El mago en el restaurante
?Es mucho una rebaja de 14 puntos de IVA? ?Es poco? ?Bastante? ?Es suficiente? En Francia acaban de descubrir que no es nada. Es decir, que se esfuma. Los viejos magos que ya s¨®lo act¨²an en algunas pel¨ªculas de coleccionista hac¨ªan desparecer conejos del sombrero: aqu¨ª en Par¨ªs acaban de descubrir c¨®mo (nada por aqu¨ª, nada por all¨¢, voil¨¤) el montante en cuesti¨®n se volatiliza y todos se quedan con la boca abierta.
Veamos.
La historia se remonta a ese presidente campechano, amigo de los bocadillos consistentes y de prometer en campa?as electorales esto o lo otro (o esto y lo otro o ni esto ni lo otro): Jacques Chirac, en 1995, asegur¨® a los due?os de bares y restaurantes franceses que les rebajar¨ªa el TVA (el IVA en versi¨®n francesa). No lo cumpli¨®. Nicolas Sarkozy, su sucesor, recogi¨® el guante. "Yo cumplo hasta las promesas que no son m¨ªas", manifest¨® hace poco, refiri¨¦ndose al asunto. As¨ª, en julio se aprob¨® una ley que estipulaba que los restaurantes pagar¨ªan de IVA un 5,5% en vez del 19,6% que pagaban. Es decir: 14,1 puntos menos.
El IVA que pagan los restaurantes franceses baj¨® del 19,6% al 5,5%
En muchos establecimientos los precios siguen siendo los mismos
La situaci¨®n ha dado pie a un intenso debate parlamentario
Es importante el contexto. Recordemos el ¨²ltimo julio: la tempestad de la crisis soplaba como nunca reventando empresas, las previsiones mundiales de la OCDE daban calambre, no hab¨ªa luz al final del t¨²nel porque no hab¨ªa ni t¨²nel, sino un agujero hondo en el que echarse a temblar. De modo que la rebaja del IVA a los restaurantes parec¨ªa una buena idea: menos impuestos, ergo bajada autom¨¢tica de precios, ergo m¨¢s caf¨¦s y men¨²s del d¨ªa, ergo m¨¢s consumo, ergo m¨¢s ingresos, ergo, ergo...
Porque los hosteleros prometieron, claro, repercutir autom¨¢ticamente el porcentaje de la rebaja en el precio final. El Gobierno prometi¨® a su vez inspectores para que se cumpliera la promesa.
No hac¨ªa falta ser inspector para darse cuenta de que el primer eslab¨®n del cuento de la lechera fall¨®: el caf¨¦ con leche costaba lo mismo despu¨¦s de julio. Y sigue costando. Muy pocos restaurantes han bajado los precios. Los ya de por s¨ª caros restaurantes de Par¨ªs siguieron igual. Tambi¨¦n las cafeter¨ªas. Un caf¨¦ costaba y cuesta, m¨ªnimo, un euro noventa. Un espabilado corresponsal de la competencia asegura que ha encontrado un restaurante que ha bajado algunos platos del men¨², y ense?a una carta robada como prueba. Ya veremos. Este corresponsal se ha prometido comprobarlo.
As¨ª, esta semana, un grupo de senadores, molestos por lo que consideran una tomadura de pelo, present¨® una enmienda para retirar la rebaja y volver al IVA inicial. No prosper¨®, pero ha sido un aviso.
Con todo, hay diputados que abogan por el final de este yoy¨® fiscal del sube y baja y piden que se deje el IVA de los restaurantes donde est¨¢ (el 5,5%) y olvidarse de la historia. Adem¨¢s, el presidente Sarkozy zanj¨® la cuesti¨®n y advirti¨® hace d¨ªas que no iba a permitir una vuelta atr¨¢s: "Los due?os de los restaurantes son gente que trabaja duro, que no pide nada y cuyos locales sirven para unirnos en nuestras campa?as".
Lo dicho: esos 14 puntos desaparecieron, voil¨¤, como los conejos en los sombreros, como los viejos magos con chistera.
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