La ense?anza, contra los t¨®picos del profesorado
La Semana Monogr¨¢fica de Santillana analiza la realidad del docente
Entre la ¨¦pica y la l¨ªrica parece moverse en estos d¨ªas la profesi¨®n docente; la ¨¦pica de un trabajo que se ha complicado m¨¢s que nunca; y la l¨ªrica de la vocaci¨®n del ense?ante. Lo ¨²nico que puede dar autoridad y prestigio a la profesi¨®n es "el amor a lo que se ense?a y el amor a los que se ense?a", sentenci¨® el fil¨®sofo Emilio Lled¨® en la ¨²ltima sesi¨®n de la XXIV Semana Monogr¨¢fica de la Educaci¨®n de la Fundaci¨®n Santillana, que analiz¨® a fondo la semana pasada el trabajo de los profesores.
Tambi¨¦n dijo Lled¨® que la educaci¨®n debe ser contraria a las "frases hechas". Y a eso se hab¨ªa dedicado dos d¨ªas antes en las mismas jornadas el catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la Universidad de Salamanca Mariano Fern¨¢ndez Enguita, a derribar el discurso t¨®pico -y da?ino, dijo- que se ha instalado en torno a los profesores en Espa?a. El catedr¨¢tico admiti¨® que el trabajo docente se ha complicado enormemente en la sociedad del conocimiento: el exceso de informaci¨®n provoca menor atenci¨®n a lo importante, al conocimiento, que es lo que debe transmitir un profesor que ya no tiene el monopolio del conocimiento, sino que debe competir con muchas otras fuentes.
Apuntando a la ESO
Estos problemas tienen su cristalizaci¨®n m¨¢s evidente en la secundaria obligatoria, a donde parec¨ªan apuntar todos los comentarios a lo largo de la semana: la escolarizaci¨®n hasta los 16 a?os impuesta desde los a?os noventa, que llev¨® a clase hasta esa edad a todos los adolescentes, a los que quieren estudiar y a los que no; la falta de una formaci¨®n docente adecuada (el profesor Jos¨¦ Gimeno Sacrist¨¢n se quej¨® de que el nuevo master de secundaria tampoco est¨¢ empezando bien); la falta de una formaci¨®n continua que sirva para algo m¨¢s que para mejorar el sueldo; los problemas de las reformas normativas (el catedr¨¢tico de instituto Ricardo Moreno est¨¢ convencido de que la LOGSE fue un c¨¢ncer para el sistema educativo); la falta de medios, de autoridad o el escaso reconocimiento social y apoyo de las familias.
Todos ellos fueron temas recurrentes durante las jornadas. Pero lo cierto es, asegur¨® Fern¨¢ndez Enguita, que todo ha cambiado siempre, aunque ahora lo haga a mucha velocidad. Los valores, por ejemplo, "pero siempre ha habido cambio de valores y la escuela siempre ha tenido problemas para adaptarse a ello", dijo el catedr¨¢tico. Y continu¨® se?alando una serie de incongruencias en el discurso ampliamente aceptado: la gente habla en las encuestas de falta de reconocimiento social, pero luego, individualmente, cada uno de ellos dice que valora mucho a los profesores; o desde el profesorado se reclaman m¨¢s recursos, pero luego hay enormes resistencias entre los docentes a ser evaluados; o la reclamaci¨®n de autoridad para los profesores cuando se ha acabado con la de los directores de los centros y la de los inspectores educativos. Unas incongruencias que al catedr¨¢tico le llevan a concluir que el discurso catastrofista de una parte del profesorado no responde a la realidad y sirve como excusa, asegur¨®.
Entre la realidad y el discurso -todo t¨®pico tiene su parte de verdad, record¨® Fern¨¢ndez Enguita-, ¨¦stos sin duda son problemas capitales para la ense?anza. Como record¨® en la primera sesi¨®n de la semana monogr¨¢fica Andreas Schleicher, jefe de los an¨¢lisis educativos de la OCDE, "ning¨²n sistema educativo puede ser mejor que sus profesores".
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