El Gobierno pide al juez la alimentaci¨®n forzosa para evitar un desenlace fatal

Un juez, un m¨¦dico forense, un secretario judicial, dos polic¨ªas y un int¨¦rprete irrumpieron anoche en el aeropuerto de Lanzarote para examinar el estado de salud de Aminetu Haidar. La Delegaci¨®n del Gobierno en Canarias anunci¨®, en un comunicado enviado m¨¢s tarde, que hab¨ªa sido este organismo el que hab¨ªa solicitado la intervenci¨®n del juez con el fin de que "adopte las medidas necesarias para garantizar la vida e integridad f¨ªsica" de la activista. "Entre esas medidas", se?ala la nota, "debe incluirse el ingreso en un centro hospitalario y, en todo caso, la realizaci¨®n de cuantos controles se estimen necesarios". Y termina: "El peligro que para la vida e integridad f¨ªsica supone el mantenimiento de su actitud obliga a una actuaci¨®n urgente de asistencia sanitaria".

La voluntad del Gobierno es que, si llega un momento en que sea preciso y siempre bajo tutela judicial, Haidar reciba alimentaci¨®n forzosa, seg¨²n confirmaron fuentes del Ejecutivo. Espa?a, despu¨¦s de intentar en vano que Marruecos aceptara el regreso de la activista, ha renunciado al conflicto diplom¨¢tico y ahora se centrar¨¢ en evitar la muerte de Haidar.

Al ver al juez, al forense y a los polic¨ªas entrar en tropel y expulsar a la asistente de Haidar del cub¨ªculo donde ¨¦sta mantiene la huelga de hambre desde hace 22 d¨ªas, la saharaui les advirti¨®: "?stos son m¨¦todos marroqu¨ªes. No deseo m¨¢s tratamiento m¨¦dico que el que estoy recibiendo [del director del hospital insular de Lanzarote] y no quiero ser ingresada. Soy due?a de mi voluntad y de mis actos". Seg¨²n la abogada Lola Travieso, el juez le respondi¨® que va a respetar su voluntad.

La delegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias, hab¨ªa preguntado recientemente a Presidencia del Gobierno si existe alg¨²n protocolo de actuaci¨®n en estos casos. Le respondieron que, si la vida de la activista corriera grave peligro, existir¨ªa la posibilidad, e incluso la obligaci¨®n, de pedir la intervenci¨®n del juez, que es quien puede ordenar la alimentaci¨®n de alguien contra su voluntad. El estado de salud de Haidar,seg¨²n el parte m¨¦dico, "se deteriora por momentos". Se arriesga a sufrir da?os irreversibles.

Horas antes de llegar el juez, un m¨¦dico y cinco ATS de emergencias se hab¨ªan presentado en el aeropuerto con una ambulancia para ofrecer a Haidar atenci¨®n m¨¦dica, que ella rechaz¨®. Fuentes de la plataforma de apoyo a la activista se?alan que la imposici¨®n de la alimentaci¨®n forzosa llevar¨ªa a una batalla judicial.

La situaci¨®n carece de precedentes, pues en Espa?a las huelgas de hambre las han hecho siempre reclusos (como el etarra I?aki de Juana Chaos o los presos de los GRAPO), por cuya integridad f¨ªsica debe legalmente velar la Administraci¨®n penitenciaria. Aun as¨ª, la alimentaci¨®n deb¨ªa hacerse "sin el empleo de la fuerza f¨ªsica y sin vulnerar su dignidad".

Hern¨¢n Hormaz¨¢bal, catedr¨¢tico de Derecho Penal de la Universidad de Girona, cree que la alimentaci¨®n forzosa ser¨ªa equivalente a una coacci¨®n, informa Juan Diego Quesada. "?C¨®mo podr¨ªa un juez dar una autorizaci¨®n de esta naturaleza? No hay conflicto entre personas. Es un asunto no contencioso en el que el juez no tiene competencia", alega. Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Valencia, profesor de Derecho Constitucional de la Complutense, sostiene por el contrario que a Haidar "no se le puede dejar morir" y que, si no puede decidir por s¨ª misma, los m¨¦dicos est¨¢n obligados a intervenir para salvarla.