El Rock-Ola est¨¢ disponible
La legendaria sala de la movida lleva varios a?os cerrada - Otros lugares m¨ªticos como Agapo o Universal tambi¨¦n han cambiado de actividad
Pepo Perandones desciende de su coche, cierra la puerta y se queda unos segundos mirando fijamente lo que tiene enfrente. Enciende un cigarro, agarra su tel¨¦fono m¨®vil, marca un n¨²mero y dice: "Lorenzo, ?el Rock-Ola est¨¢ disponible!". Pepo y Lorenzo Rodr¨ªguez dirigieron la legendaria sala madrile?a durante sus a?os de mayor esplendor, de 1981 a 1984 (el local cerr¨® un a?o despu¨¦s).
Perandones se encuentra ahora, a petici¨®n de EL PA?S, en la nave donde se levant¨® el cuartel general de la movida, en la calle de Padre Xifr¨¦, 3-5, a pocos metros del metro de Cartagena. En una cristalera asediada por el polvo y las pintadas, un cartel¨®n de grandes dimensiones anuncia: "Local disponible. Tel. 91 528 20 36". Perandones no tiene intenci¨®n de reanudar su aventura musical en este espacio (ahora lleva la programaci¨®n de conciertos de la sala Heineken), pero el descubrir que el local se encuentra sin actividad le ha impulsado a telefonear a su antiguo socio. "Hace muchos a?os que no ven¨ªa aqu¨ª. Siempre que paso con el coche por la avenida de Am¨¦rica, miro, a ver qu¨¦ hay. Mi mujer siempre se r¨ªe".
El local Rev¨®lver se ha reconvertido en la discoteca latina Gran Caim¨¢n
Un vistazo al recinto, lleno de bolsas con escombros y suciedad, informa de varias cosas: que parte de la estructura se mantiene (la entrada y la recepci¨®n), y que hay otro espacio que apenas recuerda al original y que se ha adaptado a lo que ha sido durante a?os: un taller de coches. Se puede ver una rampa para meter los coches y un hueco en el centro por el que se introduc¨ªan los mec¨¢nicos para hurgar en las tripas de los veh¨ªculos. Hace bastante tiempo que el local se ofrece para cualquier negocio. "Lo ¨²ltimo fue el taller de coches y ahora lleva sin nada tres o cuatro a?os", informa Jos¨¦, detr¨¢s de la barra de su peque?o bar, pegado a la ex sala de conciertos.
El Oca's, que as¨ª se llama el bar, ya exist¨ªa cuando reinaba el Rock-Ola. Y llevaban una convivencia amigable: "Me gustaba m¨¢s la zona cuando estaba el Rock-Ola. Era divertido. Ven¨ªa mucha gente. Ahora est¨¢ muy aburrido", comenta el propietario del bar, por el que se han pasado a tomar ca?as y huevos duros Loquillo, Almod¨®var, los Auser¨®n, Nacha Pop y dem¨¢s ases de la movida.
La ¨²nica tradici¨®n que se ha mantenido en la zona es la presencia de prostitutas de avanzada edad. "Vaya, sigue habiendo por aqu¨ª pilinguis mayores", dice con sorpresa Perandones.
Poco despu¨¦s del cierre del Rock-Ola se abri¨® en el 22 de la calle de Madera el Agapo, lugar racial, imprevisible y m¨¢gico donde cualquier cosa pod¨ªa pasar. Te pod¨ªas encontrar a los Radio Futura tomando una copa o ver en directo a Los Enemigos, etapa salvaje. Uno de sus responsables fue Santi Camu?as: "Desde que se cerr¨®, Agapo ha sido almac¨¦n de ropa, galer¨ªa de arte... Ahora es un estudio de dise?o gr¨¢fico muy moderno. Precisamente el otro d¨ªa entr¨¦ por casualidad y han tirado la parte de la cabina del pinchadiscos".
En estas transacciones se ha perdido parte de la historia de la m¨²sica en Espa?a que se guardaba en Agapo. Donde antes hab¨ªa firmas tan hist¨®ricas como las de Camar¨®n o Johnny Thunders, ahora se sienta una mujer ejecutando dise?os vanguardistas.
Otras salas hist¨®ricas se han reconvertido en discotecas latinas, como Rev¨®lver, en Galileo, 26, que ahora te da la bienvenida como el Gran Caim¨¢n. O Universal Club ("vivimos momentos inolvidables entre 1989 y 1993 con conciertos de Robert Fripp, John Cale o Alex Chilton", comenta el que fuera uno de sus responsables, Lorenzo Rodr¨ªguez), en la calle de Fundadores, 7, que ahora se llama Juanchito Latin Bar y se presenta como una de las salas de m¨²sica latina m¨¢s grandes de Espa?a. Ya se sabe: salsa, bachata, reggaet¨®n, merengue... En el hermano mayor de Universal Club, la Sala Universal, en la plaza de Manuel Becerra, se levanta ahora uno de los gimnasios m¨¢s voluminosos de la ciudad, el Centro Wellness. Donde a mediados de los ochenta estuvieron el stone Ron Wood y la leyenda del rock and roll Bo Diddley compartiendo escenario, o Eric Burdon, ahora practican spinning, fitness o technogym. El m¨²sculo acab¨® con el rock.
Si hablamos del templo del heavy, ¨¦se fue la sala Canciller, en Alcalde L¨®pez Casero, 15. Iron Maiden, Black Crowes, Ramones y todo el rock duro espa?ol de la ¨¦poca toc¨® all¨ª. El Canci se cerr¨® en 1994 y el local no ha vuelto a tener actividad. La puerta negra, un candado con una gruesa cadena de hierro y una verja. Es lo ¨²nico que se ve ahora.
Antonio Fern¨¢ndez, el presidente de la comunidad de propietarios del portal que est¨¢ al lado de la sala, da su versi¨®n: "Canciller se cerr¨® por las protestas que hicimos los vecinos. Hab¨ªa mucho ajetreo siempre en la puerta. Desde entonces no se ha vuelto a abrir. Mejor, ahora est¨¢ m¨¢s tranquila la zona", comenta mientras pasea a su perro y come pipas. "Yo creo que despu¨¦s de tanto tiempo cerrado debe haber hasta cocodrilos en los s¨®tanos", se?ala, entre risas. Con reptiles o sin ellos, el Canciller es otro pedazo de la historia del rock que est¨¢ disponible, como el Rock-Ola. ?Alguien se anima?
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