El Valladolid regala el empate

Otro error, uno m¨¢s en una lista que ya es muy larga, permiti¨® que el Tenerife, que estaba sobrepasado, se metiese en el partido. Otros dos errores dejaron a su merced un empate impensable 20 minutos antes. Pero el Valladolid se ha acostumbrado a ponerlo todo demasiado f¨¢cil y ni siquiera una ventaja de tres goles fue ayer suficiente para que consiguiera una victoria que se anunciaba trascendente.

Alborotado toda la semana, el Valladolid se plante¨® este choque como decisivo para la temporada: ganar, hacer goles, convencer y no sufrir. El rival llegaba con los mismos puntos, pero con un expediente bochornoso como visitante. Con todo, el inicio del partido no respondi¨® a la idea. Mendilibar anunci¨® que no iba a cambiar su sistema y, sin embargo, lo cambi¨®. Coloc¨® a Diego Costa y Manucho en la delantera, desplaz¨® a Canobbio a la banda izquierda y sorprendi¨® con una lista de novedades que provocaron casi media hora de confusi¨®n y desorden. Hasta que apareci¨® Diego Costa, aprovech¨® un error de Mikel Alonso en el centro del campo, agarr¨® el cuero y lo llev¨® cosido a la bota hasta superar a Aragoneses.

El gol devolvi¨® al Valladolid a su esencia: presi¨®n y velocidad. Los jugadores, que hab¨ªan mostrado su perfil m¨¢s bajo, alcanzaron su mejor versi¨®n. A la fiesta se apunt¨® Canobbio, que provoc¨® un penalti y lo convirti¨® en el segundo gol. Pero el Valladolid es un equipo con muchas carencias y siempre aparece alguna. El Tenerife se convirti¨® en un vendaval y la defensa del Valladolid en una verbena. El equipo de Oltra, sin freno, se lanz¨® a por un empate que lleg¨® con otro error de Justo Villar, que regal¨® un punto que media hora antes estaba muy lejos.