Los 'sacamantecas' de Hu¨¢nuco mataban para vender grasa humana
En 2009 se descubri¨® a esta banda en Per¨² que comerciaba con sebo por el que ped¨ªan hasta 15.000 d¨®lares por litro.
El pishtaco, temido personaje que seg¨²n la mitolog¨ªa andina mata seres humanos para despojarlos de su grasa corporal, se ha encarnado en una banda de sangrientos delincuentes que, se teme, son responsables de decenas de muertes y desapariciones no esclarecidas durante los ¨²ltimos a?os. Eso es lo que afirma la polic¨ªa peruana, que present¨® el jueves a cuatro detenidos, parte de una organizaci¨®n formada por al menos una docena de personas.
Parece por momentos un relato surrealista y otros simplemente historia de terror.
La detallada exposici¨®n que hizo la polic¨ªa peruana sobre la actividad de estos presuntos asesinos, cuya banda ha sido bautizada como Los pishtacos de Hu¨¢nuco, parece por momentos relato surrealista y otros simplemente historia de terror. De acuerdo con el general Eusebio F¨¦lix Murga, jefe de la Direcci¨®n de Investigaci¨®n Criminal, los detenidos han confesado su crimen e incluso detallado su artesanal y macabro procedimiento: luego de dar muerte a sus v¨ªctimas, colgaban los cad¨¢veres descuartizados en ganchos y encend¨ªan velas para que chorreara el tejido adiposo. Tambi¨¦n aseguraron que vend¨ªan la grasa a supuestos comerciantes europeos dedicados a la fabricaci¨®n de cosm¨¦ticos, y que ¨¦stos les pagaban hasta 15.000 d¨®lares (10.000 euros) por litro.
Todo suena inveros¨ªmil y de hecho varios cirujanos pl¨¢sticos consultados por la prensa peruana han se?alado que la grasa humana extra¨ªda con semejante m¨¦todo carece de utilidad. Pero lo cierto es que hace dos semanas dos personas fueron detenidas cuando pretend¨ªan retirar de una agencia de transporte un env¨ªo procedente de Hu¨¢nuco, en la regi¨®n central de los Andes peruanos, que conten¨ªa un frasco con grasa humana.
Agentes de la polic¨ªa viajaron a Hu¨¢nuco y capturaron a cuatro personas. En casa de uno de los detenidos, Segundo Castillejos, los investigadores encontraron ganchos de metal, embudos y 17 litros de grasa humana almacenados en botellas. Tambi¨¦n se hallaron en la localidad de Taso Grande los restos de una persona, identificada como Abel Matos Aranda, que es hasta ahora la ¨²nica v¨ªctima que la polic¨ªa ha logrado vincular con esta organizaci¨®n.
Seg¨²n fuentes judiciales, los detenidos confesaron el crimen, que habr¨ªa ocurrido el 16 de septiembre. Seg¨²n el testimonio, los asesinos obligaron a Matos a ingresar en la espesura de la selva. All¨ª Hilario Cude?a -otro de los detenidos- le cort¨® el cuello con un cuchillo. Luego de decapitarlo y desmembrarlo, los pishtacos colocaron su t¨®rax en una suerte de tr¨ªpode para que se desangrara y retirar luego la grasa.
Tras decapitarlo y desmembrarlo, esperaron a que?se desangrara para retirar la grasa.
Cude?a, quien ha reconocido ser el cabecilla de la banda, asegura que se dedica a pishtaquear hace m¨¢s de 30 a?os. Aunque la investigaci¨®n es m¨¢s cauta y sostiene que estos asesinos habr¨ªan empezado a actuar en 2004, eso es suficiente para que las autoridades teman que los Pishtacos sean responsables de varios de los 60 casos de personas desaparecidas reportados en el ¨²ltimo a?o en su regi¨®n.
El fiscal Jorge Sanz ha formulado denuncia contra los detenidos por homicidio con ¨¢nimo de lucro, asociaci¨®n il¨ªcita, tenencia ilegal de armas y tr¨¢fico de drogas.
"Carece de toda l¨®gica"
La Asociaci¨®n Nacional de Perfumer¨ªa y Cosm¨¦tica (Stanpa), que agrupa a las principales marcas del sector en Espa?a, indic¨® ayer a trav¨¦s de un comunicado que la extracci¨®n de grasa en cuerpos asesinados con fines cosm¨¦ticos "carece de toda l¨®gica". "Si bien hace muchos a?os se utilizaban en cosm¨¦tica grasas s¨®lidas, minerales o animales para dar consistencia a los productos, esto se ha sustituido por ingredientes m¨¢s adecuados, inocuos y seguros", se?ala la asociaci¨®n. Ahora imperan "los ingredientes de origen vegetal (oliva, germen de trigo, almendra, de rosa mosqueta..., etc.) o de origen mineral altamente purificados y modificados para hacerlos m¨¢s compatibles con la piel".
"La grasa de origen humano es una materia de desecho muy com¨²n en las liposucciones, y ni siquiera en ese contexto es utilizada por la industria cosm¨¦tica, por lo que carece de toda l¨®gica el tr¨¢fico de esta sustancia carente de valor", contin¨²a el escrito.
Las dos caracter¨ªsticas b¨¢sicas de los ingredientes es que sean inocuos, es decir, que no hagan da?o, y que sean eficaces. "Pero la grasa humana, adem¨¢s de no aportar ninguna propiedad beneficiosa adicional conlleva el riesgo de transmisi¨®n de enfermedades. La inocuidad es dudosa y su eficacia, nula. Ni para cremas, ni para champ¨²", precisa una portavoz de Stanpa. La directiva europea de Cosm¨¦ticos proh¨ªbe m¨¢s de mil ingredientes. Y en el n¨²mero 416 se proh¨ªbe expresamente la utilizaci¨®n de "c¨¦lulas, tejidos o productos de origen humano".
En cuanto a su posible uso para inyecciones faciales, tambi¨¦n carece de l¨®gica, seg¨²n Antonio Porcuna, presidente de la fundaci¨®n docente de la Sociedad Espa?ola de Cirug¨ªa Pl¨¢stica. "La grasa de otra persona no se puede utilizar para aumento de labios, ni de ment¨®n, ni de p¨®mulos, ni de gl¨²teos, ni nada. No sirve ni congelada, ni purificada", concluye.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.