Anatom¨ªa de una manifestaci¨®n
Hay cuatro concentraciones de media al d¨ªa en Madrid - Requieren mucha preparaci¨®n, reuniones, requisitos y hasta, en ocasiones, un gabinete de crisis
Si un madrile?o se lo propusiera, podr¨ªa acudir a cuatro manifestaciones al d¨ªa. No todas, claro, tan concurridas como la de agricultores y ganaderos de ayer. La capital es el gran manifest¨®dromo al que acuden personas llegadas de todas las regiones para expresar su malestar, y su n¨²mero crece a?o a a?o. Detr¨¢s de todas estas protestas hay un largo proceso, a veces con intervenci¨®n judicial.
El derecho de manifestaci¨®n, con el que los madrile?os conviven a diario por su condici¨®n de habitantes de la capital del Estado, est¨¢ recogido en el art¨ªculo 21 de la Constituci¨®n. Tras el par¨®n de la dictadura y la represi¨®n de la polic¨ªa franquista, fue uno de los primeros derechos fundamentales en ser regulados por ley. Ese procedimiento, que vio la luz en 1983, no ha cambiado desde entonces. "Antes de ver si nos queremos manifestar comprobamos si realmente hay un motivo y si vamos a tener ¨¦xito de gente", asegura el secretario de Organizaci¨®n de CC OO en Madrid, Paco Cruz, que lleva a sus espaldas la preparaci¨®n de m¨¢s de 300 concentraciones.
Lo primero que debe hacer quien convoca la manifestaci¨®n es presentar un escrito en la Delegaci¨®n del Gobierno en Madrid con varios requisitos, entre un mes y 10 d¨ªas antes."La gente est¨¢ muy confundida. Cree que la Delegaci¨®n del Gobierno tiene que autorizar la manifestaci¨®n, pero no es as¨ª. Lo que debe hacer el particular es comunicarlo", afirma un mando policial. En el escrito de informaci¨®n deben constar los datos del solicitante o de la entidad que lo haga, el d¨ªa de la manifestaci¨®n, el recorrido por la ciudad y la duraci¨®n aproximada, junto con una previsi¨®n de asistencia. El plazo es riguroso: un m¨¢ximo de 30 d¨ªas y un m¨ªnimo de 10. La excepci¨®n son las urgentes (por ejemplo, por atentados), que se convocan en 24 horas.
El trabajo previo empieza en ese momento. La Delegaci¨®n del Gobierno env¨ªa la propuesta de manifestaci¨®n a la Polic¨ªa Municipal de la localidad. Tiene un plazo de un d¨ªa para dar el visto bueno o plantear objeciones. Pueden ser de muy diversa ¨ªndole: desde que existan actos previstos en el mismo lugar, que las calles est¨¦n cortadas, que ya haya otras concentraciones en la zona, que est¨¦ previsto el paso de alguna personalidad... Y as¨ª un largo etc¨¦tera. Una de las cosas que m¨¢s se mira es que no haya que cortar muchas l¨ªneas de la EMT.
Si la Polic¨ªa Municipal no emite el informe, se da por entendido que no hay ninguna objeci¨®n y que da el visto bueno a lo que plantean los convocantes de la manifestaci¨®n.
Hasta julio de este a?o, la regi¨®n ha vivido cerca de un millar de manifestaciones y concentraciones. Con las importantes, hay una reuni¨®n en la Delegaci¨®n del Gobierno en la que participan quienes convocan, el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, la Polic¨ªa Municipal y representantes de la propia delegaci¨®n. El recorrido por la ciudad se observa con lupa y se mira, por ejemplo, si existen itinerarios alternativos y si el horario es el m¨¢s adecuado. En caso de posibles mejoras, se pactan con los convocantes. "Se les propone el cambio, porque no se les puede imponer. Generalmente impera el sentido com¨²n para no causar muchas molestias", se?alan fuentes policiales. En esa reuni¨®n debe quedar claro el recorrido, la duraci¨®n y las variaciones que puedan darse.
En este encuentro tambi¨¦n se pacta la seguridad que corre a cargo de los manifestantes. Var¨ªa en funci¨®n de los asistentes. Algunos manuales de seguridad fijan un m¨ªnimo de vigilantes en el 10% de la previsi¨®n de manifestantes, pero esa cifra resulta alta en marchas muy grandes. "Para nosotros, grandes manifestaciones ya es cuando pasan de un millar de personas. Si hay m¨¢s ceros, ya hablamos de macromanifestaciones", a?ade un responsable de Seguridad Ciudadana.
"Cuando viene gente de fuera de Madrid hay que disponer aparcamientos para los autocares. La Castellana suele ser un buen estacionamiento los fines de semana", dice un responsable de la Polic¨ªa Municipal de Madrid.
La preparaci¨®n a¨²n no ha terminado. Si al final de la marcha hay un concierto o un escenario, a¨²n hay m¨¢s trabajo. "Pedimos permiso al Ayuntamiento para que nos autorice la ocupaci¨®n de la v¨ªa p¨²blica, en la acera o la calzada. Adem¨¢s, le pedimos la colocaci¨®n de pancartas o estandartes en las farolas, pero sin vulnerar la ordenanza de Medio Ambiente", explica Paco Cruz.
El d¨ªa de la manifestaci¨®n suele haber un gran despliegue de polic¨ªas. ?stos acuden antes a la zona para reconocerla. Despu¨¦s, se colocan abriendo y cerrando la marcha. Otras veces est¨¢n en las calles aleda?as. As¨ª evitan cualquier posible provocaci¨®n hacia los manifestantes. Si van autoridades, el control del lugar es a¨²n m¨¢s exhaustivo. Los agentes de Subsuelo controlan las alcantarillas y los colectores de la zona, mientras los perros polic¨ªas olfatean el ¨¢rea en busca de explosivos. En las grandes concentraciones, la Jefatura Superior de Polic¨ªa monta un gabinete de crisis con varios responsables junto a la sala del 091. ?stos reciben en tiempo real las im¨¢genes que les transmiten desde el helic¨®ptero.
?Existen reglas para vigilar una manifestaci¨®n? Varios mandos policiales reconocen que no. Es mucho m¨¢s peligrosa una concentraci¨®n de ultraizquierda o de ultraderecha de unas 500 personas que una marcha multitudinaria de jubilados, por ejemplo. A veces se dan situaciones en que en pocas calles se manifiestan grupos de ideolog¨ªa contraria, lo que puede acabar en graves disturbios.
Un punto clave es la presencia de negociadores o delegados gubernativos que sirven de enlace entre los manifestantes y la polic¨ªa. Se encargan de recordarles el recorrido, valorar las posibles variaciones e incluso atender las necesidades de los organizadores. "Es el tipo caso de poli bueno y poli malo", reconoce un experto policial en manifestaciones. "Lo que mejor funciona es incrementar la presencia policial disuasoria junto a los manifestantes y contar con un gran despliegue en las cercan¨ªas", asegura este mando.
Aunque el n¨²mero var¨ªa, a una manifestaci¨®n de 1.000 personas suelen ir unos 50 antidisturbios, que pueden ser reforzados por m¨¢s agentes, sobre todo, por los alazanes (motoristas).
Algo que desconocen muchos convocantes es que tambi¨¦n hay sanciones, con multas de cuant¨ªa muy alta. Si 20 personas o m¨¢s se concentran en un lugar, se considera manifestaci¨®n y al no estar comunicada a la Delegaci¨®n del Gobierno puede ser motivo de sanci¨®n. El m¨ªnimo es de 3.000 euros, pero puede duplicarse. Es lo que pretende, por ejemplo, el Ayuntamiento de Madrid con los polic¨ªas municipales que se congregaron una noche ante la casa del alcalde. Sus nombres han sido remitidos a la delegaci¨®n para que les sancione. A¨²n no hay resoluci¨®n.
?Se puede limitar el derecho de manifestaci¨®n en Madrid para que no sea foco de tanta protesta? Con la ley en la mano, no. ?sta fija que una concentraci¨®n solicitada en tiempo y forma y que no vaya contra la ley no puede denegarse. Y as¨ª lo ha recordado en m¨¢s de una ocasi¨®n la delegada del Gobierno, Amparo Valcarce. "No autorizar¨¦ ninguna manifestaci¨®n que vulnere la normativa. Lo tengo absolutamente claro, tolerancia cero hacia manifestaciones que vulneren la convivencia", se?al¨® en una entrevista en EL PA?S. Hasta el 31 de julio, la delegaci¨®n ya hab¨ªa prohibido 34.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.