Sarkozy y Merkel apoyan la nueva tasa de Brown para los banqueros

El presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, se sum¨® ayer a la iniciativa brit¨¢nica de imponer en el pr¨®ximo ejercicio fiscal una tasa del 50% a los sobresueldos de los banqueros, los llamados bonus. En un art¨ªculo publicado por The Wall Street Journal y firmado de forma conjunta por Sarkozy y el primer ministro brit¨¢nico, Gordon Brown, ambos mandatarios se?alan: "Estamos de acuerdo en que una tasa de una sola vez en relaci¨®n a los bonus deber¨ªa ser considerada una prioridad debido al hecho de que los bonus de 2009 han aumentado en parte gracias al apoyo de los Gobiernos al sistema bancario". "Es simplemente inaceptable que los contribuyentes paguen la factura por las p¨¦rdidas cuando hay crisis profundas y que los accionistas y los empleados de las instituciones disfruten de todas las ganancias cuando la econom¨ªa se recupera", a?aden.

Temor en la City a la fuga de talentos por una decisi¨®n que se califica de populista

La canciller alemana, Angela Merkel, parece querer ir m¨¢s all¨¢. Antes de viajar a Bruselas, para la cumbre ayer y hoy de los jefes de Estado o de Gobierno de la UE, Merkel declar¨® en Bonn: "Hemos apoyado una tasa internacional en las transacciones financieras. Creo que es m¨¢s sostenible en el largo plazo". Pero pareci¨® dar tambi¨¦n su apoyo a esa medida puntual, al calificarla de "una idea encantadora".

El ministro brit¨¢nico del Tesoro, Alistair Darling, anunci¨® la nueva tasa el mi¨¦rcoles, coincidiendo con el tradicional ajuste presupuestario de oto?o. Darling explic¨® que los sobresueldos bancarios de m¨¢s de 25.000 libras anuales (algo m¨¢s de 27.000 euros) tributar¨¢n al 50% en el pr¨®ximo ejercicio fiscal. El impuesto provoc¨® una furiosa reacci¨®n de la City, que lo calific¨® de "populista" y vaticin¨® un ¨¦xodo de talentos hacia plazas financieras m¨¢s laxas. Pero la iniciativa conjunta ayer de Brown y Sarkozy y el aparente apoyo de Merkel puede echar por tierra en un abrir y cerrar de ojos el argumento de los agravios comparativos.

La City, inc¨®moda con el papel de villano que le han asignado medios y p¨²blico en la crisis financiera, ya reaccion¨® la semana pasada con aspavientos a los comentarios de Sarkozy de que el nombramiento de su compatriota Michel Barnier como comisario europeo de Mercado Interior era "la victoria del modelo europeo, que no tiene nada que ver con los excesos del capitalismo financiero".

El art¨ªculo de Brown y Sarkozy y su reuni¨®n bilateral ayer en Bruselas aprovechando el Consejo Europeo, tiene un doble mensaje: por un lado, tranquilizador, para subrayar que no hay una campa?a contra la City de Londres; pero por otro, la advertencia de que los pol¨ªticos quieren acabar efectivamente con los excesos.

De hecho, ahora se abre la posibilidad de que una tasa semejante acabe siendo universalmente aceptada y no s¨®lo para un ejercicio. En The Wall Street Journal, Brown y Sarkozy subrayan que una acci¨®n como ¨¦sa "se ha de tomar a nivel global". "Ning¨²n territorio debe esperar o ser capaz de actuar por s¨ª mismo. Y si somos capaces de encontrar una soluci¨®n, que se implemente de forma consistente en las grandes econom¨ªas, quiz¨¢s podamos encontrar la manera de asegurar que los contribuyentes no paguen en una crisis del sistema por los riesgos que se tomen en el sector bancario".

Brown ya propuso en la reuni¨®n de ministros de Finanzas del G-20 ampliado celebrado en Saint Andrews (Escocia) hace un mes la introducci¨®n de una tasa a la banca.

Una de las mayores dificultades que parecen afrontar iniciativas como la planteada ayer por Brown y Sarkozy es la posici¨®n de Estados Unidos. La C¨¢mara de Representantes vot¨® en marzo a favor de una tasa del 90% a las compa?¨ªas que hayan recibido ayudas del Gobierno federal superiores a 5.000 millones de d¨®lares, pero el Senado fracas¨® en su intento de imponer una tasa del 70%.