'El jard¨ª dels cinc arbres' Y sin embargo, se hace largo

Montaje sobre textos narrativos y po¨¦ticos de Salvador Espriu como homenaje a su figura a unos meses del 25? aniversario de su muerte. Estrenado en el festival Temporada Alta de Girona, El jard¨ª dels cinc arbres es una ambiciosa, por extensa, adaptaci¨®n esc¨¦nica de esos textos y es el patio de la casa de Arenys en la que el poeta pas¨® sus primeros veraneos. "A la vora del mar. Tenia / una casa, el meu somni, / a la vora del mar". Y es que Arenys, escrito al rev¨¦s, da Sinera, su ¨²nica patria ideal. Sobre el escenario, pues, y sobre las tarimas que a modo de pelda?os lo ocupan, van desfilando los personajes de Espriu y van bajando del cielo del teatro una serie de objetos que, junto a las acciones de los int¨¦rpretes, llenan y amenizan las casi dos horas de espect¨¢culo. Un barquito no tan chiquitito, un sof¨¢, unas cortinas rojas, una cama. Y digo amenizan porque los textos de Espriu a pelo o en un formato m¨¢s austero, como el que hizo Oll¨¦ de los de Josep Pla en El quadern gris, se har¨ªan m¨¢s dif¨ªciles de digerir.

As¨ª es que los int¨¦rpretes, algunos de ellos habituales ya en los montajes de Joan Oll¨¦, se ven obligados a hacer el saltimbanqui, cuando no el payaso, nariz roja incluida, como en el caso de Montserrat Carulla, que est¨¢ francamente grotesca. Menos mal que Paula Blanco tiene dotes acrob¨¢ticas y es capaz de hacer la rueda como Dios manda. La escena circense es, desde luego, de las m¨¢s agradecidas y contrasta con otras m¨¢s l¨²gubres que tienen que ver con textos tambi¨¦n m¨¢s sombr¨ªos, como Mrs. Death. Otra incorporaci¨®n de agradecer es la de S¨ªlvia P¨¦rez Cruz, una joven que canta composiciones musicales diversas y canciones populares con una voz bell¨ªsima, aunque le sobran (o me sobran) esas dilatadas modulaciones de las que peca tambi¨¦n Serrat, por ejemplo.

Total, que el variado desfile de la gente de Sinera -la Laia, la Tereseta, la Trinquis, el trapero, etc¨¦tera- tiene sus altibajos, y los int¨¦rpretes, sus momentos. De manera que el conjunto, a pesar de los esfuerzos, se hace largo. Joan Anguera asume el papel del protagonista, Espriu-Salom, y no estuvo muy fino la noche del estreno en Barcelona. Esperemos que en las pr¨®ximas funciones y "en la pau del jard¨ª dels cinc arbres" vuelva a coger la "rara rosa blanca", as¨ª como el resto del texto, con m¨¢s tino.