El M¨¢laga respira

Todo un mundo despu¨¦s, cuando quedaba lejos la victoria en la primera jornada sobre el Atl¨¦tico, el M¨¢laga se reencontr¨® ante el Mallorca con una victoria que no le saca de los puestos de descenso, pero que sabe a gloria a los de Mu?iz tras una larga traves¨ªa sin lograr los tres puntos.

El M¨¢laga sigue padeciendo un mal preocupante, una especie de miedo al ¨¢rea. Cuando llega a esa zona, se le viene encima una mezcla de prisa e imprecisi¨®n que se convierte en una dosis letal de inoperancia, de falta de pegada pese a contar con hombres de acreditada calidad. Ayer eran Duda y Fernando en los extremos y Obinna en la punta. Por suerte, el extremo portugu¨¦s empieza a parecer lo que fue en la temporada pasada, comienza a mostrar su zurda y a crear peligro en cada jugada a bal¨®n parado.

Frente al equipo de Manzano, el M¨¢laga dio la vuelta a lo que era un orden establecido esta temporada en La Rosaleda, donde siempre ten¨ªa que remontar un marcador en contra. Ocurri¨® lo contrario: Fernando aprovech¨® un mal despeje de Aouate para adelantar a su equipo y tener unas perspectivas positivas.

El Mallorca conoc¨ªa las facilidades de La Rosaleda y trat¨® de ir a por el partido desde el inicio. Presion¨® arriba, acumul¨® efectivos cerca de Mun¨²a y encontr¨® ocasiones, algunas de ellas clar¨ªsimas.

Todo ello dispuso un partido din¨¢mico, en el que las idas y venidas se decantaron a favor del M¨¢laga. El Mallorca despert¨® en la segunda mitad y dio una vuelta de tuerca. Confirm¨® el dominio del bal¨®n y Castro y Julio ?lvarez comenzaron a agujerear el medio campo del M¨¢laga. As¨ª empez¨® el calvario del conjunto de Mu?iz hasta que Julio ?lvarez consigui¨® el empate. La suerte tampoco hab¨ªa sido una aliada del M¨¢laga en su pobre devenir liguero. Pero ayer no fue as¨ª. Un centro al ¨¢rea cerca del final fue rematado por Forestieri y un mal bote de bal¨®n despist¨® a Aouate para que el triunfo se quedara en casa.