MNAC, 75 a?os

Tras cinco a?os del reformado Museo Nacional de Arte de Catalu?a (MNAC) se celebran los 75 de su fundaci¨®n en 1934, con la espl¨¦ndida exposici¨®n Convidats d'honor, de visita gratuita. Ello es ocasi¨®n para recapitular sobre fortalezas y debilidades. M¨¢s all¨¢ de su valiosa colecci¨®n, que cubre 1.000 a?os de historia, del cuidado funcionamiento del museo y de que se ha enriquecido, pieza a pieza, con adquisiciones, cesiones, legados y donaciones, la asistencia de p¨²blico no aumenta, excepto en exhibiciones temporales de ¨¦xito como la de Caravaggio y la de Sorolla. Sorprende que s¨®lo el 5% de sus visitantes procedan del resto de Espa?a. Lo visitan m¨¢s franceses, norteamericanos e ingleses que espa?oles, lo que muestra lo desconocido que es el MNAC fuera de Catalu?a y da otra pista de desencuentro. Y si en 2007 se obtuvieron m¨¢s beneficios con el alquiler de la sala oval que con la venta de entradas, la crisis ha disipado este fen¨®meno.

Los dos factores que siguen atenazando al MNAC son el edificio y su ubicaci¨®n. El Palau Nacional de 1929 pasa factura por no haber estado pensado para durar y por 20 a?os de obras de reforma lentas e insuficientes. As¨ª, cada a?o se han de dedicar presupuestos extraordinarios en reparaciones: consolidaci¨®n de cornisas por ser voladizos hechos sin armaduras, reparaci¨®n de las goteras en cubiertas y fachadas. Una soluci¨®n ser¨ªa un dr¨¢stico proyecto de simplificaci¨®n, eliminando los excesos decorativos de un edificio tan neobarroco. El otro factor es su dif¨ªcil accesibilidad, que no estar¨¢ normalizada hasta que llegue la l¨ªnea de metro, y que sigue condicionada por los cortes peri¨®dicos del acceso peatonal con las ferias.

Adem¨¢s de insistir en medidas para darle m¨¢s visibilidad, como aumentar la difusi¨®n y la atenci¨®n al p¨²blico local, con pases de temporada, m¨¢s horas y d¨ªas gratuitos, y con actividades y talleres infantiles, el objetivo ha de ser el de "reencantarlo" con exposiciones m¨¢s tem¨¢ticas, innovadoras e interpretativas. Y sobre todo, que la sociedad no desaproveche el privilegio de disfrutar de esta colecci¨®n clave de la cultura catalana.