Dos t¨¢cticas para dos fines distintos
La ambiciosa idea de construir en Urdaibai la ampliaci¨®n del Museo Guggenheim ha instalado a Diputaci¨®n de Vizcaya y Gobierno vasco en la diatriba pol¨ªtica. Ambas instituciones p¨²blicas defienden posiciones casi antag¨®nicas y adornan sus argumentos sobre t¨¢cticas l¨®gicamente opuestas. As¨ª las cosas, no es dif¨ªcil entender la guerra soterrada que posiblemente alcanz¨® el mi¨¦rcoles su punto ¨¢lgido con una doble fotograf¨ªa que refleja el mundo que separa a ambas partes: la Diputaci¨®n trata de explicar en Nueva York las bondades del proyecto y a la misma hora, en Vitoria, la consejera de Cultura, Blanca Urgell, echa agua a la iniciativa.
En este contexto, cada bando abona su estrategia aunque en el fondo vienen a coincidir en que a nadie la interesa elevar los decibelios del conflicto.
En realidad, Jos¨¦ Luis Bilbao, acompa?ado por la direcci¨®n del Guggenheim, va a mantener una pol¨ªtica de lluvia final para favorecer una corriente social de sensibilidad que impida al Gobierno vasco abortar indefinidamente un proyecto que lo considera estrat¨¦gico. Le favorece, por tanto, que corra el tiempo siempre que quede, eso s¨ª, una puerta abierta a la viabilidad del Guggenhemim 2.
Desde Cultura, en cambio, esta dial¨¦ctica con Vizcaya le puede erosionar de entrada. Y es que un debate que deber¨ªa instalarse en la reflexi¨®n con acento cultural y econ¨®mico puede acabar convertido, m¨¢xime en estos mometos de pol¨ªtica de bloques opuestos, en un pulso entre Gobierno vasco y PNV. Si no hay entendimiento antes de las elecciones locales y forales de 2011, este proyecto dar¨¢ muchas tardes de gloria durante la campa?a. Quiz¨¢ por eso ahora nadie quiere quemar todas sus naves.
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