La cumbre auton¨®mica acaba en bronca

La cuarta Conferencia de Presidentes, dedicada a la recuperaci¨®n econ¨®mica y al empleo, fracas¨® ayer tras la negativa del PP a pactar nada con el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, en medio de una gran bronca pol¨ªtica que alarg¨® hasta las 12 horas una sesi¨®n programada para durar ocho. A ¨²ltima hora de la tarde el presidente del Gobierno present¨® una propuesta en la que asum¨ªa ocho de los diez puntos sobre el empleo que defend¨ªa el PP. Se someti¨® a votaci¨®n y sali¨® rechazada con 10 votos a favor (los presidentes de las comunidades gobernadas por el PSOE y los regionalistas de Cantabria y Canarias) y ocho abstenciones, las de las comunidades del PP.

El nuevo reglamento exig¨ªa dos tercios de las comunidades para que fuera aprobado como recomendaci¨®n al Gobierno y unanimidad para ser considerado un acuerdo. El presidente de Navarra, Miguel Sanz, de UPN, se ausent¨® de la reuni¨®n antes de la votaci¨®n, aunque dijo mostrarse m¨¢s favorable que contrario a la ¨²ltima propuesta.

El Gobierno asumi¨® para el acuerdo el 80% de las propuestas del PP

Los populares siguieron el gui¨®n que marc¨® Rajoy y rechazaron el pacto

Nada m¨¢s constatarse el fracaso, Zapatero acus¨® al PP de haberse negado al acuerdo. "Es lamentable que por intereses partidistas no se tenga altura de miras ni visi¨®n de Estado [...] Hace falta m¨¢s lealtad y madurez institucional en Espa?a", dijo con evidente enfado.

Fue a¨²n m¨¢s expl¨ªcito al se?alar c¨®mo, al final de la sesi¨®n, la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, le reconoci¨® que los presidentes del PP "no se responsabilizan con el Gobierno de Espa?a en la lucha contra el paro y a favor de la recuperaci¨®n econ¨®mica". "Las comunidades del PP se lavan las manos", fue el an¨¢lisis de Zapatero.

Fue sin duda la Conferencia de Presidentes m¨¢s larga y m¨¢s tensa. Zapatero mantuvo desde un principio la posici¨®n de que lo m¨¢s importante era el acuerdo en s¨ª mismo en materia de empleo y de contenci¨®n del d¨¦ficit, por encima de su contenido. Su apuesta pol¨ªtica no era otra que enviar un mensaje de unidad y de confianza a la sociedad y los mercados. As¨ª lo pidieron expresamente los empresarios y los sindicatos, invitados por primera vez a un acto de este tipo.

Mientras, los presidentes del PP se presentaron sometidos a una disciplina de partido contra cualquier acuerdo en pol¨ªtica econ¨®mica y laboral, base de su oposici¨®n. La tensi¨®n se mantuvo hasta el final entre Zapatero, dispuesto a llegar a un acuerdo de m¨ªnimos -sobre una propuesta que reparti¨® a primera hora de la tarde-, y unos presidentes muy beligerantes. "La Conferencia de Presidentes es de Espa?a, no del presidente del Gobierno. Quien gana o pierde no es un partido. Es el Gobierno de Espa?a", dijo Zapatero.

El jefe del Gobierno, en su intento de preservar la unidad y salvar la Conferencia, lleg¨® a aceptar ocho de los diez puntos del documento conjunto que presentaron los presidentes del PP en materia de econom¨ªa y empleo, as¨ª como siete de los diez puntos sobre agricultura y agua de los populares. Dicho documento lo hab¨ªan acordado el viernes los presidentes del PP con Mariano Rajoy.

Sobre esta situaci¨®n se bas¨® toda la resistencia del PP a pactar un documento. Seg¨²n explic¨® el presidente gallego, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, "Zapatero pretend¨ªa pactar en tres horas lo que no ha pactado en tres a?os", en referencia al tiempo transcurrido desde la anterior conferencia. Feij¨®o no cit¨® un solo punto de desacuerdo con el Gobierno en cuanto al contenido de la propuesta final de Zapatero. S¨®lo critic¨® que el PP hab¨ªa llegado a la reuni¨®n con sus propuestas sobre la mesa, publicadas d¨ªas antes, y el Gobierno hab¨ªa esperado hasta la hora de comer para poner un papel sobre la mesa.

En el documento de Zapatero se aceptaban puntos del PP como las reformas estructurales para liberalizar servicios, la reestructuraci¨®n y saneamiento del sistema financiero, el dise?o de la pol¨ªtica energ¨¦tica, la optimizaci¨®n de los recursos destinados a investigaci¨®n, el dise?o de un sistema educativo competitivo y la reforma de los organismos reguladores. No acept¨® el punto referente a la reforma laboral -interpretada por los sindicatos y el Gobierno como un abaratamiento del despido- y tampoco la posibilidad de bajar ciertos impuestos.

Zapatero lleg¨® a atrasar la cena de gala con el Rey, que ten¨ªa a las nueve de la noche en el Palacio Real con motivo de la visita a Espa?a del presidente de Vietnam, decidido a agotar las posibilidades de un acuerdo. Los presidentes del PP plantearon que el debate sobre el texto propuesto se derivara a las conferencias sectoriales. Trat¨® de mediar sin ¨¦xito el presidente de Canarias, Paulino Rivero, de Coalici¨®n Canaria.

Finalmente, fue Esperanza Aguirre la que se?al¨® claramente que el PP no quer¨ªa acuerdos con Zapatero, que no quer¨ªa comprometerse en un acuerdo con ¨¦l en materia econ¨®mica. Esta parte final del encuentro no fue seguida por patronal y sindicatos, que abandonaron la sesi¨®n a primera hora de la tarde.

El presidente de la Xunta, hombre de confianza de Rajoy y que actu¨® como principal portavoz de los presidentes del PP, sentenci¨® la conferencia desde primera hora de la ma?ana: "No podemos acompa?ar a un Gobierno que no sabemos ad¨®nde va". N¨²?ez Feij¨®o dej¨® clara la opini¨®n del PP antes de comer, cuando dijo que la propuesta de Zapatero es "m¨¢s un plan de imagen que un plan econ¨®mico" y cuestion¨® que "es dif¨ªcil que genere un espacio de confianza".