Al Qaeda asume el secuestro de los espa?oles

Es una voz conocida, dicen los expertos, la que, con acento del norte de Marruecos, anuncia que "dos unidades de valientes muyahidines han logrado secuestrar a cuatro europeos en dos operaciones distintas". El que lee el mensaje difundido ayer por la cadena de televisi¨®n pan¨¢rabe Al Jazeera dice llamarse Saleh Abu Mohamed, pero se cree tras ese apodo se esconde Salah Gasmi, descrito por la ONU como el jefe del aparato propagand¨ªstico de Al Qaeda en el Magreb Isl¨¢mico (AQMI).

Gasmi tiene experiencia de dar lectura de estas revindicaciones. En 2008, ya atribuy¨® para AQMI la captura, en el sur de T¨²nez, de dos ciudadanos austriacos, Wolfgang Ebner y Andrea Kloiber. Ayer lo hizo de tres espa?oles -los cooperantes catalanes Roque Pascual, Alicia G¨¢mez y Albert Vilalta- y de un franc¨¦s, Pierre Camette. De Vilalta precisa incluso que dirige una constructora (Tabasa y T¨²neles del Cad¨ª).

La reivindicaci¨®n de los terroristas llega r¨¢pido, a los nueve d¨ªas del secuestro

Los primeros fueron apresados el 29 de noviembre en Mauritania, a 170 kil¨®metros al norte de Nuakchot, la capital. El segundo fue capturado cuatro d¨ªas antes en M¨¦naka, a 1.500 kil¨®metros al este de Bamako, la capital de Mal¨ª. La c¨¦lula de crisis, llamada oficialmente comit¨¦ t¨¦cnico de seguimiento del secuestro, dio "credibilidad a la reivindicaci¨®n", seg¨²n un comunicado del Ministerio de Exteriores.

A diferencia de otras reivindicaciones de AQMI, la de ayer lleg¨® pronto, nueve d¨ªas despu¨¦s del secuestro de los espa?oles, en lugar de las cuatro o cinco semanas que suelen ser habituales. Se prev¨¦ que habr¨¢ otra en breve, m¨¢s formal y con fotos de los rehenes colgadas en webs islamistas.

Habr¨¢ tambi¨¦n, como anunci¨® el portavoz de AQMI, una informaci¨®n ulterior, remitida a Francia y Espa?a, sobre "las leg¨ªtimas demandas de los muyahidines". La expresi¨®n preocupa porque puede significar que, adem¨¢s de un rescate pecuniario, los terroristas formular¨¢n exigencias pol¨ªticas como la liberaci¨®n de presos islamistas en el Magreb, el Sahel o incluso en Europa.

Este a?o exigieron al Reino Unido la puesta en libertad del jordano Omar Mahmud Othman, m¨¢s conocido como Abu Qutada o el Predicador del odio. El primer ministro, Gordon Brown, se neg¨® y el reh¨¦n brit¨¢nico Edwin Dyer fue asesinado en junio. La decisi¨®n no la tomaron sus cancerberos. Recibieron una orden desde alg¨²n lugar de las monta?as de Pakist¨¢n o Afganist¨¢n, seg¨²n comprob¨® m¨¢s tarde la National Security Agency de EE UU.

Ahora "hay que esperar a que se pongan en contactos con nosotros", declar¨® en Bruselas el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, seg¨²n informa Ricardo Mart¨ªnez de Rituerto. Y habr¨¢ que buscar un intermediario para negociar. En alguna ocasi¨®n, la Fundaci¨®n Gaddafi, que encabeza el hijo del l¨ªder libio, ha desempe?ado esa labor.

En todo caso, el cautiverio de los cuatro europeos ser¨¢ largo. Si se cumplen los plazos de los anteriores secuestros, durar¨¢ al menos cuatro meses aunque es tambi¨¦n posible que la mujer, Alicia G¨¢mez, sea liberada antes.

La reivindicaci¨®n conjunta del apresamiento de espa?oles y un franc¨¦s no significa que se negociar¨¢ en bloque. Par¨ªs y Madrid ir¨¢n de la mano. Tiene alguna ventaja porque la Direcci¨®n General de Seguridad Exterior de Francia es el servicio secreto europeo que mejor conoce Mal¨ª, ex colonia francesa y el pa¨ªs d¨®nde Al Qaeda traslad¨® a todos sus cautivos.

Para los terroristas, el bot¨ªn que asocia a rehenes de las dos principales potencias coloniales del Magreb es muy valioso. No en balde, Francia y tambi¨¦n Espa?a, que estuvo islamizada hasta el siglo XV, son blanco predilecto de sus comunicados.

En el Sahel, Al Qaeda dispone de dos grupos. El primero y m¨¢s antiguo lo acaudilla el argelino Mokhtar Belmokhtar, al que se considera el menos sanguinario de los terroristas. El otro lo capitanea su compatriota Abdelhamid Abu Zeid que tiene peor fama. El CNI espa?ol sospecha que los cooperantes est¨¢n en manos del primero, pero sus hom¨®logos franceses creen que Camette est¨¢ preso del segundo.