G¨¹rtel, esp¨ªas y otros horrores de 2009

La Comunidad ha vivido su peor curso pol¨ªtico desde que en 2003 estall¨® el tamayazo, el esc¨¢ndalo de corrupci¨®n que aup¨® a Esperanza Aguirre a la presidencia regional. Del espionaje a altos cargos del PP a la guerra pol¨ªtica por el control de Caja Madrid, pasando por el estallido del caso G¨¹rtel.Ha sido uno de los peores a?os para la clase pol¨ªtica regional y muy especialmente para el Gobierno de Aguirre, que ha perdido un consejero por estar imputado, tiene a un vicepresidente tocado por no haber podido dar el salto a la banca, uno de sus ex vicepresidentes ha llevado a los tribunales un caso de espionaje que afecta de lleno al Gobierno regional y la imagen de la presidenta arrastrada por el suelo por las acusaciones del vicealcalde Manuel Cobo. ?stos son algunos de los hitos del annus horribilis de Aguirre.

- Los esp¨ªas. Apenas se hab¨ªan estrenado las agendas del a?o 2009, cuando el primer esc¨¢ndalo pol¨ªtico en la regi¨®n salt¨® a las primeras planas de los peri¨®dicos. El 19 de febrero el primer titular, publicado en EL PA?S, desvela que un ex inspector de polic¨ªa, Marcos Pe?a, asesor de la Consejer¨ªa de Presidencia, encabeza un equipo de investigaci¨®n integrado por ex agentes y ex guardias civiles a sueldo de la Comunidad.Entre marzo y mayo de 2008, en plena tormenta pol¨ªtica en el PP por el fracaso electoral y el debate sobre la continuidad de Mariano Rajoy, los ex agentes desarrollaron tareas de espionaje pagadas con dinero p¨²blico y para las que no ten¨ªan competencias legales atribuidas. En los d¨ªas siguientes, se revelar¨¢ que estos esp¨ªas han seguido al ex vicepresidente Alfredo Prada, posicionado al lado de Rajoy frente a Aguirre; al vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, mano derecha de Alberto Ruiz-Gallard¨®n, rival pol¨ªtico de la presidenta; a ?lvaro Lapuerta, antiguo tesorero del PP, mientras ocup¨® este cargo y durante la feroz batalla pol¨ªtica entre Aguirre y Rajoy, y a la diputada Mar¨ªa del Carmen Rodr¨ªguez.

Pero el Gobierno regional no se hace responsable de los esp¨ªas. "?Por qu¨¦ hacen ustedes caso a lo que cuenta EL PA?S?", espeta Aguirre a los periodistas. Francisco Granados, titular de Interior, justifica que lo que hac¨ªan sus subordinados eran "labores de contravigilancia".

El PP nacional abre una investigaci¨®n, pero la comisi¨®n pronto resulta un fiasco. El grupo popular impone su mayor¨ªa para impedir que la comisi¨®n reciba documentaci¨®n vital. La conclusi¨®n final de la comisi¨®n, aprobada con la mayor¨ªa de votos del PP y en contra de la oposici¨®n, es que no hubo espionaje relacionado con la Comunidad de Madrid.

- El 'caso Correa'. La investigaci¨®n del juez Baltasar Garz¨®n a la trama de corrupci¨®n que encabeza Francisco Correa llega al Gobierno de Aguirre. En los primeros d¨ªas de febrero, la presidenta regional trata de frenar su alcance con la salida del consejero de Deportes, Alberto L¨®pez Viejo -que en el sumario es citado por Correa como el "mu?idor" de la trama en el Gobierno regional-, y la destituci¨®n de Guillermo Ortega, ex alcalde de Majadahonda, como gerente del Mercado Puerta de Toledo. Se sumar¨¢n los alcaldes de Boadilla, Arturo Gonz¨¢lez Panero; de Pozuelo, Jes¨²s Sep¨²lveda; y de Arganda, Gin¨¦s L¨®pez. Y, adem¨¢s de L¨®pez Viejo, los diputados Benjam¨ªn Mart¨ªn y Alfonso Bosch. Junto a otros altos cargos populares, suman 13 imputados en la trama Correa, la regi¨®n que m¨¢s tiene.

Sin embargo, desde el principio, Aguirre trata de pasar por la campeona contra la corrupci¨®n. Y ello pese a que el sumario del caso atribuye a su Gobierno haber contratado en 358 ocasiones con las empresas de Correa -por valor de tres millones de euros- por el m¨¦todo de trocear los contratos (que nunca superaban el l¨ªmite legal de 12.000 euros) para eludir la obligaci¨®n de convocar un concurso y adjudicarlos a dedo. Un ejemplo, el acto de homenaje a los servicios de emergencias por su actuaci¨®n en el 11-M se distribuy¨® en 15 facturas, por un monto de 141.002,59 euros.

- Diputados no adscritos. L¨®pez Viejo, Bosch y Mart¨ªn son, en teor¨ªa, diputados no adscritos. Pero, en la pr¨¢ctica, se sientan en esca?os situados junto a su antiguo grupo parlamentario y votan siempre lo mismo que sus ex colegas del PP. Su expulsi¨®n del grupo popular tiene m¨¢s tintes de farsa que de destierro pol¨ªtico. Aguirre, a la que ning¨²n alto cargo popular ha osado en seis a?os llevar la contraria (sin verse represaliado por ello), afirm¨® el 9 de octubre haber intentado, sin ¨¦xito, reclamar el acta de diputado a los tres imputados.

Para evitar que le tocara el esc¨¢ndalo de que unos diputados sin actividad parlamentaria pudieran cobrar a¨²n m¨¢s al salir del grupo, Aguirre fuerza el mismo cambio en el Reglamento de la C¨¢mara al que se hab¨ªa negado en 2003 durante el tamayazo. El PP introduce por la v¨ªa urgente la figura del diputado no adscrito. Eso provoca una fuerte bronca en la Asamblea con la oposici¨®n. Sobre todo cuando el PP pretende aprobar con efecto retroactivo la norma, para impedir que los diputados imputados formen grupo mixto, y pone a la Mesa de la Asamblea "al borde de la prevaricaci¨®n", en palabras del portavoz adjunto socialista, Jos¨¦ Manuel Franco. En el pleno, ¨¦ste recuerda que la Constituci¨®n impide restringir derechos con efecto retroactivo. Y el PP se ve obligado a enmendar su propia reforma.

- La confesi¨®n de Cobo. Pero si el PP sufre desgaste por la bronca pol¨ªtica con la oposici¨®n, tambi¨¦n le ha pasado factura la pelea interna. Aguirre ha alternado este a?o los enfrentamientos con Rajoy por el liderazgo del partido con su pelea personal con Alberto Ruiz-Gallard¨®n, partidario del anterior. Las p¨¦simas relaciones entre los dos l¨ªderes madrile?os llegaron a su colof¨®n cuando el vicealcalde, Manuel Cobo, en una entrevista en EL PA?S el pasado 25 de octubre, se decide a denunciar el comportamiento pol¨ªtico de Aguirre y su entorno, al que acusa de montar una "gestapillo" para espiarlo y controlarlo.

La confesi¨®n le cuesta la suspensi¨®n de militancia al vicealcalde, al que Gallard¨®n dar¨ªa su apoyo, pero da un vuelco en las negociaciones para el nuevo Consejo de Administraci¨®n de Caja Madrid. Bast¨® una frase de Cobo: "Lo que est¨¢ haciendo Aguirre con la gente de Rato es de v¨®mito".

- A por Caja Madrid. En un intento de controlar la cuarta entidad financiera, el PP de Aguirre forz¨® en el oto?o de 2008 una reforma en la Ley de Cajas para desalojar al presidente, Miguel Blesa. Un a?o despu¨¦s, la presidenta regional revela que su apuesta para dirigir la entidad es su vicepresidente, Ignacio Gonz¨¢lez. Para facilitar el relevo, ¨¦ste se hab¨ªa implicado personalmente en una negociaci¨®n con sindicatos, empresarios y la oposici¨®n, PSM e IU, cerrada en julio, en la que se reparten los puestos del Consejo de Administraci¨®n.

Tras el verano, las direcciones nacionales de los dos principales partidos desautorizan el pacto, llueven las cr¨ªticas sobre el bajo perfil profesional del candidato de la presidenta y Aguirre se ve forzada a aceptar al ex director gerente del FMI, Rodrigo Rato, como candidato a presidir la Caja. Su entrada atasca el proceso, porque los socialistas no est¨¢n dispuestos a renunciar a las promesas que les hab¨ªa hecho Gonz¨¢lez. Tras semanas de negociaciones, Rato consigue una reforma para blindar su presidencia y cede a los socialistas tres puestos en el Consejo de Administraci¨®n, uno m¨¢s de los previstos.

- G¨®mez, cuestionado. La crisis de Caja Madrid pasa factura al secretario general de los socialistas, Tom¨¢s G¨®mez, cuestionado en su propio partido por haber llegado a un acuerdo con uno de los principales enemigos pol¨ªticos de su partido, el vicepresidente Gonz¨¢lez. A las incipientes cr¨ªticas internas, responde blindando futuros apoyos a su candidatura a la presidencia regional con puestos de consejero en Caja Madrid. Pero el l¨ªder socialista est¨¢ tocado por errores del pasado: como el boicoteo a los actos institucionales presididos por Aguirre, que le llev¨® a no ir a la recepci¨®n del Dos de Mayo o a los actos por las v¨ªctimas del 11-M; ha sido incapaz de hacer cumplir a la presidenta el pacto para negociar los presupuestos y tiene problemas para difundir su mensaje pol¨ªtico. Desde noviembre ha intentado mejorar su imagen con asambleas cara a cara con los ciudadanos, que est¨¢n celebrando en las agrupaciones locales.

- IU se debilita. Tambi¨¦n la coalici¨®n de izquierdas se enfrenta a una crisis interna. El fin de a?o est¨¢ marcado por su incapacidad para explicar a la opini¨®n p¨²blica por qu¨¦ dos concejales de IU -que a¨²n no han sido expulsados- votaron con el PP una moci¨®n de censura a la alcaldesa socialista de Velilla de San Antonio. Adem¨¢s, la coalici¨®n ha prescindido en la Asamblea de su principal baluarte, la ex portavoz In¨¦s Saban¨¦s. Como lo han calificado los partidarios de ¨¦sta, "un suicidio pol¨ªtico".