ªaz.
Para algunos la pol¨ªtica de cuotas es imperfecta, porque no siempre garantiza que el 50% de los elegidos en un partido sean mujeres (a veces, se las relega a los ¨²ltimos puestos de las listas, con pocas opciones de ganar). Para otros, es simplemente una perversi¨®n. "A las mujeres hay que apoyarlas de otra manera, con medidas para que puedan conciliar la vida familiar y profesional, porque si hay cuotas siempre son cuestionadas, aunque sean personas muy v¨¢lidas para el puesto", opina la escritora ?ngela Vallvey.
La figura femenina m¨¢s visible en la Uni¨®n es Angela Merkel: la ¨²nica jefa de Gobierno europea dirige, adem¨¢s, la mayor potencia econ¨®mica del Viejo Continente. Y, curiosamente, es la principal opositora al nombramiento de la ex presidenta letona Varia Vike-Freiberga por, seg¨²n Merkel, su falta de experiencia ejecutiva. En declaraciones a The Times, Vike-Freiberga denunciaba ayer el machismo de los l¨ªderes europeos que dicen que "no hay mujeres cualificadas" para un puesto como el de presidente de la UE. Mientras, s¨®lo tres pa¨ªses tienen presidentas (no ejecutivas): Finlandia, Irlanda y Lituania.
En la Comisi¨®n, la situaci¨®n va a peor. A estas horas, s¨®lo cuatro pa¨ªses (Bulgaria, Irlanda, Luxemburgo y Suecia) han presentado candidatas al Ejecutivo comunitario y otros cuatro (Chipre, Dinamarca, Grecia y Reino Unido) tienen a¨²n que decidir. La Comisi¨®n saliente cuenta con ocho mujeres entre los 27 comisarios. En la elecci¨®n de los comisarios hay un problema: cada pa¨ªs s¨®lo puede elegir a un aspirante, con lo que es dif¨ªcil que sea mujer. Los expertos consideran que ser¨ªa mucho mejor dar a elegir entre dos candidatos: uno de cada sexo. Otro problema es que son los jefes de Estado o de Gobierno los que eligen a los candidatos, y en su gran mayor¨ªa son hombres.
El presidente de la Comisi¨®n, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, ha comentado en privado su incomodidad que siente al tener que presidir "un Gobierno a la saud¨ª". "Pues que se espabile, porque est¨¢ entre la espada y la pared", dec¨ªa ayer con tono prof¨¦ticamente amenazador Isabelle Durant, europarlamentaria verde belga. "?No dec¨ªa que ser¨ªa un presidente fuerte? Pues que lo demuestre y que pida a los otros jefes de Gobierno que le presenten un hombre y una mujer igualmente cualificados entre los que elegir el comisario correspondiente".
Durant participaba ayer en una protesta simb¨®lica ante la sede bruselense del Consejo (oficinas de los Veintisiete en la capital europea), donde una veintena de mujeres de distintos grupos pol¨ªticos de la Euroc¨¢mara se plantaron esgrimiendo sus curr¨ªculos y demandando un empleo. Vestidas con traje y corbata, alguna con bigotes pintados, y Durant cubierta con un sombrero, todas manten¨ªan la tesis de que "los hombres s¨®lo piensan en los hombres para cubrir cargos". "Y hay mujeres muy cualificadas en todos los pa¨ªses", insist¨ªa Durant. "Lo que tienen que hacer Barroso y los Gobiernos es preocuparse por el asunto y buscarlas". "Lo ideal ser¨ªa que hubiese un 50% de mujeres en la Comisi¨®n, pero pedimos un m¨ªnimo de un tercio".
"Los cargos de mayor poder siempre intentan qued¨¢rselos los hombres", opina Teresa Jim¨¦nez Becerril, eurodiputada del PP y miembro de la Comisi¨®n de la Mujer en el Parlamento Europeo. "Ni yo ni mi partido somos partidarios de las cuotas", explica, "pero lo que me parece incre¨ªble es que se reduzca el n¨²mero de mujeres que ya son comisarias; deber¨ªa subir, no bajar".
La francesa Mich¨¨le Rivasi cree que dos razones explican la ausencia en la escena p¨²blica: "La pol¨ªtica ha sido hasta ahora un juego de hombres y es dif¨ªcil cambiar las costumbres". Cree Rivas¨ª que los cambios llegar¨¢n por v¨ªa legislativa, "por eso son necesarias las cuotas, que bien aplicadas deber¨ªan crear el semillero de mujeres pol¨ªticas". "Los hombres deciden qui¨¦n es competente y creen que no lo somos", afirma la eurodiputada finlandesa Anneli Tuulikki J??tteenm?ki. Cita a su compatriota, la presidenta Tarja Halonen, como mujer a la altura de los desaf¨ªos de la UE y tambi¨¦n a la ex presidente letona Vaira Vike-Freiberga. Le cuesta encontrar mujeres para el cargo de alto representante.
En la cuesti¨®n de los nombres se atasca tambi¨¦n Emilie Turunen, una danesa de 25 a?os. Pero remite a quien busque nombres de pol¨ªticas a la direcci¨®n genderbalancedcommission.eu.
Pintarrajeada con unos barrocos bigotes, Turunen atribuye el ralo paisaje pol¨ªtico femenino a "un problema estructural: entran poco a poco, pero en las posiciones de arriba hay hombres de 55 a?os que se reparten los cargos entre lo de su generaci¨®n". Seg¨²n ella, "los hombres piensan en la fuerza en t¨¦rminos casi f¨ªsicos, mientras que ser fuerte es ser inteligente, ser capaz, estar dispuesto al compromiso".
Coincide con ella Amelia Andersdotter, de 22 a?os, que en 2010 ser¨¢ eurodiputada por el Partido Pirata (defiende la libertad en Internet): "Europa es muy conservadora, y eso dificulta que las mujeres tengan familias y carreras a la vez". Tambi¨¦n considera que la sociedad todav¨ªa est¨¢ muy segregada socialmente - "las chicas siguen jugando con las chicas"- y eso impide la igualdad. Y concluye: "Al fin y al cabo, vivimos en un mundo de hombres".
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