Las c¨¢maras asedian a Mois¨¦s tras su ingreso en un centro de menores
La Fiscal¨ªa alerta de que im¨¢genes como las difundidas del ni?o de Ourense atentan contra los derechos de los menores, aunque se les oculte la cara
Mois¨¦s ingres¨® el martes en el centro de menores de A Carballeira pr¨¢cticamente en directo para toda Galicia. Televisiones, entre ellas las p¨²blicas TVG y Televisi¨®n Espa?ola, y medios escritos difundieron im¨¢genes del ni?o (con la cara difuminada) junto a sus abuelos y su t¨ªo saliendo de la cl¨ªnica, entrando en la delegaci¨®n de la Xunta en Ourense, abandonando el centro de menores de A Carballeira y saludando al m¨¦dico que lo atendi¨®.
Tras un "cautiverio" entre parientes de casi dos meses -por decisi¨®n de sus padres, que se negaban a entregarlo a la Xunta-, el menor diagnosticado con obesidad m¨®rbida permanece ahora tutelado por la Administraci¨®n auton¨®mica, igualmente cautivo en el complejo hospitalario orensano. "No puede ir a la cafeter¨ªa, ni a la sala de juegos, ni apenas salir de la habitaci¨®n". Una nube de c¨¢maras intenta grabar cada movimiento del chaval, reconoce el delegado provincial de la Xunta en Ourense, Rogelio Mart¨ªnez. "Me llaman periodistas de toda Espa?a para preguntarme qu¨¦ hace, qu¨¦ come... ?pero qu¨¦ importa eso si el caso est¨¢ cerrado!", protesta el representante del Gobierno gallego, que apela a la responsabilidad de los medios para que no difundan im¨¢genes del menor.
Las televisiones p¨²blicas emitieron im¨¢genes del periplo del peque?o
El punto final del abandono familiar que seg¨²n la Xunta provoc¨® la obesidad m¨®rbida del ni?o puede abrir la espita de una vulneraci¨®n de su derecho al honor y a la intimidad, que la Fiscal¨ªa podr¨ªa investigar. El fiscal de Menores de Galicia, Carlos Mariscal, sostiene que cuando se difunden im¨¢genes de los ni?os por las que podr¨ªan ser identificados, aunque se oculten sus ojos, se produce "una vulneraci¨®n del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen", y advierte de que la Fiscal¨ªa "est¨¢ obligada a actuar de oficio". "Otra cosa es que se difundan las fotos de menores desaparecidos, ya que es una forma de velar por su seguridad", matiza. El fiscal sostiene que los padres de los menores tampoco pueden acudir a los medios de comunicaci¨®n a hablar de sus hijos: "Incurren en la misma vulneraci¨®n de este derecho". En el caso de Mois¨¦s, cuando trascendieron las im¨¢genes de su ingreso en el centro de menores, la Xunta ya ten¨ªa su tutela y es por tanto, tambi¨¦n a efectos legales, responsable del menor.
El delegado provincial asegura que no hubo filtraciones a los medios desde ning¨²n organismo dependiente de la Xunta, sobre la hora y el lugar de la entrega del chico a la Administraci¨®n. "Cuando yo llegu¨¦ a la cl¨ªnica privada en la que se hizo la entrega hab¨ªa ya un fot¨®grafo", afirma Mart¨ªnez.
Los abuelos del ni?o utilizaron una puerta trasera para salir con su nieto de la cl¨ªnica, pero las c¨¢maras captaron la secuencia con la imagen del menor. Nadie lo impidi¨®. "Hubo mala gesti¨®n de la entrega por parte de la Xunta", sostienen fuentes pr¨®ximas a la familia. La secuencia fotogr¨¢fica muestra a los abuelos y al t¨ªo del menor subiendo al coche oficial del delegado de la Xunta, que los transport¨® personalmente desde esa cl¨ªnica a su despacho, en donde mantuvieron una reuni¨®n antes de trasladar al ni?o al centro de menores. No hab¨ªa polic¨ªas auton¨®micos para proteger la imagen del peque?o.
No es la primera vez que su imagen se difunde en los medios desde que trascendi¨® su caso. Las primeras semanas, estando ya oculto para la autoridad judicial, el abogado de sus padres entreg¨® fotograf¨ªas del antes y despu¨¦s de la dieta del menor. Pretend¨ªa evidenciar la p¨¦rdida de peso (hab¨ªa bajado 10 kilos) y justificar la demanda de los padres de que no lo ingresaran en un centro de menores.
Pero la exposici¨®n del chico en los medios de comunicaci¨®n no s¨®lo vulnera sus derechos, sino que adem¨¢s perjudica a su salud. Psic¨®logos de los servicios de Menores de la Xunta reconocen que "la situaci¨®n es estresante y genera conflictividad, lo que unido a un trastorno alimentario puede perjudicarle: los procesos bul¨ªmicos y anor¨¦xicos suelen estar ligados". "Al ni?o habr¨ªa que haberlo sobreprotegido en estos d¨ªas clave", sostienen los psic¨®logos consultados, que vaticinan el impacto social posterior, "cuando se incorpore al colegio y a la vida real" con otros chicos. Entonces ser¨¢ "el ni?o gordo de la tele".
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