Serie negra en Polop
El asesinato del anterior alcalde deja entrever la especulaci¨®n urban¨ªstica como m¨®vil
El desaforado urbanismo desarrollado en Espa?a en los 15 ¨²ltimos a?os no s¨®lo ha sido caldo de cultivo de una preocupante corrupci¨®n pol¨ªtica -aparte del da?o econ¨®mico causado a familias y empresas por el estallido de la burbuja inmobiliaria- sino, llegado el caso, tambi¨¦n del crimen. Ha sucedido en la localidad alicantina de Polop: su alcalde, Juan Cano, del Partido Popular, ha sido imputado por el asesinato en 2007 de su antecesor en el cargo, Alejandro Ponsoda, perteneciente al mismo partido, un suceso que conmocion¨® a la opini¨®n p¨²blica y que una dif¨ªcil y minuciosa investigaci¨®n de la Guardia Civil ha podido esclarecer dos a?os despu¨¦s.
Se trata de un caso digno de estudio. No s¨®lo porque parece sacado de una novela de la serie negra, tanto por la riqueza y diversidad de personajes que lo protagonizan -un narcotraficante, un empresario del calzado, el due?o y el gerente de un club de carretera, dos pistoleros a sueldo, un pol¨ªtico regidor de la localidad y posiblemente tambi¨¦n un concejal-, como por el lugar donde se planific¨® y decidi¨® su ejecuci¨®n: un prost¨ªbulo. Tambi¨¦n, y sobre todo, porque pone de manifiesto el potencial corruptor y hasta criminal que late bajo las turbias corrientes que mueven el urbanismo especulativo y el nivel de degradaci¨®n que alcanza un ejercicio de la pol¨ªtica puesto a su servicio.
Sin llegar al asesinato, no son pocas las agresiones y amenazas personales contabilizadas en Espa?a por causa de intereses urban¨ªsticos, como las sufridas hace 10 a?os en Santa Cruz de Tenerife por la abogada Julia Bango a manos de matones a sueldo, por su empe?o en denunciar posibles irregularidades urban¨ªsticas en las que estaban implicados cargos del PP local.
A diferencia del asesinato del alcalde de Fago, pendiente de sentencia y que parece ser el resultado de un ajuste de cuentas o justicia privada frente a una actuaci¨®n considerada prepotente y arbitraria, el del anterior alcalde de Polop parece responder a un m¨®vil urban¨ªstico: el control del urbanismo del t¨¦rmino municipal, pr¨®ximo a la costa, para el que el alcalde asesinado podr¨ªa ser un obst¨¢culo.
Mientras la justicia esclarece el crimen, sus circunstancias y motivaciones, a los siete imputados y encarcelados les asiste la presunci¨®n de inocencia y las garant¨ªas propias del proceso penal, incluida la de no declarar, a la que se ha acogido el alcalde imputado. Pero hay datos para sorprenderse de c¨®mo este ¨²ltimo, que fue concejal de Urbanismo de Polop entre 1995 y 2003 y acumul¨® un ingente patrimonio personal durante su mandato, pudo abrirse camino en el PP sin que nadie le diera el alto. Parec¨ªa evidente, salvo para quien no lo quisiera ver, que podr¨ªa tratarse de un uso torticero y posiblemente delictivo del ejercicio de la pol¨ªtica para enriquecerse. El PP le ha suspendido de militancia pero deber¨ªa haber actuado antes. A personajes de este perfil no habr¨ªa que darles facilidades en los partidos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.