Y de tel¨®n de fondo, la presidencia
La estrategia de Arag¨®n para acceder al cargo puede haberle perjudicado
La cuesti¨®n que se debate en c¨ªrculos pol¨ªticos y constitucionalistas es si la postura del progresista Manuel Arag¨®n Reyes podr¨ªa costarle la presidencia del Tribunal, cargo para el que figuraba en cabeza entre los posibles candidatos tras la renovaci¨®n que se produzca despu¨¦s de la sentencia del Estatuto. Tradicionalmente, a la presidencia y vicepresidencia acceden los magistrados del segundo escal¨®n, los que llevan ya seis a?os en el Constitucional y les quedan los tres ¨²ltimos. Esta regla s¨®lo se alter¨® en el caso de Francisco Tom¨¢s y Valiente, que accedi¨® al puesto tras sus tres primeros a?os de mandato.
Pero con el retraso en la renovaci¨®n, el pasado 6 de noviembre, los del escal¨®n de seis a?os han cumplido ocho en el Tribunal. Son Javier Delgado Barrio, Elisa P¨¦rez Vera y Eugeni Gay y les queda uno, es decir, deben ser renovados en noviembre de 2010. De este grupo de tres, debido a los problemas de salud de Javier Delgado y el amplio rechazo que suscitar¨ªa la candidatura de Gay, la que m¨¢s posibilidades tendr¨ªa ser¨ªa la ponente Elisa P¨¦rez Vera.
Medios pr¨®ximos al Tribunal sostienen que el abogado catal¨¢n Eugeni Gay mantiene un discurso en Catalu?a y otro en Madrid. Mientras en Catalu?a defiende que cualquier nimia modificaci¨®n afecta a la columna vertebral del Estatuto y har¨ªa mucho da?o a la comunidad aut¨®noma, en Madrid habr¨ªa aceptado la ponencia de P¨¦rez Vera sin el t¨¦rmino "naci¨®n". En cualquier caso, pasa por no ser el m¨¢s popular entre los magistrados.
En cambio, el arduo trabajo que ha desarrollado P¨¦rez Vera, tras cuatro borradores de la ponencia, le est¨¢n granjeando el reconocimiento de los dem¨¢s magistrados, que podr¨ªa traducirse en apoyos si finalmente la sentencia es razonable. Aunque le quedar¨ªa menos de un a?o de mandato, quiz¨¢ s¨®lo unos meses, sus partidarios explican que el modelo italiano ha consentido el nombramiento de alg¨²n presidente incluso para menos de dos meses. A su favor estar¨ªan tambi¨¦n otros factores, como que tras el relevo de Mar¨ªa Emilia Casas no habr¨ªa otra mujer al frente de ninguna de las altas instituciones del Estado y que mantener separadas las renovaciones por tercios es lo que plantea la Constituci¨®n. Pero en su contra pesa el corto periodo de mandato.
Todo apunta, pues, a que la presidencia se dirimir¨¢ entre los del tercer escal¨®n, es decir, entre Pascual Sala, Ram¨®n Rodr¨ªguez Arribas, Manuel Arag¨®n y Pablo P¨¦rez Tremps, y que cuentan ya cinco a?os en el Tribunal. Aunque el ¨²nico que ha evidenciado deseos de acceder al cargo ha sido Arag¨®n, su estrategia por asegurarse el puesto puede haberle perjudicado. Sala cuenta en su haber presidido el Supremo y el Poder Judicial y ser¨ªa el primer magistrado de carrera que preside el Constitucional, ya que hasta ahora todos los presidentes del Constitucional han sido catedr¨¢ticos de universidad. P¨¦rez Tremps, el magistrado m¨¢s joven del Tribunal, ha superado sus problemas de salud y podr¨ªa entrar en la liza. Las malas relaciones entre Arag¨®n y los otros dos magistrados, que no le votar¨ªan, le ponen a ¨¦ste las cosas m¨¢s dif¨ªciles.
Dado que tras la renovaci¨®n deber¨ªa haber mayor¨ªa progresista, en principio, no se plantea que el conservador Rodr¨ªguez Arribas acceda al cargo, aunque sobre el papel, tendr¨ªa garantizada la vicepresidencia. Pero hasta para eso puede haber excepciones: en primer lugar porque en anteriores etapas del Tribunal ha habido presidentes y vicepresidentes pertenecientes al mismo sector: tal ha sido el caso de Tom¨¢s y Valiente y Luis L¨®pez Guerra, o de Pedro Cruz Villal¨®n y Carles Viver. Y aunque ser¨ªa m¨¢s dif¨ªcil, tampoco cabe descartar incluso la presidencia de un conservador al frente de una mayor¨ªa progresista. Casas, que accedi¨® al cargo despu¨¦s de que el conservador Vicente Conde fuese defenestrado por dos de sus compa?eros, es un buen ejemplo de ello.
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