La Uni¨®n fuerza su papel de ¨¢rbitro en el espacio postsovi¨¦tico
Nueva amenaza de guerra del gas entre Rusia y Ucrania
El nuevo presidente de la Uni¨®n Europea tiene desaf¨ªos importantes en el espacio postsovi¨¦tico, entre ellos las consecuencias de una eventual nueva guerra del gas entre Ucrania y Rusia. En Kiev nadie se atreve a pronosticar hoy si los europeos podr¨¢n dormir tranquilos en enero de 2010, sin temor a que Gazprom, el monopolio de la exportaci¨®n de gas de Rusia, cierre la espita y los deje sin gas durante dos semanas, como el pasado enero.
La gran inc¨®gnita es si Gazprom presentar¨¢ a Ucrania la factura de las penalizaciones por el gas contratado y no consumido en 2009, y, si lo hace, qu¨¦ momento elegir¨¢ para ello. La opini¨®n generalizada es que ¨¦sa es una cuesti¨®n pol¨ªtica y no econ¨®mica, y que Mosc¨² utilizar¨¢ la deuda de Ucrania como baza para influir en los comicios presidenciales que se celebran el 17 de enero (con segunda ronda a principios de febrero), o, sobre todo, en la pol¨ªtica del futuro presidente.
Y¨²shenko urge a su colega Medv¨¦dev a revisar los contratos del gas
En enero, Naftogaz, la compa?¨ªa de gas de Ucrania, firm¨® con Gazprom contratos de suministro que preve¨ªan la f¨®rmula take or pay (toma o paga). A tenor de estos documentos, auspiciados por la primera ministra, Yulia Timoshenko, Ucrania contrat¨® 42.000 millones de metros c¨²bicos de gas para 2009, pero, al reducirse la demanda, ha consumido s¨®lo 28.000 millones de metros c¨²bicos, y la deuda acumulada puede llegar a 8.500 millones de d¨®lares (unos 5.700 millones de euros), seg¨²n dijo en Kiev el presidente, V¨ªctor Y¨²shenko. Dispuesto a poner en aprietos a Timoshenko, Y¨²shenko ha dirigido una carta a su colega ruso, Dmitri Medv¨¦dev, pidiendo una revisi¨®n inmediata de los contratos de gas, que ha calificado de "irreflexivos y pre?ados de riesgos". La carta, publicada el jueves por la noche, es un ataque claro a Timoshenko, que deb¨ªa reunirse en Yalta con el jefe del Gobierno ruso, Vlad¨ªmir Putin, durante una sesi¨®n de la comisi¨®n intergubernamental prevista para ayer y hoy.
Timoshenko ha tratado de ganarse el apoyo t¨¢cito -y sutil- de Putin, lo que en enero quer¨ªa decir un r¨¢pido acuerdo que permitiera el flujo del gas a Europa, y ahora significa que Gazprom renuncie a las penalizaciones y acceda a subir la tarifa de tr¨¢nsito del gas, que los ucranios consideran ruinosa, pese a haberla negociado ellos mismos.
Ucrania est¨¢ en una apurada situaci¨®n financiera. El FMI y el Banco Europeo para la Reconstrucci¨®n y el Desarrollo han congelado un tramo de 4.000 millones de d¨®lares y un cr¨¦dito de 750 millones de d¨®lares, respectivamente. El motivo de fondo en ambos casos es que los dirigentes ucranios no cumplen sus promesas de reforma ni dan garant¨ªas de acometerlas. La UE, por su parte, se ha hecho la remolona ante las exhortaciones de Putin para que se rasque el bolsillo y ayude a Ucrania a pagar su factura de gas.
Mientras Timoshenko se dispon¨ªa a reunirse con Putin en Yalta, Y¨²shenko se reun¨ªa con el georgiano Mija¨ªl Saakashvili en Kiev. La UE est¨¢ cada vez m¨¢s implicada en los conflictos en el espacio postsovi¨¦tico. La misi¨®n de vigilancia fronteriza entre Ucrania y Moldavia, en el tramo de la regi¨®n separatista del Transdni¨¦ster, ha sido un ¨¦xito bien acogido incluso por los secesionistas. La UE tambi¨¦n est¨¢ presente en Georgia mediante la misi¨®n de vigilancia en las lindes de Osetia del Sur y Abjazia (EUMM), desplegada en septiembre de 2008 tras los acuerdos arbitrados por el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy. La EUMM no ha resuelto el conflicto de Georgia y sus separatistas, pero ha contribuido a enfriar los ¨¢nimos y a evitar incidentes armados.
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