Manjares de Ribadavia a Israel

Seg¨²n cuenta la tradici¨®n, pues a¨²n no se ha encontrado documento alguno que as¨ª lo demuestre, los primeros jud¨ªos que se instalaron en Ribadavia lo hicieron all¨¢ por el siglo XI, cuando el rey don Garc¨ªa decidi¨® convertir a la hoy localidad ourensana en capital del Reino de Galicia. Desde entonces, y hasta que los Reyes Cat¨®licos firmaron el edicto de expulsi¨®n en 1492, muchos de los jud¨ªos de la comunidad estuvieron al cargo de los asuntos financieros de la autoridad, ya fuera esta rey, se?or o conde, o empleados en los negocios artesanos que ellos mismos pose¨ªan: joyeros, ceramistas, hilanderos... o panaderos, como Herminia Rodr¨ªguez, la obradora que, muchos siglos despu¨¦s, ha recuperado parte del saber repostero sefard¨ª.

Rabinos de largos tirabuzones acuden habitualmente a su establecimiento

Es la ¨²nica tahona en el mundo que produce ciertas especialidades

Con el legado de una de las aljamas (juder¨ªas) mejor conservadas de Espa?a como escenario, a finales de agosto de cada a?o, las calles ribadavienses, de irregular trazado y estrechas trazas, se prestan a ser el escenario ideal para la Festa da Istoria, una deliciosa teatralizaci¨®n de la Ribadavia en la que vivieron los jud¨ªos. Y fue precisamente en una de las ediciones de la Festa, concretamente la celebrada en 1990, cuando los organizadores invitaron a un grupo de m¨²sica sefardita canadiense. Quisieron agasajarles. Pensaron c¨®mo... y decidieron hacerlo pidi¨¦ndole a Herminia, artesana panadera de la villa, que montara un tenderete callejero de reposter¨ªa sefardita. La cosa fue tan bien que, quien ya ten¨ªa fama en la comarca por sus roscas y hogazas, decidi¨® seguir elaborando dulces hebraicos todo el a?o en su panader¨ªa. "Un grupo de comerciantes de Vigo me envi¨® un recetario jud¨ªo. Adem¨¢s, pas¨¦ bastante tiempo buscando algunas otras recetas. Tambi¨¦n, sobre todo para recibir ingredientes que no se pod¨ªan encontrar aqu¨ª, me ayudaron mucho desde la Embajada de Israel en Madrid", afirma Herminia.

Nada m¨¢s atravesar Porta Nova de Arriba, espera Herminia en su comercio a los clientes. Seguramente la hayan conocido ya por un peque?o folleto que entregan en la oficina de turismo y que reza: "Tafona da Herminia, doce artesanal especialidade en doces hebreos". Acodada en su mostrador de gastada madera, y rodeada de recortes de prensa y postales enviadas desde medio mundo, explica la panadera, con paciencia, los ingredientes con los que prepara cada uno de los dulces de su carta: bocaditos de almendras, elaborados con almendras y canela; Kamisch-Broit, hecho con nueces y almendras; Mamul, cuyos ingredientes b¨¢sicos son frutos secos, p¨¦talos de amapola y agua de azahar; Ma'Amul, con crema de d¨¢tiles y agua de rosas como ingredientes b¨¢sicos... y as¨ª hasta once productos distintos.

Claro que una cosa es que Herminia sea profusa en explicaciones sobre ingredientes y otra, muy distinta, es que revele los secretos de su recetario o, a¨²n menos, que permita la presencia de testigos mientras, de madrugada, "cada madrugada", trabaja. A las dos de la ma?ana, la panadera enciende el horno y comienza a amasar... pero nadie m¨¢s que ella est¨¢ presente para verlo. Ni su marido, ni su hijo. Nadie. Es un secreto... y el secreto son las recetas con las que Herminia Rodr¨ªguez Carballal elabora, amasa y hornea sus masitas de semilla de amapola y cardamomo o sus muy solicitados mostachudos (dulce elaborado con nueces, az¨²car, clavo y canela).

Herminia explica, sin ocultar su orgullo, que los visitantes que llegan a su tahona, desde todos los rincones del planeta, repiten que, hoy por hoy es el ¨²nico establecimiento "en el mundo" donde han podido encontrarse con ciertas especialidades de galletas hebreas. Adem¨¢s, seg¨²n asegura la propia Herminia, ella es la ¨²nica panadera en el mundo que hace dulces totalmente artesanales (en el propio Estado de Israel, la reposter¨ªa se hace en f¨¢bricas, por lo que recibe muchos pedidos de clientes hebreos). Parece mentira, pero es totalmente cierto. Si uno permanece un buen rato en la tienda, no ser¨¢ raro que vea llegar, hasta el mostrador, rabinos de largos tirabuzones que, atra¨ªdos por la fama de la repostera, vienen hasta aqu¨ª en busca de sus dulces desde el mism¨ªsimo Jerusal¨¦n.

El uso en la tahona de Herminia de ingredientes tan particulares, pero nada ex¨®ticos (si por ex¨®tico deducimos lejan¨ªa), representa una realidad creativa y distinta. "Hay que ser original para que el negocio funcione", comenta esta panadera e que ha conseguido hermanarse con la sabidur¨ªa de los antiguos obradores sefarditas. Y es que Herminia, en su tahona, es celosa custodia de los dulces que, unos reservados para la liturgia, otros, parte de la cotidiana dieta, degustaron los viejos jud¨ªos ribadavienses... los expulsados jud¨ªos de la provincia de Ourense