Dibujante de lo peque?o

Resulta casi imposible resumir en el corto espacio de unos p¨¢rrafos la importancia de Carlos Gim¨¦nez (Madrid, 1941) para la cultura espa?ola.

Hoy es ya casi una obviedad decir que su obra se traduce en un testimonio de la memoria hist¨®rica de m¨¢s de cinco d¨¦cadas de la historia de este pa¨ªs, pero no est¨¢ de m¨¢s recordarlo: para todas las generaciones que no lo vivieron, sus c¨®mics son una oportunidad ¨²nica, una cr¨®nica de aquello que nunca se muestra en los libros de historia, de esas "historias peque?as" -como le gusta decir al dibujante- de las que nadie se acuerda. Un autor que nunca ha tenido miedo a mojarse y que ha tenido la libertad creativa como bandera, siempre un paso adelante a su ¨¦poca: fue el primero que dej¨® el ¨¦xito que el c¨®mic de g¨¦neros cosechaba en los setenta y los ochenta para iniciar una v¨ªa de c¨®mic social, basado en sus recuerdos y sus vivencias. Volvi¨® en Paracuellos a aquellos colegios del Auxilio Social donde creci¨®, contando la historia de unos ni?os de grandes y expresivos ojos a los que resulta imposible sostener la mirada. Narr¨® despu¨¦s los a?os de la posguerra en Barrio, para terminar contando con un humor corrosivo sus primeras experiencias como dibujante en Los profesionales. En su d¨ªa, notario de la Transici¨®n con sus historietas en la revista sat¨ªrica El Papus; hoy, en estos tiempos de manipulaci¨®n interesada de la historia, responsable del relato m¨¢s contundente y demoledor sobre la Guerra Civil espa?ola, 36-39 Malos tiempos.

Este mismo a?o, m¨¢s de un centenar de personalidades de la cultura propon¨ªan al autor la concesi¨®n del Premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Artes. Ser¨ªa un m¨ªnimo reconocimiento para el autor que ha dibujado la memoria de nuestra sociedad.