"No aceptaremos perder derechos"
El 12 de enero de 1980 se celebr¨® el congreso constituyente de la UGT de Andaluc¨ªa, que tuvo que vencer la resistencia de la direcci¨®n confederal. Treinta a?os despu¨¦s, el sindicato se enfrenta -con su direcci¨®n reci¨¦n reelegida- a un a?o clave para la recuperaci¨®n econ¨®mica y, sobre todo, para la del empleo. Manuel Pastrana (Archidona, M¨¢laga, 1961) dirige el sindicato desde hace 12 a?os con la idea de consolidar la posici¨®n de liderazgo de la central en Andaluc¨ªa y conseguir una transici¨®n consensuada hacia una nueva direcci¨®n.
Pregunta. ?C¨®mo se enfrenta UGT a sus 30 a?os de vida?
Respuesta. Vamos a aprovechar la celebraci¨®n del 30? aniversario para hacer un an¨¢lisis, o una evaluaci¨®n, del papel que el sindicato ha desempe?ado en estos a?os en distintos campos. No vamos a realizar una celebraci¨®n de autobombo. Queremos hacer un an¨¢lisis serio y riguroso de lo realizado, y de si debemos seguir realiz¨¢ndolo as¨ª o cambiar. Hemos escogido ocho temas y hemos encargado a ocho grupos de expertos, de distintas universidades andaluzas, que lo analicen: Empleo, di¨¢logo social y relaciones laborales; movilizaciones; defensa jur¨ªdica; mundo rural; bienestar social; igualdad; desarrollo econ¨®mico y formaci¨®n, son las ¨¢reas a debatir.
"Si los empresarios creen que estar¨¢n mejor sin acuerdos, est¨¢n locos"
"Hay una oposici¨®n pol¨ªtica de pandereta, sin alternativas"
P. ?Qu¨¦ otras actividades tienen previstas?
R. Vamos a iniciar el aniversario con un acto institucional el pr¨®ximo 12 de enero, en los que estar¨¢n algunos de los secretarios generales anteriores, y al que hemos invitado a nuestros interlocutores como la patronal y el gobierno andaluz. Acabaremos con un concierto de nuestra Orquesta Sinf¨®nica 1? de Mayo. Luego seguiremos con la presentaci¨®n de esos estudios que comentaba, y una exposici¨®n fotogr¨¢fica de estos 30 ¨²ltimos a?os.
P. Reelegido para su cuarto mandato, ?qu¨¦ retos se plantea?
R. Quiero consolidar aquellas cuestiones que la UGT tiene hoy positivas. Su capacidad operativa, de intervenci¨®n, de presi¨®n o influencia institucional. Y por otro lado, estoy impulsando una fase de revisi¨®n, de c¨®mo debe ser la actuaci¨®n del sindicato en diversos aspectos. Ahora tenemos el mayor nivel de influencia ante las instituciones, y de respeto ante nuestros interlocutores, los empresarios, pero el gran problema es que el mundo del trabajo ha cambiado. ?ste era un sindicato dise?ado para trabajar en grandes empresas, y eso ha desaparecido. Ahora tenemos microempresas, en pol¨ªgonos industriales, donde la organizaci¨®n de los trabajadores es muy dif¨ªcil, y donde la simple afiliaci¨®n en muchos casos tiene connotaciones perjudiciales para el trabajador, y eso exige una reorganizaci¨®n del sindicato y de su forma de trabajar. Hay un dato terrible, en los ¨²ltimos cuatro a?os, s¨®lo en Sevilla, han despedido a m¨¢s 70 trabajadores por ser candidatos por UGT en las elecciones sindicales, y en algunos casos sin serlo: antes de presentarse han sido despedidos.
P. ?Y personalmente?
R. Me compromet¨ª con esto y vivo para esto. S¨®lo tengo al sindicato y a mi familia. Mi compromiso es personal, no tengo tradici¨®n familiar sindicalista, ni pol¨ªtica, que no hab¨ªa nadie, ni pele¨¦ contra los grises, entre otras cosas porque era muy peque?o. Desde mi trabajo en los servicios sociales de la Diputaci¨®n de Ja¨¦n llegu¨¦ a la conclusi¨®n de que no quer¨ªa pasarme la vida trabajando sobre los efectos, sino que hab¨ªa que intervenir sobre las causas, y consider¨¦ que el sindicato podr¨ªa ser un buen instrumento.
P. Su reelecci¨®n tuvo un amago de oposici¨®n.
R. No hay una situaci¨®n de divisi¨®n, ni de oposici¨®n consolidada, ni de fractura interna, ni de nada. La cultura interna de la UGT siempre ha favorecido esto. Nunca ha habido corrientes internas consolidadas. Entre otras cosas porque ser¨ªa un sindicato con serias dificultades. Adem¨¢s, ese grupo no plante¨® ni un nuevo modelo, ni un nuevo proyecto, ni para el gobierno del sindicato, ni del trabajo. Adem¨¢s, el plan de trabajo que aprob¨® el Congreso fue por unanimidad. Esa alternativa surgi¨® de un grupo de compa?eros con problemas en sus propios organismos, que buscaron una salida. No fueron apoyados ni siquiera para conseguir los avales de la candidatura.
P. Pero usted lleva 12 a?os.
R. Si, y cuatro mandatos exigen plantearse un cambio en la direcci¨®n de la UGT de Andaluc¨ªa. Yo y mi equipo lo tenemos as¨ª de claro. Pero un cambio en una organizaci¨®n como ¨¦sta tiene que ser organizado, consensuado. Digamos un cambio que no lleve al sindicato ni a fracturas, ni a periodos de desestructuraci¨®n que eviten que el sindicato mantenga sus niveles de interlocuci¨®n y de defensa de los trabajadores. Despu¨¦s de haber tenido el honor y la oportunidad de dirigir al sindicato durante 12 a?os, el camino hacia los 16 tiene que posibilitar la estructuraci¨®n de una alternativa solida, consolidada para la direcci¨®n. Ser¨ªa un irresponsable si la organizaci¨®n no pudiera tener un proceso de cambio en la direcci¨®n con normalidad y capacidad para seguir siendo el interlocutor que es en Andaluc¨ªa. ?Quiere decir esto que me voy a ir dentro de cuatro a?os? Si la transici¨®n est¨¢ preparada, probablemente.
P. ?Por qu¨¦ el VII Acuerdo de Concertaci¨®n ha sido el m¨¢s criticado por la oposici¨®n?
R. Desde luego no ser¨¢ por su contenido. La oposici¨®n lo ha criticado antes de leerlo, y me parece muy poco seria. Forma parte del tipo de oposici¨®n que se est¨¢ haciendo, que es cuanto peor, mejor. Y despertando las emociones m¨¢s primarias de la gente. Una oposici¨®n de pandereta, sin alternativas.
P. ?Hasta d¨®nde han tenido que ceder para que la CEA se sumara a la Concertaci¨®n?
R. Sobre derechos de los trabajadores, en nada. Sobre otras propuestas s¨ª. Por ejemplo, el regular o controlar el salario de los ejecutivos de las empresas que reciben subvenciones de la Junta. O en que todo dinero p¨²blico que llegue a las empresas fuera a devolver. No ha sido posible, entre otras cosas por la normativa europea.
P ?Y hasta d¨®nde est¨¢n dispuestos a ceder en la reforma laboral que se avecina?
R. Me atengo a las palabras de C¨¢ndido M¨¦ndez, que es el que va a estar sentado en esa mesa. No vamos a aceptar una reforma laboral para que los trabajadores pierdan derechos. Aceptaremos mejorar los d¨¦ficits del mercado de trabajo, de car¨¢cter organizativo, funcional, pero sobre los derechos de los trabajadores, no.
P. Cree que un andaluz en la CEOE mejorar¨ªa la situaci¨®n.
R. No lo s¨¦. Depende de las estrategias pol¨ªticas de la CEOE. Mejor que el que est¨¢ ahora, desde luego. El presidente de los empresarios andaluces es un hombre que ha demostrado su capacidad de negociaci¨®n -es muy duro en la negociaci¨®n- y su capacidad de acuerdo. Y en este momento, le pese a quien le pese, necesitamos acuerdos. Y necesitamos al frente de la CEOE a gente que sea capaz de llegar a acuerdos. Si los empresarios piensan que sin acuerdos con los sindicatos y con el Gobierno van a tener un mejor resultado, est¨¢n locos. Han olvidado lo que es una conflictividad general en las empresas. No se acuerdan de lo que es dejar sueltos a los comit¨¦s de empresas. Lo que es no tener un marco de di¨¢logo social. Creo que una falta de acuerdo sobre la negociaci¨®n colectiva nos abocar¨ªa a esa situaci¨®n en 2010.
"Hay gente condenada a no trabajar"
P. ?De verdad en Andaluc¨ªa hay un mill¨®n de parados?
R. Seg¨²n el registro del Servicio Andaluz de Empleo hay en torno a 900.000. Despu¨¦s, al disgregar las cifras, las circunstancias de quienes est¨¢n registrados son muy diversas. Y la realidad es que hay una parte de esos trabajadores que est¨¢n condenados a trabajar en la econom¨ªa sumergida. La situaci¨®n es muy complicada, aunque quiz¨¢ no sea tan dram¨¢tica como la cifra plantea, tambi¨¦n porque tenemos el mayor nivel de cobertura que han tenido nunca los desempleados. El gran reto de Andaluc¨ªa es que esa cifra vuelva a los niveles de hace a?o y medio.
P. Dijo en 2005 que Andaluc¨ªa ten¨ªa el empleo m¨¢s precario de la UE. Sigue igual.
R. Pr¨¢cticamente igual. Por el tipo de empresa que tenemos y por la cultura empresarial, tenemos los niveles m¨¢s altos de precariedad de la UE. Se ha avanzado en la calidad del empleo en el resto del pa¨ªs, pero no aqu¨ª.
P. Habl¨® en junio de huelga general, ?c¨®mo ve el escenario?
R. La situaci¨®n est¨¢ mal, obviamente. Hay una inmensa parte de nuestra poblaci¨®n activa condenada a no encontrar trabajo. Si el Gobierno andaluz, o el del Estado, sea del color pol¨ªtico que sea, no van elaborando con los agentes sociales respuestas a esa situaci¨®n, tendremos que hacer algo. Nos estamos gastando millones y millones de euros para recuperar la econom¨ªa y si no recuperamos el empleo no nos vamos a quedar parados.
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