Un coraz¨®n al asalto
Militar del Ej¨¦rcito prusiano en desbandada, autor teatral visionario, poeta idealista, rom¨¢ntico y suicida, Heinrich von Kleist narra en el relato La marquesa de O una historia de amor fulminante, con suspense. Sus protagonistas, una joven embarazada sin haber conocido var¨®n tras la muerte de su esposo y un militar ruso desconocido que pretende tomar su coraz¨®n al asalto, tienen carne dram¨¢tica y la sangre a punto de ebullici¨®n.
Eric Rohmer rod¨® una pel¨ªcula a partir del relato, llevado despu¨¦s al teatro. Como el director que estren¨® una adaptaci¨®n francesa har¨¢ un par de a?os, creo que no se puede hacer con menos de cinco actores sin p¨¦rdida de sustancia. En el montaje espa?ol (?por imperativos econ¨®micos?) desaparecen los personajes secundarios y el hermano de la marquesa, que podr¨ªa dar mucho juego.
LA MARQUESA DE O
Autor: Heinrich von Kleist. Direcci¨®n: Mag¨¹i Mira. Teatro Bellas Artes. Hasta el 10 de enero.
Esta decisi¨®n, a su vez, obliga a Emilio Hern¨¢ndez, el adaptador, a situar en un espacio ¨²nico una obra que deber¨ªa de conducirnos al patio de la fortaleza asaltada por los rusos, a la nueva residencia de los marqueses, al jard¨ªn de la quinta familiar... ?C¨®mo? A trav¨¦s de un espacio vac¨ªo o dividido por algo que cree un delante y un detr¨¢s, como se hace en el mejor teatro de hoy. En esta producci¨®n hay un par de portones acristalados que insin¨²an la residencia de la marquesa a costa de atar las alas de la puesta en escena.
Mag¨¹i Mira est¨¢ m¨¢s acertada como directora de actores. Su mano, de cocinera antes que fraile, se ve especialmente en el trabajo de la debutante Amaia Salamanca, cuyo registro interpretativo, corto todav¨ªa, se aquilata en los momentos ¨ªntimos.
En La marquesa de O original late un drama con final feliz. Hern¨¢ndez y Mira lo convierten en comedia, lo allanan: le a?aden humor como se a?ade sal a un guiso escaso de carne. En la primera escena nos muestran a las claras aquello que deber¨ªamos inferir: la violaci¨®n de la marquesa durante su desvanecimiento. Decisi¨®n dudosa. Con la intriga desvelada, el follaje dram¨¢tico desbrozado y un elenco tan escaso (a¨²n con tanto oficio como tienen Juanjo Otegui y Tina Sainz, contrapesado por la juventud poderosa de Josep Linuesa), entiendo que directora y adaptador hayan acabado desliz¨¢ndose hacia lo c¨®mico y subrayando lo sentimental.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.