La po¨¦tica de Queneau

Poes¨ªa. La poes¨ªa de Raymond Queneau (Le Havre, 1903-Par¨ªs, 1976) no es, pese a la celebridad de sus novelas, una actividad secundaria, un juego o una distracci¨®n. Prosa y poes¨ªa surgen de una capacidad creativa que se ilumina con reflejos rec¨ªprocos. Queneau no ve¨ªa diferencias, tal y como conceb¨ªa la escritura, entre ambos modos de expresi¨®n. Si hubiera que elegir un autor que sea ejemplo de originalidad e ingenio, de inquietud innovadora e imaginaci¨®n, capaz de explorar todas las potencialidades del lenguaje y renovar la est¨¦tica de la escritura, ¨¦se sin duda es Raymond Queneau. M¨¢s all¨¢ de sus renombrados Ejercicios de estilo, o de su estramb¨®tica novela Zazie dans le m¨¦tro, que Louis Malle adapt¨® al cine, fue autor de una importante obra po¨¦tica, algunos de cuyos poemas, convertidos en canciones, alcanzaron una popularidad envidiable. Es el caso de 'Si t¨² te imaginas', incluido en El instante fatal, convertido en cl¨¢sico de la canci¨®n francesa en la voz de Juliette Greco. Este libro es una de las cumbres de su obra, pues su control de la lengua y su inspiraci¨®n humana, donde lo tr¨¢gico y lo burlesco se funden, hacen que su escritura alcance un estilo inimitable. Son noventa poemas, repartidos en cuatro partes: 'Marina' y 'Un ni?o ha dicho' tienen una clara inspiraci¨®n surrealista; 'Para un arte po¨¦tica' trata la poes¨ªa con una suave y realista desenvoltura; mientras que 'El instante fatal', lleno de una decidida iron¨ªa, se consagra a la vejez y a la muerte. Nadie hab¨ªa hablado de nuestra existencia en t¨¦rminos tan jocosos y terribles, en poemas que "entran por la boca y de trav¨¦s / en el imperio de los muertos", y donde la angustia se disimula mal a pesar del humor. El poeta no olvida que "siempre el instante fatal llega para distraernos". Adolfo Garc¨ªa Ortega ha sabido trasladar, con precisi¨®n y buen hacer, la riqueza ling¨¹¨ªstica de estos poemas, toda su viva gracia.