Memoria removida de Garc¨ªa Lorca

No parece f¨¢cil para nadie enterrar la muerte de Federico Garc¨ªa Lorca. Ayer, despu¨¦s de conocer los nuevos testimonios que sobre las ¨²ltimas horas del poeta revela el libro Lorca, el ¨²ltimo paseo (editorial Almed), de Gabriel Pozo, los descendientes de los implicados cruzaron sus reacciones. Mientras la sobrina del poeta, Laura Garc¨ªa Lorca, agradeci¨® el testimonio p¨®stumo de la actriz Emma Penella, el hijo de Luis Rosales (hermano de Miguel) se mostr¨® "sorprendido".

Las declaraciones de la fallecida actriz, incluidas en el trabajo de Pozo y adelantadas ayer por EL PA?S, revelan detalles sobre la supuesta implicaci¨®n de su padre, Ram¨®n Ruiz Alonso, hasta ahora considerado responsable de la detenci¨®n del poeta. Laura Garc¨ªa Lorca afirm¨® que Emma Penella hab¨ªa sido la persona que m¨¢s le hab¨ªa conmovido en su vida. "Nos encontramos varias veces pero nunca pudimos hablar. S¨®lo nos abrazamos. Admiro su lealtad, su dignidad y el esp¨ªritu valiente y generoso con el que llev¨® su tragedia. Le tengo una enorme gratitud", asegur¨® la sobrina nieta del poeta, que se mostr¨® satisfecha de que su testimonio sirva para liberar de la culpa de la delaci¨®n a su t¨ªa Concha. Seg¨²n distintos investigadores, en el ¨²ltimo registro organizado en la Huerta de San Vicente, a don Federico, padre del poeta, lo golpearon con la culata de un fusil y lo arrastraron hacia un autom¨®vil. En aquel momento Concha habr¨ªa confesado que su hermano se encontraba escondido en casa de los Rosales.

Seg¨²n Emma Penella, no fue Concha quien delat¨® a Lorca. "El mayor de los Rosales le dijo a mi padre en un desfile de falangistas que Lorca estaba en su casa. Le coment¨® que no estaba de acuerdo en que estuviera invitado y que ¨¦l procuraba no ir mucho porque quer¨ªa que se fuera". Para Laura Garc¨ªa Lorca, esta versi¨®n es bastante veros¨ªmil, ya que su t¨ªa fue una persona "muy valiente" y siempre pens¨® que lo que se hab¨ªa escrito sobre ella era "una calumnia".

Luis Rosales Fouz, hijo del poeta Luis Rosales y sobrino de Miguel, el mayor de los hermanos, mostr¨® su extra?eza ante la nueva versi¨®n de los hechos. "Que se implique a mi t¨ªo ahora es algo sorprendente. No puedo negar que dentro de la familia hab¨ªa muchas sensibilidades distintas, pero toda mi familia se jug¨® la vida por tratar de ayudar a Garc¨ªa Lorca. Si hubieran pensado que corr¨ªa peligro no lo habr¨ªan llevado a la casa de mi abuela, que tuvo un comportamiento ejemplar", explic¨® Luis Rosales, que adem¨¢s se pregunt¨® por qu¨¦ Emma Penella ha esperado a su muerte para dar a conocer todos estos detalles. "Yo he intentado hablar alguna vez con ella. Mi padre quiso, y as¨ª lo dijo muchas veces en p¨²blico, que todos los implicados se sentaran en una mesa para aclarar lo que sucedi¨®". Por ¨²ltimo, Rosales record¨® la versi¨®n que siempre ha escuchado en su familia. "La casa fue rodeada por un gran aparato militar. Cuando abri¨® mi abuela dijo que de all¨ª no se llevaban a nadie sin la presencia de uno de los hombres de la casa. Entonces llamaron a Miguel, que acudi¨® y se march¨® con Federico". Quien ayer no quiso pronunciarse fue el hispanista Ian Gibson, que prefiere "leer el libro con calma" antes de referirse a ¨¦l.