Contra el fracaso: m¨¢s autonom¨ªa escolar
Catalu?a obliga a los centros a presentar proyectos y lidera el impulso de la independencia educativa - Los expertos piden l¨ªmites para no perjudicar al alumno que cambia de comunidad
Un aliento recorre las escuelas: el aliento de la autonom¨ªa. Con ella, los centros buscan soluci¨®n a sus problemas. Pero no hay dos escuelas o institutos iguales, as¨ª que ?qui¨¦n mejor que los propios colegios para tratar de remediar sus dificultades? La meta es mejorar. La tasa de fracaso escolar es alta: ronda el 30%. Y la de titulados en Bachillerato y en formaci¨®n profesional de grado medio, aunque mejora -lleg¨® al 74% en 2007, 12 puntos m¨¢s que en 1995- a¨²n est¨¢ por debajo del 83% de la media de los 30 pa¨ªses m¨¢s pr¨®speros e industrializados del planeta, agrupados en la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE).
Los principios b¨¢sicos de "la autonom¨ªa pedag¨®gica, organizativa y de gesti¨®n econ¨®mica", ya est¨¢n recogidos en la Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n (LOE), de 2006. Dice esta norma: "Los centros docentes dispondr¨¢n de autonom¨ªa para elaborar, aprobar y ejecutar un proyecto educativo y un proyecto de gesti¨®n (...)". Siempre bajo supervisi¨®n de la Administraci¨®n.
Un colegio cambia el manual por clases con peri¨®dicos y radio
Los institutos catalanes podr¨¢n cambiar materias de curso
Hay que reducir la tasa de suspensos al acabar la ESO, que ronda el 30%
Muchas escuelas mejoran resultados con estos planes individualizados
Los centros recibir¨¢n ayudas en funci¨®n del proyecto que presenten
Uno de los problemas es la falta de voluntarios para dirigir las escuelas
La autonom¨ªa es necesaria pero no basta para mejorar, destaca un docente
Debe potenciarse la cooperaci¨®n territorial por el bien del estudiante
Pero las cosas no se cambian s¨®lo con leyes. Para hacer efectiva la autonom¨ªa, escuelas de toda Espa?a ensayan f¨®rmulas desde hace tiempo. Cada centro que la ejerce prepara y lanza un proyecto educativo para atacar sus puntos d¨¦biles, potenciar los fuertes y explotar los recursos para lograrlo.
La Generalitat de Catalu?a ha anunciado que quiere desarrollar m¨¢s esa independencia. Con la LOE como punto de partida y con aportaciones propias, ha decidido que desde el curso que viene ser¨¢ obligatorio que todos los centros escolares de Catalu?a presenten un proyecto por cuatro a?os, que ser¨¢ evaluado al final de la etapa.
Cada plan deber¨¢ recoger los progresos previstos, es decir, los indicadores sobre tasa de graduaci¨®n a alcanzar, la evoluci¨®n del n¨²mero de aprobados, la reducci¨®n del absentismo y el grado de satisfacci¨®n de las familias. Los centros recibir¨¢n ayudas en funci¨®n de su proyecto, no de los resultados alcanzados.
Para conseguir estos fines, se prev¨¦n medidas de calado, siempre voluntarias: que las escuelas e institutos puedan cambiar "la distribuci¨®n de las ¨¢reas y materias por ciclos y cursos y el uso del tiempo y los espacios", seg¨²n reza el borrador de decreto de autonom¨ªa catal¨¢n. Los centros tambi¨¦n podr¨¢n decidir "la agrupaci¨®n del alumnado, los criterios de asignaci¨®n de tareas al profesorado y el uso de los recursos did¨¢cticos". Es decir, se est¨¢ abriendo la puerta a mover asignaturas de curso y a agrupar alumnos de edades distintas en una misma aula. La Generalitat matiza se permite la agrupaci¨®n de alumnos de diferentes edades en "actividades concretas o para explicar conceptos comunes. Nunca de manera permanente" y que es posible mover asignaturas de curso, aunque siempre "dentro de una coherencia con el proyecto educativo y el visto bueno de la Administraci¨®n".
El Gobierno catal¨¢n asegura adem¨¢s que no hay riesgo de caer en una suerte de cantonalismo escolar porque los proyectos de autonom¨ªa ser¨¢n supervisados, requerir¨¢n permiso de la Administraci¨®n y los resultados se evaluar¨¢n. Al final, se trata de que todos los alumnos asuman las mismas competencias b¨¢sicas al acabar Primaria y Secundaria.
Las escuelas ya est¨¢n poni¨¦ndose manos a la obra con la autonom¨ªa escolar en toda Espa?a. El mes pasado directores, profesores y representantes de las administraciones p¨²blicas se reunieron en Barcelona para compartir sus metodolog¨ªas sobre autonom¨ªa escolar.
En la actualidad, hay iniciativas variadas, salpicadas por distintas partes de Espa?a, sobre c¨®mo intentar impulsar la autonom¨ªa de los centros. Mar¨ªa Jos¨¦ Oviedo es directora de la Escuela Miralvalle, de Plasencia, en C¨¢ceres. Este colegio suspend¨ªa en lectura y participaci¨®n de las familias en el centro, pero encontr¨® la manera de solucionar esas carencias. "Elaboramos un plan de mejora y creamos un proyecto de biblioteca en el que participaron profesores, padres y alumnos. Todo ello favoreci¨® la coordinaci¨®n interna del centro y nos anim¨® a seguir avanzando en esa direcci¨®n", explica la directora. Ahora este colegio de Plasencia cuenta con equipos de atenci¨®n a la diversidad, de educaci¨®n por la paz y de tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y la comunicaci¨®n (TIC). "Formamos estos grupos para mejorar la cohesi¨®n social y el rendimiento escolar", dice Mar¨ªa Jos¨¦ Oviedo. Seis a?os despu¨¦s, esta escuela extreme?a aprueba con nota ambos prop¨®sitos. El porcentaje de aprobados en 6? de Primaria ha pasado del 78% al 92%, afirma la directora.
Otro ejemplo se da en el Instituto de Educaci¨®n Secundaria (IES) Azor¨ªn de Petrer, Alicante. Hay un cargo educativo peculiar en este centro: el de coordinador de la convivencia. Dirige una comisi¨®n de profesores, alumnos y padres. Su funci¨®n principal es solucionar conflictos, dicen el director, Carlos Ruiz, y la coordinadora, Mar¨ªa Jes¨²s Soler. "El eje vertebrador del centro no tiene que ser el equipo directivo", asegura el director del instituto Azor¨ªn, "sino los profesores, los tutores y los alumnos". La comisi¨®n de la convivencia, que se coordina con la jefatura de estudios, gestiona desde 2001 un equipo de mediaci¨®n cuya labor ha hecho disminuir la conflictividad en el centro, seg¨²n Mar¨ªa Jes¨²s Soler. "Entre todos ofrecemos soluciones positivas. Los problemas se atajan y no siempre se solventan con expulsiones", a?aden ambos docentes de este instituto de Alicante.
En el instituto Azor¨ªn, desde que existe la comisi¨®n de la convivencia, las medidas sancionadoras se han reducido. El medio centenar de expedientes disciplinarios que cada a?o firmaban los profesores se quedan ahora en dos. Y el ¨¦xito acad¨¦mico de los alumnos tambi¨¦n ha mejorado. La tasa de fracaso escolar ha bajado de un 20% a un 15%.
El IES Alcarr¨¤s, en la localidad del mismo nombre, en Lleida, tiene un plan de autonom¨ªa que acaba de estrenar y durar¨¢ hasta 2012. El proyecto tiene varios objetivos centrales, se?ala su director, Ramon Baches. El primero es mejorar los resultados. Este centro tiene un promedio de graduaci¨®n en educaci¨®n Secundaria del 79%, y quiere subirlo a entre el 88% y el 90%, dice el director. Otras metas que se ha marcado este centro pasan por reducir el n¨²mero de suspensos para frenar las repeticiones y, en paralelo, aumentar los alumnos del centro que superan las pruebas de acceso a la Universidad. Para lograr estos objetivos, el instituto fomentar¨¢ la expresi¨®n oral y combinar¨¢ m¨¢s las clases magistrales con los trabajos en equipo de los alumnos. Adem¨¢s, ha contratado a monitores para que ayuden a los estudiantes que necesiten ayuda y quieran solicitarla, una vez que acaban las clases. Los monitores son estudiantes universitarios.
En la escuela donostiarra Amara Berri se aprende jugando. En lugar de seguir un libro de texto, los alumnos hacen un peri¨®dico y preparan programas de radio y charlas en p¨²blico para sacudirse el miedo esc¨¦nico. "Los chavales juegan a ser periodistas y a la vez desarrollan competencias comunicativas", explica Emilio Mart¨ªn, el director. El objetivo de este colegio, en el que estudian alumnos de hasta 12 a?os, es que todas las actividades tengan un "para qu¨¦", es decir, una finalidad que los estudiantes vean ¨²til para la vida.
Con el proyecto educativo tan pegado a la realidad no hay asignaturas propiamente dichas, sino "contextos sociales" que interrelacionan diversas materias y que fomentan el aprendizaje colectivo e individual. O lo que es lo mismo, no se hace un taller de radio para aprender a hacer radio como fin ¨²ltimo, sino que se usa el medio radiof¨®nico para que los alumnos adquieran competencias y desarrollen habilidades para la vida como tener esp¨ªritu cr¨ªtico, buscar informaci¨®n, ordenarla y transmitirla. "Lo importante es que, adem¨¢s de comunicarse, sepan relacionarse", insiste Mart¨ªn. Por eso, en el Amara Berri los ni?os de distintos cursos est¨¢n mezclados en las aulas. Unos aprenden de otros: "Los mayores son conscientes de cu¨¢nto han avanzado y los peque?os tienen referencias de ad¨®nde pueden llegar".
Pero, ?mejora la autonom¨ªa los resultados? Beatriz Pont, analista de educaci¨®n de la OCDE, sostiene en su informe Mejorar el liderazgo escolar, del que es coautora, que "la autonom¨ªa escolar en las ¨¢reas estudiadas se relaciona de forma positiva con el rendimiento de los alumnos".
Pont a?ade en otro informe (Pol¨ªticas y pr¨¢cticas para mejorar el liderazgo escolar) que "el liderazgo escolar
[es decir, equipos de direcci¨®n m¨¢s profesionalizados] puede mejorar el aprendizaje y la ense?anza". Pero "la autonom¨ªa por s¨ª sola no lleva de manera autom¨¢tica a un liderazgo mejorado", a?ade esta analista de la OCDE. Y agrega que la independencia tambi¨¦n debe apoyarse en la profesionalizaci¨®n y la carrera [profesional] de las direcciones de las escuelas y en seleccionar mejor a los equipos directivos. ?sas son algunas de las asignaturas pendientes de reforzar.
La comparaci¨®n con algunos pa¨ªses con m¨¢s autonom¨ªa escolar que Espa?a -como Finlandia, Reino Unido, Holanda, Alemania o Jap¨®n- arroja resultados muy ilustrativos: todos tienen mejores resultados en el ¨²ltimo Informe PISA hecho a una muestra de alumnos de 15 a?os. Por ejemplo, en ciencias. Los estudiantes espa?oles tienen en esta materia 488 puntos (la media de la OCDE es 500); Finlandia, 563; Reino Unido, 515; Holanda, 525; Alemania, 516, y Jap¨®n, 531.
Pero las cosas no son blancas o negras. Hay naciones en las que la capacidad de decisi¨®n de los centros es menor o similar a la de Espa?a y tienen resultados mejores en ciencias. Por ejemplo, Eslovenia o Suiza con 519 y 512 puntos, respectivamente.
Los datos muestran, adem¨¢s, que la inversi¨®n p¨²blica en educaci¨®n tambi¨¦n influye, pero tampoco determina los resultados. Seg¨²n el informe Panorama de la educaci¨®n. Indicadores de la OCDE 2009 hay pa¨ªses con menos inversi¨®n que tienen mejores resultados y al rev¨¦s.
Espa?a gasta el 4,3% de su riqueza medida a trav¨¦s del producto interior bruto (PIB) en educaci¨®n; Jap¨®n, el 3,5%, y Alemania, el 4,4%. Entre los que m¨¢s gastan, Finlandia, Suecia y Noruega destinan el 6,1%, 6,8% y 6,6%, respectivamente. Y nuestros vecinos franceses dedican el 5,6%.
Pero para impulsar la autonom¨ªa debe haber candidatos a dirigir las escuelas. Y aqu¨ª hay un problema desde hace d¨¦cadas. En el 70% de los centros del Pa¨ªs Vasco los directores son nombrados por la Administraci¨®n, en Catalu?a el porcentaje es del 58%, en Baleares del 60% y en Galicia del 41%. Hay comunidades como Andaluc¨ªa, donde s¨®lo el 37% de los directores es designado por la Administraci¨®n y otras como Madrid donde el porcentaje cae hasta el 14%.
A la autonom¨ªa tambi¨¦n le salen voces cr¨ªticas o como m¨ªnimo que invitan a analizar d¨®nde deben estar sus l¨ªmites. Por ejemplo, la de Jos¨¦ Antonio Mart¨ªnez, catedr¨¢tico de Matem¨¢ticas en el IES P¨ªo Baroja de Madrid y presidente de la Federaci¨®n de Asociaciones de Directivos de Centros Educativos P¨²blicos (Fedadi). Este experto defiende esa independencia de los centros, pero con cautelas. "Despu¨¦s de 40 a?os de centralismo es l¨®gico que se potencien los proyectos propios. Pero la autonom¨ªa es una condici¨®n necesaria para mejorar aunque no suficiente. Y hay que preservar que un alumno que se traslade de una comunidad a otra tenga asegurado que cursar¨¢ las mismas materias en los mismos cursos", plantea el presidente de Fedadi. Por eso, hay que "prever hasta d¨®nde llega la autonom¨ªa para que no nos encontremos con que en unos sitios se da una materia en un curso y en otros en otro. Falta cooperaci¨®n territorial en este sentido y debe potenciarse. Lo que es bueno en una comunidad aut¨®noma tambi¨¦n puede serlo en otra", recalca Mart¨ªnez.
M¨¢s cr¨ªtico, el sindicalista Xavier Mas¨®, profesor de Secundaria y secretario general del sindicato de docentes ASPEPC, implantado en Catalu?a, dice que la autonom¨ªa debe centrarse en los aspectos organizativos del centro y no en los pedag¨®gicos. "Las plantillas, el curr¨ªculum y los horarios deben depender de la Administraci¨®n. Los centros deben tener autonom¨ªa para sancionar o para fijar la jornada intensiva en junio, por ejemplo, que ahora la Generalitat quiere quitar", reprocha Mas¨®.
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